Es Premio Valladolid de las Letras oportunidad para nuevos talentos

El Premio Valladolid de las Letras es una oportunidad para nuevos talentos en sus 18 años ya de existencia y cuyo primer ganador fue el escritor mazatleco Manuel Rochín, con la novela Pero no vuelvas a enamorarte.

“Estoy muy agradecido con el Premio Valladolid, de hecho esta es la gran labor de los premios, a veces andamos por ahí flotando en el limbo y no sabemos exactamente si somos escritores o no lo somos y de repente un premio como que nos dice sí puede ser”, dijo Manuel Rochín en el diálogo Ganadores de la Convocatoria Valladolid de las Letras, realizado la tarde de este jueves en el Teatro Antonio Hass.

En el evento, como parte del Festival del Libro Mazatlán 2022, que estuvo moderado por la maestra, Maru Enciso, el primer ganador del premio agregó que toda la vida va a estar agradecido con el Sistema Valladolid porque se dio cuenta que sí es escritor y posteriormente ya sacó una trilogía, entre otros trabajos.

Algunos ganadores de esta convocatoria como Aleyda Rojo y Mario Hinojos no pudieron estar en el diálogo, pero además de Rochín estuvo presente Estela Alanís, Leonor Ramírez y Maritza Castro, Estela Alanís fue ganadora del quinto premio en el 2008 con el cuento Sopa de letras, que fue adaptado posteriormente al teatro con una aceptación increíble del público y en el décimo premio logró una mención honorifica.

Leonor Ramírez fue la ganadora en la edición 15 en 2018 con el libro Voces en el espejo.

“Me dio mucha alegría, me dio mucha emoción, creo que compartimos los cuatro (escritores presentes en el diálogo) ese sentimiento de decir es el camino y ese camino que a lo mejor en ese momento se siente dado, hecho destino, la vida también nos exige que escribir es un arte y tener un oficio siempre sujeto a la perfección y al crecimiento y un camino sinuoso que a la par de ser bello es muy demandante”, expresó Leonor Ramírez.

Mientras que Maritza Castro ganó en la décima edición una mención honorífica con el libro de cuento La máscara del león, que fue una de varias veces que obtuvo menciones honoríficas hasta que ganó el premio en 2020, que ya fue un premio no solo nacional sino binacional porque ya se tuvieron participantes de dos países con el libro Itatí y la bruja del cerro.

Sin embargo, ese año no pudo acudir a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara porque no se realizó por la pandemia del Covid-19, pero sí pudo ir al año siguiente.

“Yo sí grité qué (al enterarme que gané el premio), lo grité varias veces, yo no le tenía ni un poquito de esperanza a este cuento, yo lo entregué el último día de la convocatoria, varias veces presenté un cuento el último día, de panzazo y ese lo entregué el último día porque la verdad yo no pensaba entregarlo, pero las personas a las que se los di a leer, a mi hermano, a mis amigos me decían qué estás haciendo, mételo, no pierdes nada”, continuó Maritza Castro.

“Fue como la primera vez que no esperé nada, entonces como una semana antes me preguntaron ¿oye, el sábado van a anunciar a los ganadores del Premio, no vas a verlo?, dije no, no me esperaba eso, fue muy loco, aquí un dato curioso es que se cumplieron 10 años de mi primera participación, en el 2010 mi primera participación, creo que como dos años no alcancé, agradezco, fue un shock, estaba temblando”.