"'Difícilmente podemos nombrarnos artistas': Cecilia Pablos"

"Tengo una forma más sencilla, creo yo, de presentarme. Mi padre fue un cazador de la verdad sin término; mi madre, una paloma oliendo a rosas desde el primer instante de sus versos", exclamó Cecilia Pablos invitada por AMMJE Cultural.

"Nací en una parte del camino, aparte, donde venía más esencia que olivo los gitanos, con su traje de fiesta y polvo, y yo bailaba, bailaba sin sentir aguas turbias, bailaba descosiéndome la entraña".

Rodeada de sus obras, acompañada de las integrantes de la Asociación de Mujeres Jefas de Empresas capítulo Culiacán.

Pablos consideró que nadie se nombra artista en vida porque el arte es un cometido trascendente tan alto, que difícilmente se pueden autonombrar artista.

"Es el tiempo el que se encarga de puntualizar quién permanece según su obra, según su trayectoria como lo que imprimes de ti en tu obra", subrayó en el encuentro citado en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario, una noche fresca de noviembre.

Vale la pena comentar que la creación artística es un imperativo del espíritu, destacó.

"Hay artistas que le otorgan calidad de sobrevivencia. El acto poético es un acto tan necesario, tan profundo, tan sublime que se le otorga condición de sobrevivencia", sostuvo.

"Yo a mi vez en este camino, me doy cuenta que el artista abreva, porque tiene necesidad de expresar sus sentimientos, sus emociones, lo que piensa; abreva del mundo onírico, abreva de una realidad que lo infunda de la propia realidad".

La naturaleza, la expresión del universo, dijo, es materia de creación, de conocimiento, de transformación para el artista.

"Y echa mano de esa realidad, no se limita de ese marco de creación porque de continuo estamos creciendo, estamos con vivencias nuevas que nos van dejando una huella".

Un artista hurga en las emociones que están en el sótano del subconsciente. Ello es el equivalente de una búsqueda apremiante de lo trascendente.

Es fácil entenderlo porque la naturaleza del ser no es solo materia.

"No es casualidad que Dios nos haya conformado de cierta forma, nuestra inteligencia para regir los actos de los sentimientos, emociones y las pasiones y poder cristalizarlo en obras de trascendencia, en obras de bien".

"¿Y por qué hablo de trascendencia?, porque la belleza según la estética es uno de los trascendentes de Dios, de la Divinidad".

Aludió a Platón que dijo que al momento de la creación, el artista se convierte en un intérprete de la divinidad, y Pablos mostró asombro ante ello, y rió tal vez por lo que encierra esa frase del filósofo, y es por ello que no es fácil autonombrarse artista, solo el tiempo lo dirá, como pasó con Van Gogh, Beethoven, Rembrandt, entre otros.

"Cuando creo algo, en este caso voy a citar la pintura, le digo a Dios 'quiero que la obra contenga un bien real, un bien que se concrete en la belleza y la transmisión de un sentimiento'", exclamó.

Ver el lienzo en blanco le significa un desafío, igual que una hoja en blanco en una máquina, que impone.

"Hay noches que todo sobreviene como si fuera un torrente maravilloso de gracia, pero hay días que hay una aridez del alma, del pensamiento y uno busca expresar y la verdad cuesta mucho", indicó.

Pablos explicó algunas de su obras, como Autorretrato en las manos de Dios, hecho en técnica mixta, acrílico, transfer y carboncillo, en la que plasmó el movimiento tempestuoso que suponen a veces los pensamientos.

También declamó algunos poemas, uno de ellos dedicado a Federico García Lorca, y al finalizar, el público disfrutó la dramatización de una de sus historias con la intervención de David Zataráin y Larick Huerta.

Así culminó una noche de convivencia, con una creadora que con letras y ritmo, sabe dar cauce y contagiar, cautivar a otros con sus sentimientos, sus emociones.

CECILIA PABLOS

Es autora de los libros de poesía 'Apología por un desterrado', 'Revelación de lo imposible', 'Días de pájaros salvajes', 'Sólo se trata de este cielo' y 'Las buenas noches de las vírgenes', presentado este año.

Ha escrito las obras de teatro 'Orfeo, el hombre mítico', puesta en escena por Óscar Liera; 'Amor en una esponja de vinagre', dirigida por Héctor Monge; '¿Dos más dos son siempre cuatro?', 'Un camino distinto', y la pastorela 'El regalo es Él'.

 Foto: Cortesía/IMCC