"En el Cine de Oro hubo una mujer entrona y emprendedora, asegura Ernesto Diezmartínez"
En una época del cine mexicano, en el que los modelos femeninos eran la mujer sufrida, abnegada, la novia que espera y la mala mujer, hubo excepciones como el de la mujer entrona y emprendedora que interpretó Sara García en La gallina clueca, de 1941.
Durante la charla La presencia femenina en el cine, organizada por AMJE y el Instituto Municipal de Cultura Culiacán, el crítico de cine Ernesto Diezmartínez explicó que en esta cinta, García hace el papel de una mujer viuda que viaja de Monterrey a la Ciudad de México, con sus hijos a trabajar, a salir adelante, no a pedir limosna, ni buscar marido.
"Ahí, Sara García es la gallina clueca que enseña a sus hijitos, le da consejos matrimoniales a su hija que son formidables porque es un cambio dentro del conservadurismo mexicano, son propuestas diferentes", dijo.

En la cinta, de la cual proyectó algunos fragmentos, García aconseja a su hija que si alguna vez su marido la llega a engañar y es algo pasajero, lo perdone; si no es así, que defienda su hogar, su honor, su familia y sus hijos. Pero si no hay amor, que no le ruegues, que lo deje, pues un hogar sin amor es lo peor que puede haber.
"Estamos hablando de 1941, una mamá dando consejo a una hija que es mejor divorciarse que aguantar, digo, a lo mejor en 2019, capaz que todavía hay mamás que aconsejan aguanta", destacó.
En esa película participa Domingo Soler, compartió, quien se enamora de esa mujer emprendedora, luchona que saca adelante a sus hijos con trabajo y constantemente le pide matrimonio, pero nunca le da el sí.
"Es el más grande ejemplo de una modernidad incipiente, que no tiene continuación, no hay mujeres así en el cine mexicano, y las mujeres con iniciativa, son las malas mujeres".
En el Museo Regional de Historia, ante empresarias, amantes del cine y público general, Diezmartínez comentó que mientras que en Hollywood había un estereotipo de mujeres rubias a las que sólo les preocupa el cabello, pero debían demostrar que a pesar de ser bellas son inteligentes, en México eran las mujeres sufridas y abnegadas.
En la actualidad, dijo, hay comedias que son completamente misóginas, como Qué culpa tiene el niño.
"La idea que una mujer profesionista, con posgrado, trabajando, encuentre a un hombre que ni si quiera terminó la prepa, es suficiente para ella y es perfecto, es noble, vende pizzas y aún sabiendo que no es el papá del niño, decide casarse con ella para darle nombre al niño, como si viviéramos en los años 40. Al final el héroe de la película es este baquetón".
Actualmente hay una explosión de mujeres directoras en el cine, eso es una oportunidad, una de cada cuatro películas que se producen son de una mujer, pero solo se estrenan alrededor de 100 al año y la mayoría sólo en Ciudad de México, y sólo las más taquilleras llegan a esta ciudad.
"El año pasado se produjeron 184 y en Culiacán se exhibieron 52 y ese es el promedio".
Entre las cineastas mexicanas destacó el trabajo de Claudia Saint-Luce, Natalia Beristáin, Lucía Gajá, Alejandra Márquez, Tatiana Huezo, Catalina Aguilar y Jimena Montemayor.