"Guillermo Sarabia, una joya de la música"

Mazatlán está señalado por la ópera. ¿Será el destino, los genes, el entusiasmo y las pasión de los patasaladas? no se sabe, pero podría ser la buena fortuna, que ha regado el talento en esta marisma para que sus habitantes disfruten y amen este arte.

Este viernes, en la Casa Haas presentaron el disco del barítono Guillermo Sarabia, que nació en estas playas en 1937 y llevó el nombre de México por el mundo como uno de los mejores de la década de los 70 del siglo pasado.

Los mazatlecos adoptaron a Ángela Peralta como nativa de la Perla del Pacífico, porque murió y fue enterrada en este lugar. Esta cantante de ópera, considerada el mejor exponente de este arte en México en el Siglo 19, es parte de la memoria de los que habitan el puerto, quienes saben que aquí se disfruta de la ópera desde hace más de 150 años.

A ese hecho se suma la coincidencia de que por el rumbo de la Playa Sur, en lo que hoy es la Avenida Alemán, naciera el director de ópera más talentoso de la segunda mitad del Siglo 20 en México, Enrique Patrón de Rueda, quien en la década de los 80 del siglo pasado generó un proyecto (Festival Cultural Sinaloa ) para traer la ópera al Estado, crear un público y educar voces en un taller, para que se dedicaran a este arte.

Para terminar con esta triada de coincidencias, en 1937 nació en Mazatlán Guillermo Sarabia. Su padre fue dueño de la Farmacia Sarabia que se encontraba en una de las esquinas de la Plazuela Machado.

Guillermo es el único barítono dramático genuino mexicano en la historia de la ópera en este País. Debutó en el Metropólitan Ópera House en 1973, interpretando un papel de la ópera Aída, después lo hizo en la Scala de Milán, en el Liceo de Barcelona, en el Colón de Buenos Aires yen 1978 debutó en el Palacio de Bellas Artes de México, con El Trovador, de Verdi.

En Mazatlán son pocos los que lo conocían y el viernes el público porteño amante de la ópera lo escuchó por primera vez y se deslumbró por su portentosa voz. Sus tonos bajos profundos, oscuros, contrastan con su capacidad de abordar las melodías y estremecer con la emoción que imprime a su interpretación.

La presentación del disco estuvo a cargo de Héctor Sosa, investigador de la UAM: Raúl Rico, Enrique Patrón de Rueda y la mezzosoprano Martha Félix. 

El investigador musical y contratenor Héctor Sosa (hermano de José José e hijo del tenor José Sosa Esquivel), apoyado por la Universidad Autónoma Metropolitana, se dio a la tarea de rescatar las voces de los cantantes de ópera más importantes de México para crear la colección Grandes Voces de la Ópera en México.

Hizo un arduo trabajo para recuperar registros de las funciones en vivo en las que participó el barítono mazatleco, realizadas en Alemania, Italia, España, Inglaterra, México y Estados Unidos.

Mencionó que este año se cumplen 31 años de la muerte del barítono y que fue emocionante traer a la tierra que lo vio nacer el disco que lo va a dar a conocer entre sus coterráneos.

“Es un honor dejar un testimonio de quien fue sin duda el barítono más importante a nivel internacional, que le ha dado gloria a México”, dijo.

Patrón de Rueda mencionó que Sarabia se fue siendo niño de Mazatlán, pero que era muy mazatleco, sincero y abierto.

Le dedicaron el concierto que se hizo en Cristo Rey en 1988, en el Festival Cultural Sinaloa; uno de los coros mazatlecos lleva su nombre y Raúl Rico, director del Instituto de Cultura de Mazatlán, informó en la velada que el salón principal de la Casa Haas llevará el nombre de Guillermo Sarabia.

Martha Félix recordó que cantó junto con Guillermo Sarabia en la ópera Falstaff, en Bellas Artes, en 1983.

“Recuerdo que pasaba por él al hotel para irnos juntos a los ensayos. Tenía una personalidad impresionante, era muy grande, te imponía su imagen, pero cuando lo tratabas te dabas cuenta que no había perdido la forma de ser, abierta, sincera y alegre, que tienen los mazatlecos”.