"DÍA DEL MAESTRO 'Ser maestra me mantiene viva, inquieta, feliz': María Elena Aguirre"
Cuando María Elena Aguirre llega al aula, se pone las zapatillas de ballet y empieza la clase, todo toma un nuevo sentido. Ama enseñar, ser maestra es una realización en su vida.
Nació en Culiacán, se formó en la Royal Academy of Dance de Londres y desde hace 26 años da clases de ballet en el Instituto Sinaloense de Cultura. Es la maestra que más generaciones de niñas ha formado.
"Cuando empecé a dar clases de ballet sentí una satisfacción muy grande, encontré que ese era el propósito en mi vida, y cuando encuentras algo que haces con gusto ya no es un trabajo, es una satisfacción, una realización, me ayuda muchísimo a mantenerme activa, la interacción con las niñas es un aprendizaje diario", comparte.
"Es lo que me mantiene viva, inquieta, feliz, porque la danza y cualquier otra forma de arte son esenciales para el ser humano, no solo necesitamos aprender matemáticas, leer y escribir, tenemos más facetas que debemos explorar, el movimiento en el cuerpo esencial para la vida, la música, hay otras formas de expresión que todo ser humano debe desarrollar".

El inicio
Aunque no recuerda haber dicho de niña que quisiera ser bailarina, cuando probó bailar, supo que era lo que quería hacer.
"Siempre fui muy inquieta y de alguna u otra manera llegué un día a tomar clases de ballet y realmente me enamoré, tanto que no lo pude dejar más", asegura.
Sus primeras clases de ballet las tomé en la academia de Aída Ortega, pero su formación, dice, se la debe a los maestros Humberto Gómez y Ruth Román, quienes más la han apoyado en su carrera, tanto de bailarina como de maestra.

"He tenido muchos maestros, entre los más queridos está Llara Lopes, Nina Thilas Möhs, Dulce María Silvera, y otros aunque no son de ballet, como Soledad Torróntegui Millán, en la primaria, mis respetos para ella como maestra y pedagoga, fue la primera persona que identifiqué como una maestra", dice.
"Luego tuve entrenadores que también dejaron huella en mi vida y a la fecha sigo conociendo gente que tiene esa vocación y trato de inspirarme en ellos para ser mejor maestra cada día".
Del escenario a las clases
Aguirre Alarcón ha sido bailarina, escenógrafa y coreógrafa en innumerables puestas en escena en los géneros de ballet, jazz y contemporáneo en diversas ciudades del estado, con grupos de reconocido prestigio.
"Algo de lo que siento mucho orgullo es que fui parte del Taller de Danza Clásica y fuimos los primeros en hacer El cascanueces en Culiacán, en diciembre con una temporada, lo hicimos en el 1994, 1995 y 1996", recuerda.
"Y ahí empezó la tradición de poner El Cascanueces en diciembre y de las academias de poner festivales en fin de año, porque antes solo se hacían en junio y era todo lo que se bailaba".

Ser bailarina de ballet no es tarea sencilla, reconoce, pero ha sido para ella de lo más satisfactorio.
"Como bailarina, he disfrutado todo el proceso, desde el entrenamiento previo, el reto de aprenderse la coreografía, sacar algún paso muy difícil y lograrlo, el vestuario, el maquillaje, la oportunidad de bailar una coreografía nueva, simplemente pisar el escenario, creo que lo disfruté todo, se me hizo poco todo lo que bailé".
Por eso, ahora que está del lado del maestro, a sus alumnas les dice que disfruten el escenario.
"Lo más bonito es ver reflejado ahí el trabajo que hiciste antes, para bailar un minuto necesitas muchísimas horas y muchísimos días de ensayo, pero creo que vale la pena", asegura.
"El hecho de ponerse las puntas, el vestuario, maquillaje, las luces, es una sensación maravillosa y a mis alumnas les digo muy encarecidamente que lo disfruten, son momentos muy efímeros, que nos quedan en el recuerdo y los seguimos disfrutando por mucho tiempo".

La maestra con más trayectoria en el Isic
Aguirre ha sido maestra de Jazz, Ballet, Danza Clásica en universidades privadas, y desde 1994 ha desarrollado su labor docente en el Isic, en la Escuela de Artes José Limón, experiencia que más le enorgullece,
"Estoy muy orgullosa de toda la trayectoria en el Isic, empezamos en el entonces Difocur en 94 y hasta la fecha, he sido maestra de ballet de niñas desde los 8 años hasta grandes, hubo un tiempo en que tuve ballet adulto y alumnas de 25 o más, he llegado incluso a tener mamás de mis alumnas ahí y ha sido una experiencia muy bonita".
Ahora, cuenta, ya da clases a las hijas de sus primeras alumnas.
"Ya voy en la segunda generación, mis alumnas me han traído a sus hijas a que les dé clases y es otra de las satisfacciones que tengo como maestra, que me recuerden con cariño, me saluden en la calle, me traigan a sus hijas para que las regañe, como dicen ellas", dice entre risas.
"Todavía me invitan a sus bodas y sus baby showers y si me consideran así, tan importante, casi como de la familia, creo que he logrado algo, esa conexión más familiar, les he dejado algo, alguna huella positiva".
Bailar, disfrutar el escenario, hacer las cosas bien, ha regido la vida académica y profesional de María Elena Aguirre. Y ese ha sido el principal consejo que da cuando está en el aula.
"Una de las cosas muy importantes que digo a mis alumnas es que la técnica y el entrenamiento son esenciales para el éxito de la presentación, eso también les va a dar la satisfacción de hacer las cosas bien y con facilidad", apunta.

