En presentación del libro Infotecnologías, expertos de la Unesco afirman que la pandemia evidenció la problemática en educación
Un libro que aborda una investigación sobre la desigualdad social y económica en la educación que evidenció la Pandemia es el de Infotecnologías, teoría y práctica educativa en tiempos de pandemia.
Durante la presentación, que fue transmitida por la cuenta de Facebook de Editorial Porrúa, contó con la participación de investigadores y académicos como Jorge Gastélum Escalante, Juan Carlos Yáñez Velasco, Axel Didriksson, Francisco Telémaco Talavera y Ana Lúcia Gazzola.
Durante el evento, Gastélum Escalante habló de que el libro reúne ocho capítulos, tres son ensayos estratégicos y cinco son ensayos científicos, uno de ellos es del doctor Axel Didriksson, otro de Miguel Ángel Pasillas Valdez y sus colaboradores de la Unam; otro de Juan Carlos Yáñez Velazco, y los demás estructurados en el esquema científico, del doctor David Moreno Candil y su colaborador Edwin Guerrero, José de Jesús Chávez, Martín León Santiesteban, Ana Imelda Coronel, y un artículo de corte cualitativo, escrito por él mismo.
“El ensayo de Juan Carlos Yáñez resalta una pregunta sobre cómo van a ser las universidades postpandemia, el del doctor Chávez es una investigación en tres universidades del país, sobre qué pasó durante los semestres cursados en pandemia en la enseñanza a distancia”, explicó.
“David Moreno revisó la literatura disponible hasta el momento, porque es un fenómeno nuevo y habla de cómo trastocó todas las formas de enseñanza y aprendizaje”.

El artículo de Martín León muestra en gráficas las posibilidades de acceso de los estudiantes de 21 universidades del país y la forma cómo estuvieron recibiendo la enseñanza.
La investigadora Ana Imelda Coronel aporta un trabajo con mujeres campesinas que impartieron un curso de perspectiva de género que fue llevado virtualmente y de cómo fue el aprendizaje.
En el artículo que escribió el doctor Gastélum Escalante se muestra el enfriamiento del proceso enseñanza aprendizaje.
“No hay contacto, no hay miradas, y eso propicia una cierta inhibición y apatía por el proceso”.
En su intervención el doctor Yáñez Velazco, coordinador del libro también, reconoció el privilegio de tener en la moderación a Axel Didriksson, investigador de tiempo completo de la Unam y Presidente de la Global University Network for Innovation para América Latina y el Caribe, así como los comentarios de Ana Lúcia Gazzola y de Editorial Porrúa de tomar el proyecto.
“Una de las mayores enseñanzas que deja la pandemia es la de trabajar con nosotros, aunque estén lejos de nosotros, el valor del trabajo en red, está claro que nunca se había escrito y hablado tanto de educación en la historia de la humanidad”, dijo el coordinador del libro.
“Estoy convencido en este momento que si un virus tenemos que contagiar es el virus del pensamiento, y cómo nos deja parados la pandemia y cómo vamos a ir una vez que salgamos”.
En el evento se contó con la asistencia del académico nicaragüense Francisco Telémaco Talavera, rector de la Universidad Nacional Agraria, es doctor honoris causa por varias universidades del mundo expresó que el libro es un trabajo de un diverso equipo de investigadores de alto nivel como Didriksson.
“Aunque el libro tiene el título de Infotecnologías, la realidad es que el libro debiera ser leído no solo por quienes están en el ámbito en la educación y en cualquier ámbito del desarrollo social, económico y trasciende a la educación; el valor que tiene es muy amplio y se le debe dar una gran divulgación, hacer un análisis y estudio en positivo”, afirmó.
“Los autores no presentan sus criterios como verdades absolutas, sino análisis con diferentes salidas en los escenarios posibles, se analiza incluso cuál era la realidad ante de la pandemia, porque la realidad no comenzó con la pandemia, sino que la ha agudizado el problema económico, social, ambiental, tecnológico.,
Afirmó que el mundo estaba preparándose en 2019 para lo indeseable y vino lo impensable.
“En el primer artículo que escribió el doctor Didriksson, dice que la OMS ya había alertado probables problemas en el ámbito de la salud que ya estaban sucediendo y la pandemia fue una expresión de algo que no se quiso tomar en cuenta en su momento, igual pasó con el cambio climático, los científicos lo hablaron mucho y no se les hizo caso, y realmente tuvimos que llegar a un punto casi al borde del abismo para establecer la consciencia de algo que se pudo haber prevenido mucho antes”.
En el ámbito meramente educativo, señala el problema de la educación antes de la pandemia y las oportunidades que no se estaban aprovechando al máximo.
“El problema de la cobertura desde las infotecnologías, pero no habíamos adquirido la consciencia que la Pandemia obligó a asumir, evidenció una realidad que ya existía; se hace un análisis en la dimensión que tiene el problema, pero estos problemas globales no tienen soluciones locales, tienen que abordarse desde lo local, desde lo regional y desde lo mundial, de lo contrario no habrá manera, igual que pasa con el cambio climático y las drogas”.
El académico propuso que se quiere un cambio de modelo de desarrollo económico y social, y un cambio de enfoque en la utilización de las infotecnologías en la educación al pasar del mundo tangible, ahora a un mundo volátil.
“El libro aborda el problema desde la infotecnología, pero lo aborda desde las potencialidades indiscutibles e innegables, pero para la educación, para el trabajo, pero no lo debemos de ver como la panacea, porque tiene otras aristas, porque lo han propuesto como la solución y no como el medio”.
Se pensó en algún momento que dotando a los estudiantes de herramientas electrónicas, se iba a solucionar el problema de la calidad, pero no fue así, la calidad fue igual y no fue sostenida.
“Las tecnologías tiene un enfoque tecnológico y técnico, y resalta el tema de la limitada cobertura que tienen las tecnologías en el mundo, por el problema de la infraestructura, sobre cómo llega, a dónde llega y cómo la familia tiene acceso a ella y si tiene para pagarla”.

