|
Festival Cultural Mazatlán 2021

Drama, tango y un barítono

Se apersonó la pasión del tango al rojo vivo en la voz de Esteban Baltazar

La voz profunda de bajo-barítono de Esteban Baltazar le otorga un dramatismo profundo, doloroso a la interpretación del tango, la noche del jueves en el TAP sorprendió al público porteño con el concierto Balada y tango, en donde la música y las letras que le dan identidad a Argentina brillaron para arrancar emociones del respetable.

Un ingrediente que resultó indispensable para que el espectáculo se elevará por su calidad fue la música, primero que nada los arreglos contemporáneos, pero sin descuidar la esencia de cada una de las piezas icónicas de esa música que nació en los arrabales de Buenos Aires y Montevideo.

$!La voz profunda de bajo-barítono de Esteban Baltazar le otorga un dramatismo profundo, doloroso a la interpretación del tango.
La voz profunda de bajo-barítono de Esteban Baltazar le otorga un dramatismo profundo, doloroso a la interpretación del tango. ( )

En cada presentación sorprenden los músicos de la Orquesta sinfónica del Teatro Ángela Peralta , esta vez conformaron una agrupación de 13 músicos dominando los violines, los metales y dos pianos que le dieron una riqueza de colores a cada una de las piezas. Tan solo la calidad musical del espectáculo fue suficiente para embelesar al auditorio.

Todos fueron dirigidos por el afinado y experto oído de la maestra Teresa Rodríguez, conocida en el mundo de la ópera mexicana como La Beba, es impresionante como un músico de su nivel puede enriquecer un espectáculo, toco el piano y tomó la batuta para tejer los sonidos finos que dejaron vibrando la emoción del público.

Esteban Baltazar fue alumno de los maestros Enrique Patrón de Rueda y de Teresa Rodríguez , considerados como dos de los más importantes maestros de cantantes de ópera de México, estudió en dos óperas estudio de España y tiene una interesante carrera en la ópera en donde ha cantado papeles importantes como Don Giovanni de Mozart entre muchos otros, fue miembro el Coro Guillermo Sarabia.

$!El artista estuvo acompañado de músicos de la Orquesta del Teatro Ángela Peralta.
El artista estuvo acompañado de músicos de la Orquesta del Teatro Ángela Peralta. ( )

Su formación operística no le ha impedido desarrollar su talento para interpretar música popular , más bien ha potencializado su don, lo comprobamos en la función del jueves pasado en el Teatro Ángela Peralta, la carga emotiva que le imprime a los tangos, el color profundo de su voz que logra convertirse en la pasión que el desamor expresa en esas entrañables piezas cargadas del dolor humano.

Después de dos baladas incoloras y un tanto desabridas como El rey azul, éxito de Emmanuel y Vivir asi es morir de amor de Camilo Sesto, captó la atención de los oyentes la emocionante introducción de Los pájaros perdidos, una composición del genio del tango contemporáneo Aztor Piazzolla que llena los auditorios de conmoción y los estremece con sus formas novedosas de hacer el tango con el que cualquier público del mundo se conecta instantáneamente.

El tierno y nostálgico sonido de un piano introdujo en una atmósfera con esas cualidades a los asistentes, fue cuando se reveló la profunda y gruesa voz de Esteban Baltazar que le dio contundencia a cada palabra de la canción cargada de evocaciones y pérdidas.

Continuó con tres tradicionales y amados tangos El día que me quieras que le permitió a Esteban Baltazar confirmar las cualidades que imprime a su interpretación de estás obras. Volver con esa carga de melodrama narrado con una canción y Nostalgia, eso definió que el tango era el diamante que brillaría en este espectáculo.

Un arregló diferente y acertado de El triste la canción que colocó a José José en el candelero y Adoro de Armando Manzanero, sirvieron como homenaje de dos grandes de la interpretación y la composición de canciones populares mexicanas.

Fue delicioso ver al bajo=barítono interpretar una versión espléndida de Bonita, muy jazzeada y con guiños de musical de Broadway, Con la que se despidió del escenario.

Tenía preparada una sorpresa, si los tangos lo había hecho brillar tanto lo lógico era que terminara con uno, cuando el público pidió un encore se oscureció el escenario, un color naranja rojizo incendió el escenario adornado con una escalinata por la que bajo el cantante, al mismo tiempo que la orquesta interpretaba con exaltación la introducción de Rojo tango esa pieza cargada de exaltación, que agita los pechos cuando se escucha , que estremece cuando el solista con su corpulenta voz conmocionó a los que escuchaban.

Fue un final brillante que por supuesto arrancó un estruendoso aplauso de aceptación.

Periodismo ético, profesional y útil para ti.

Suscríbete y ayudanos a seguir
formando ciudadanos.


Suscríbete
Regístrate para leer nuestro artículo
Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


¡Regístrate gratis!