Explotación y desigualdad aborda ‘Danzantes del alba’

Una investigación documental sobre explotación, trabajo de maquiladoras del sur de México, la situación de los migrantes, la cultura de un carnaval en los pueblos, entre otros temas, se pudieron ver en la obra Danzantes del Alba.

Obra con la que se inauguró a la edición 13 del Festival de Teatro Escena Mazatlán, que organiza el Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, y que tiene como sede el Teatro Ángela Peralta.

La compañía Teatro Línea de Sombra en esta puesta en escena combina el teatro experimental, la danza contemporánea y la música en vivo, y está inspirada en un carnaval que se celebraba en Tabasco y a lo largo de las rutas de migración de Centroamérica.

Siete danzantes y un minitauro portando overoles hechos con tiras o retrasos de tela, mostraron las desigualdades, además de los mitos y costumbres de un pueblo. Esos overoles simbolizaron un traje festivo hecho con cientos de retazos materiales, afectivos, políticos, narrativos o inconscientes.

Cuerpos danzaban al ritmo incesante de un tambor atraparon a los asistentes al recinto porteño, que a ras del escenario presenciaron la obra con asombro.

Diversos rituales y la explotación sobre una zona circular donde se agolpan las alegrías de la fiesta y las líneas de producción de las maquilas, el horror de los colgados y el goce de los bailarines fue presentando.

“Taparse con una máscara su rostro por un año, es una manera, dicen, de olvidarse del dolor”, se dejaba escuchar en voz en off en el recinto porteño, mientras se visualizaba un gran perchero al fondo con más overoles de diversos colores.

Imágenes proyectadas en dos gigantes pantallas, un público a la expectativa y una narrativa intensa fueron escuchadas y visualizadas por los presentes.

Ahí, tan cerca del escenario y casi tras bambalina, llegaron los danzantes, a mostrar su cultura, esa cultura de los carnavales, y de bordadoras de maquiladoras que muestran un país lleno de desigualdad.