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"Columna Semanal"

"El Octavo Día: Nuevas fábulas pánicas"

"La alerta de pandemia es un llamado a guardar la calma y a hacer las cosas prudentemente, no que a todos los diablos anden sueltos"
EL OCTAVO DÍA
15/03/2020 14:53

Pandemia suena a algo de todos los demonios, pero significa otra cosa y viene de una expresión incompleta.

La pandemia es una enfermedad que se extiende por toda una zona importante. La voz procede de la expresión griega pandêmon nosema (enfermedad); πανδημίά se compone de pan (totalidad) y dêm- (pueblo), que significa primero el pueblo entero.

Pan, en griego, significa todo, como en panamericano o panorama, (todo lo que se ve).

En cambio, con dem, son los casos en palabras como epidemia, endemia y hasta democracia.

La palabra demonio no viene de ahí, sino que proviene del griego δαιμονιον [daimon], “genio”. Cuando San Jerónimo tradujo la Biblia Vulgata usó la palabra daemonium. De ahí pasó al castellano como demonio.

La palabra griega daímon tiene, sin embargo, un antiguo uso en la cultura griega anterior al cristianismo...

El daímon griego no era precisamente un ente del mal, Sócrates decía que tenía uno que lo impulsaba a decir o pensar ciertas cosas, según recuerdo. También los griegos crearon el concepto de “gen loc” para referirse al “genio local”, que lo mismo podría aplicarse tanto al santo ya fallecido, al sabio del pueblo o al cacique político regional.

Y por extensión al mundo árabe pre islámico, también andaban por ahí los genios de las Mil y Una Noches, traviesas figuras etéreas llamadas “djins” en esa cultura.

Pasemos a otra palabra que da título a este artículo. Las fábulas pánicas son una célebre serie de relatos, a manera de cómic, que Alejandro Jodorowsky publicó en el diario mexicano El Heraldo a fines de la década de los 60. Aunque era una época de romper tapujos, fueron bastante fuertes).

Se llama pánico al miedo grande, el temor excesivo, la cobardía extrema. Procede del griego Panikós. En realidad, la expresión completa es “terror pánico”.

Según la mitología, el dios Pan, ese fauno con cuernos y hábitos de macho cabrío, usó una estratagema tan ruidosa para vencer a los enemigos de Ossiris, a quienes él protegía, que huyeron ateridos y aterrados.

Desde entonces, alegan los autores antiguos, se llama pánico al terror excesivo e infundado que se extiende como los pasos de esta deidad, que no siempre anduvo persiguiendo ninfas o tocando su caramillo de afilador callejero.

Aquí en Mazatlán veíamos compras de pánico de pan de barra en las amenazas de huracán y nos dábamos cuenta de la alerta por la radio o por simple movimiento repentino en las tiendas. Nuestro pánico local.

Era real esa caución porque podríamos enfrentar una escasez de alimentos por vías terrestres bloqueadas, pero, ¿que pasa hoy con el papel de baño?

Me gusta, por certero, el concepto de mentalidad de rebaño para explicar esta psicosis en donde, al ver estantes vacíos, la gente se vuelva con desespero milenario a efectuar las llamadas compras de pánico.

La alerta de pandemia es un llamado a guardar la calma y a hacer las cosas prudentemente, no que a todos los diablos anden sueltos...

Aunque por todos lados se siente un clima social de los mil demonios, ojalá esta prueba logre que ahora sí nos concentremos en lo verdaderamente importante y sobre cuál es el sentido real de las palabras.