"Entregada, Claudia Bandín al impulso de bailarines"
Ser solista principal, sentir el nerviosismo en el escenario, ensayar para una presentación son capítulos de un libro que Claudia Bandín cerró, para entregarse por completo a ser maestra de ballet.
Ahora que está de regreso viviendo en su ciudad, Culiacán, tras radicar varios años en Cabo San Lucas, quien fuera integrante por 10 años del Ballet de Monterrey platica lo que ha sido estar del otro lado de la escena.
Invitada por diversas academias fue como se dio su incursión como maestra de ballet, cuando tenía aproximadamente 19 años, después cuando fue parte del Ballet de Monterrey, por un lapso de 10 años, este abrió una escuela en la que descubrió que sentía la misma pasión tanto por bailar como por compartir sus conocimientos.
Entonces fue cuando visualizó tener su propia escuela.
"Me encantaba dar clases, ver que las niñas me entendían, había una química muy bonita entre maestra-alumna", relató.
La culiacanense siguió bailando y tras una lesión se retiró, y fue cuando decidió abrir Danstudio Claudia Bandín, en Cabo San Lucas, donde impulsó a sus alumnos con una visión competitiva.
"Empecé a darle por el lado de las competencias porque es un reto para cada alumna saber qué tanto puede dar en el escenario con jurado, sinodales, grandes personalidades, y gracias a Dios nos fue muy bien".
En cuatro años, añadió, lograron nueve medallas de concursos nacionales e internacionales, entre ellos el más importante de México, que se realiza en el Palacio de Bellas Artes.
Poco a poco también Danstudio se ganó el reconocimiento de otros maestros y escuelas.
"Me sentí muy bien porque ahí ves que vale la pena tu trabajo, tanto en el reconocimiento del público y de gente que de verdad sabe, como cuando ves a tu alumna y ahora yo estoy sentada acá, con los nervios más grandes que cuando bailaba ", expresó.
"Es una parte muy diferente ahora estar detrás y queriendo que tu alumna todo lo haga bien. Gracias a Dios me fue muy bien, es algo que también quiero hacer con mis alumnos de acá".
Aunque suene a cliché, añadió, quiere ser una cazadora de talento, pues le encanta ver a pequeños talentosos y apoyarlos, como le ocurrió a ella en su tiempo.
Su preocupación ahora es el vestuario, la escenografía, las luces, que las niñas y niños estén bien, que no haya lesionados. Es un rol que le gusta mucho, estar detrás.
"Les exijo mucha disciplina, pero no puede haber disciplina si no hay pasión. Si la niña no ama bailar, es muy difícil que pueda surgir esa disciplina porque lo está haciendo casi forzado", indicó.
Si una alumna va a fuerzas a clases, aseguró, es más pesado, porque el ballet exige concentración, ir con el ritmo, hacer los pasos con la colocación física correcta...
"Pero cuando les gusta, uno hace maravillas con los alumnos porque si esto es lo que me gusta y es lo único que sé hacer toda la vida, y si el alumno también quiere, se pueden hacer muchas cosas", consideró.
Todo pasa por algo
Claudia Bandín consideró que su carrera se vio anticipada al retiro por el rompimiento del ligamento cruzado anterior, el más fuerte que puede tener una rodilla, a una semana del estreno de Giselle en el Ballet de Monterrey.
"Son cosas que pasan. Fue mucha la frustración, pero uno aprende que todo pasa por algo, yo ya tenía la inquietud de tener mi propia escuela. A raíz de esa lesión fue que me cambió la vida de una manera positiva porque estoy en lo que sé hacer, y estoy contenta", comentó.
Haber sido solista principal, haber estado en varios escenarios, dejaron en Claudia referencias para encauzar mejor a sus alumnos, conoce a bailarines a quienes invita para que compartan su historia de vida para motivar a sus alumnos y que vean hasta dónde pueden llegar.
"El compromiso de un maestro, para mí, tiene que ser al 100 por ciento con los alumnos. Hay muchos maestros que siguen bailando y su atención está dividida, hasta se meten a hacer clases con las mismas alumnas, y es tanto el ego de un bailarín que no le da la atención para dejar lo suyo y ver a las niñas", platicó.
"Quiero que los padres sepan que las alumnas van a tener toda mi atención, porque todo lo que he vivido, lo que aprendí, ahora quiero dárselos a ellos, quiero impulsarlos, quiero que sean los mejores, que los reconozcan, que es lo que me ha pasado en años anteriores".
Su tiempo es para sus alumnos, afirmó, para enseñarlos sí con disciplina, pero garantizando que se irán contentos tras la clase y desearán regresar al día siguiente.
EL IMPULSO
En su escuela tiene portarretratos del recuerdo que piensa suplir por las de sus alumnas. En una de ellas Claudia Bandín tenía 15 años.
Sabe que es importante enseñarles a sus alumnas lo que se logra a base de trabajo, y que ser bailarina exige demasiadas condiciones físicas.
La coreografa egresada del INBA también destacó el apoyo tan importante que ha tenido de sus padres, y tras lo que hoy puede sentirse una mujer satisfecha.
"Eso es número uno. Va pegado al gusto que la niña o niño tiene por bailar: el apoyo de sus papás. Yo cada paso que he dado en mi carrera ha sido con el apoyo de mis papás, tanto moral, físico, y económico", expresó.
"Cuando los niños van a empezar y de verdad quieren algo, que los escuchen, que los apoyen, esto sí es una carrera, que no lo vean como hobbie. Para mí es mi vida, yo vivo de esto".
Claudia, emocionada por emprender un proyecto, concluyó esta charla llena de admiración y respeto por Rosa Maria Fregozo y Octavio Bandín, quien es músico y poeta,y de quien ha heredado el gusto por escribir; así como también por sus dos hermanos mayores, quienen han sido un gran respaldo.
SU CARRERA
- De 9 a 14 años, Claudia Bandín Fregozo fue alumna de Karemia del Rey Escuela con la Técnica Cubana.
- A los 12 años fue finalista del primer concurso internacional de ballet en La Habana.
- Estudió en la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea de Danza Clásica del INBA, de 14 a 18 años, para graduarse de Bailarina Ejecutante de Danza Clásica.
- Recibió una beca para estudiar en el Instituto Superior de Arte de Burdeos, Francia, donde estuvo casi un año.
- Casi 10 años perteneció al Ballet de Monterrey.
- En 2006 fie reconocida por el Museo Metropolitano de Monterrey.
- Recibió el reconocimiento como Mejor Coreógrafa del Sinaloa Concuso Internacional de Danza 2015.
- Ha sido jurado en competencias de baile.
EN LA ESCUELA
-Se imparten clases a niños desde 4 años, jóvenes y adultos de yoga, clases de ballet que incluye preballet, ballet, puntas, repertorio clásico, danza contemporánea, acondicionamiento físico, terminología del ballet clásico; clases de ballet para adultos. En redes: instagram: danstudio_CLN, Facebook: danstudio CLN