"En el escenario, cuando no entrenamos nos estamos muriendo, pero cuando sí hacemos las cosas bien, se disfruta de una manera increíble, hasta el público lo siente y cuando nos da el aplauso se siente muy bonito".
También las invita a nunca olvidar sus sueños y no dejar que nadie les diga que no se puede.
"El ballet no es fácil, pero con la práctica uno lo puede lograr, yo recuerdo que hubo mucha gente que me dijo que yo no iba a aprender a bailar, porque de niña nunca dije que quería ser bailarina, siempre dije que quería ser arquitecta, de hecho soy arquitecta, y cuando quise empezar mis clases de ballet estaba un poco más grande y hubo quien me dijo 'No vas a poder'", recuerda.
"Yo les digo que nunca dejen que nadie les corte sus ilusiones, si es su sueño aprender a bailar, pues adelante. No necesariamente aprender a bailar significa que queramos ser bailarinas profesionales, se puede aprender por el gusto".
Y gracias a la técnica inglesa, dice, se ha dado cuenta de que mucha gente puede aprender a bailar en el nivel de sus posibilidades en el ballet clásico.
"Obviamente no van a ser bailarines de compañía ni van a hacer los pasos más avanzados, pero van a tener un nivel intermedio aceptable si se ponen a entrenar".

Miembro de la Royal Academy of Dance
Haber estudiado su carrera en la Royal Academy of Dance como bailarina hasta nivel avanzado y haberse titulado de la carrera de Maestra de Ballet en Londres, es uno de sus mayores orgullos.
"Soy la única maestra en Culiacán que sabe de la técnica inglesa, me gradué en Londres, tengo mi título, mi certificado de maestra de ballet, estoy muy orgullosa de ello y creo que ese ha sido uno de mis mayores logros dentro de la danza", dice.
"Y creo que soy en Culiacán la única maestra con título, muchas estudiaron, pero algunas para bailarinas, no para maestras y es una carrera diferente, y creo que ahorita es muy importante que todos los maestros tengamos algún tipo de certificación, y que sepamos qué técnica usamos, por qué la usamos y que nos hayamos capacitado".
Ella tiene certificación en Técnica Vaganova, Técnica Cubana, así como en la Técnica de Barra al Piso, esta última para evitar lesiones y en su caso ayudar a la rehabilitación.
Desde 2003, es maestra miembro de la Royal Academy of Dance, por lo que capacita y presenta alumnas a evaluación en la carrera de Danza Clásica, desde nivel principiante hasta avanzado.
"La Royal Academy of Dance está a nivel mundial como una de las mejores escuelas tanto para alumnos como maestros, y es muy reconocida. Para entrar te hacen muchos exámenes y realmente te exigen demasiado, todas mis alumnas que han hecho examen orgullosamente han aprobado y espero seguir haciéndolo, con favor de Dios".
Al paso del tiempo, la enseñanza del ballet se ha ido modificando. Ahora hay tecnología, existe la posibilidad de conectarse con personas de otras partes del mundo, otros maestros, ver otras obras y antes no.
"En mi época de estudiante era muy difícil, teníamos que imaginar. Ahorita les podemos enseñar los ballets en video, en esa parte se han facilitado muchos las cosas, tenemos mucho material extra, pero creo que lo esencial no se ha modificado, que es el trabajo físico en el aula con el maestro y el alumno, y repetir y repetir hasta dominar el ejercicio, el paso, hacerlo de manera excelente".
En esta contingencia ha sido complicado, primeramente porque fue de improviso.
"Yo personalmente no cuento con la tecnología para hacer una clase y en ese sentido sí se me ha hecho complicado, pero aún con esas deficiencias hemos estado trabajando, nos hemos conectado, y tiene sus puntos positivos, como el no tomarlo como vacaciones, esto nos está forzando a aprender a usar programas, a ver qué novedades hay", dice
"Y creo que esa parte de no tenerle miedo a la tecnología, que de ahora en adelante va a obligar a usarla con mayor frecuencia. Yo prefiero el contacto físico, sobre todo en el área de la danza y las etapas iniciales, las correcciones no se hacen igual vía internet que frente a frente, pero son cosas que tenemos que hacer por el momento".

PERFIL
Maria Elena Aguirre Alarcón
Nació en Culiacán, donde inició sus estudios de ballet.
Estudió en la Royal Academy of Dance of London la carrera de maestra, así como la carrera de Arquitectura en la UAS.
Ha sido bailarina, escenógrafa y coreógrafa en innumerables puestas en escena en los géneros de ballet, jazz y contemporáneo.
Ha participado con agrupaciones como el Instituto Coreográfico de Los Mochis, Escuela Municipal de Ballet Clásico de Mazatlán, Arskiné, Academia Anny Jazz, Grupo Folclórico Sinaloense, Sinalodanza, Ballet de Cuba, Ballet Repertorio y Jazzisimo y Atelier Coreográfico.
En 2001 creó Atelier Coreográfico como escuela y compañía.
Ha sido maestra de Jazz, Ballet, Danza Clásica en universidades privadas y escuelas de arte.
De 2003 a la actualidad es maestra miembro de la Royal Academy of Dance.
De 2018 a la fecha, es maestra de barra al piso en la técnica de Zenna Rommett.
"Me siento muy satisfecha de tener alumnas contentas, que aman la danza, y sobre todo que no tienen lesiones, me enfoco mucho en una práctica saludable de la danza, mis alumnas están libres de lesiones y son longevas para practicar la danza por muchísimo tiempo"
María Elena Aguirre
Maestra de ballet