También habló del problema de la tecnología desde los emisores y receptores de la educación, maestros también con limitadas posibilidades de medios tecnológicos, y los estudiantes, los dos extremos de la educación reflejan el problema.
“Ni los estudiante, ni los maestros, las instituciones a nivel internacional estaban preparadas para pasar abruptamente de una educación presencial a la virtual, que ya presentaba problemas, y que no se estaba preparados para asumirlo y el aprendizaje queda en una brecha muy grande”.
Afirmó que la educación presencial no era de calidad, ahora se le suma las limitantes de la educación virtual, el libro evidencia en su investigación que el modelo de educación ha tenido gran impacto en la capacitación y cuál es el éxito que ha tenido este tipo de educación.
“No solo aborda lo utilitario, sino el impacto subjetivo en la educación en su conjunto, el usuario pasa a ser el soporte de las grandes empresas que lograron ese poder mundial, por el control de la información y la capacidad que tiene”.

La profesora Ana Lúcia Almeida Gazzola fue la última en participar y dijo que necesitamos reflexionar sobre las condiciones del trabajo educativo con las nuevas herramientas, que no pueden ser sacralizadas ni odiadas porque ofrecen ventajas, pero no son sustitutivas de las otras formas de interacción humana.
“Desde las desigualdades sociales y económicas que enmarcan las actividades educativas, cuestiones de subjetividad, retos de la educación superior, estudios de caso de las percepciones de la experiencia en la formación remota, el enfoque es equilibrado sin sacralizarlas tampoco ignorando su potencial”, compartió.
“Si por un lado indican oportunidades como herramientas para la comunicación, por otro lado advierten riesgos de su utilización exclusiva, así como el comienzo de una mercantilización y precarización de la educación superior”.
La ex directora del Instituto Internacional para a la Educación Superior en América Latina y el Caribe (Unesco-IESALC), ex rectora da Universidad Federal de Minas Gerais y ex secretaria estatal de Educación Básica del Estado de Minas Gerais, afirmó con contundencia la necesidad de trabajar en conjunto.
“O salimos todos de la pandemia o no sale nadie, y es que todos las soluciones pasan por niveles locales, pero se requiere una integración regional solidaria que permita superar los retos estructurales y construir anticuerpos y alternativas en contra de modelos hegemónicos que vienen de afuera”.
Consideró que la visión del doctor Axel era centrada en la propuesta del reemplantamiento de las agendas de la universidad y de la investigación.
“Eso me parece constituir un campo político de análisis de las infotecnologías no solo del presente, sino del futuro”.
Urgió trabajan las relaciones entre las tecnologías informáticas y la subjetividad, destacando los aspectos lascivos del uso totalizado de las infotecnologías.
“El libro resalta la centralidad de la educación y de repensarla en todos los niveles y sobre todo el rol del maestro. Tampoco que seda en el marco socioeconómico, educativo, político de transformación y pasa por estudios de casos, experiencias concretas en universidades, actividades de formación para grupos externos, y presentan detalladamente sus experiencias concretas en su dimensión positiva y negativa”.
Dadas esas condiciones, se preguntó la experta en educación internacional qué ha pasado en la realidad concreta, qué se puede aprender de esas experiencias,
“Los docentes hay que salir doblemente de la zona de confort al utilizar nuevas herramientas de manera crítica y tener que ejercitar una buena escucha”.
Destacó algunos interrogantes para concluir su participación.
“¿Qué innovaciones y cambios metodológicos debemos promover y adoptar? hay nuevos herramientas, pero se necesitan nuevas visiones. ¿Cómo podemos unirnos regionalmente para rescatar el derecho digital de todos?”, cuestionó.
“Hay que apostar en las innovaciones tecnológicas, pero hay que personalizar el proceso de aprendizaje porque no son un fin en sí mismas, sino que deben contribuir implementando nuevas formas de interacción que se suman a la presencial, para optimizar la experiencia pedagógica a su manera y a su ritmo con su singularidad”.
Finalizó con una reflexión sobre que las actividades remotas deben ser complementarias a las presenciales.
“Nada sustituye el papel del profesor y hay dimensiones en la presencia como aprender a escuchar, convivir, ejercitar la tolerancia, respeto a la diversidad y a la capacidad crítica que me mueven a reflexionar sobre las nuevas tecnologías”.