"La Génesis de América: 50 aniversario de 'Cien años de soledad'"

Cien años de soledad irrumpió en las aguas de la literatura hispanoamericana como un navío de gran calado.

Publicada por el escritor colombiano Gabriel García Márquez en 1967, significó “una apertura hacia las formas más profundas de América Latina”.

El acabado de su estructura, casi impecable, la poética de su narrativa, su espontaneidad y el cálculo minucioso de las palabras hicieron instantáneamente de esta obra una de las más importantes de América y el mundo.

Hoy, a 50 años de su publicación, es un clásico indiscutible del que quizá no se ha dicho lo suficiente.

La novela cuenta la historia de siete generaciones de la familia Buendía, desde su llegada y la fundación del pueblo fi cticio de Macondo, hasta el fin de la estirpe, 100 años después.

Las peripecias de los Buendía sintetizan y reflejan a Macondo, que a su vez condensa la historia humana (o al menos en América Latina): el descubrimiento de un nuevo mundo, la ingenuidad, el coraje, las revoluciones, desde su origen hasta su extinción.

Basta adentrarse en las primeras páginas de Cien años, para darnos cuenta de que no estamos ante un libro común y corriente.

Aquí la vida no se sucede de manera lineal. Ya el primer enunciado nos ofrece una pro- bada de lo que enfrentaremos: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”.

Su gran ventaja (y acierto) es su accesibilidad narrativa. A pesar de su voluminosidad, no contiene técnicas de difícil comprensión.

Cualquier lector, aunque no cuente con un gran bagaje cultural, puede entenderla y disfrutarla, contrario a muchas obras de su época, que se encerraban en su propio juego, con referencias difíciles de ubicar, apelaciones a lugares, mitos, personajes, etcétera.

Todo esto la convierte en una obra grandiosa, de proporciones épicas, donde todos sus personajes están desarrollados hasta su máxima expresión.

Cien años es, en suma, una reunión de la tradición narrativa, innovación, realidad, la mirada de un mundo que sentimos ajeno, pero que en realidad es una réplica casi exacta de lo más palpable de nuestra sociedad.

Su creación

Gabriel García Márquez vivía en Ciudad de México cuando concibió Cien años de soledad, que llegó en un momento de muchas difi cultades eco- nómicas para su familia.

La novela “le venía dando vueltas en la cabeza” desde hacía mucho tiempo y es acaso la totalización de algo que probablemente buscaba desde sus cuatro libros anteriores, el producto final de una serie de “experimentos” y pruebas.

Según contó el propio “Gabo”, fue durante un viaje a Acapulco que todo se reveló en su mente de manera repentina, y en un arranque creativo, detuvo el auto, dio medio vuelta y se encerró 18 meses en su casa y no salió hasta que terminó de escribirla.

Y otro libro mejor sería cómo sobrevivimos Mercedes y yo con nuestros dos hijos durante ese tiempo en que no gané ni un centavo. Ni siquiera sé cómo hizo Mercedes durante esos meses para que no faltara ni un día la comida en la casa”, relató en 2007 durante un homenaje por los 40 años de la novela en Cartagena de Indias.

 Gabriel García Marquez en el IV Congreso de la Lengua española Cartagena 2007

El 13 de junio de 1967, solo dos semanas después de su lanzamiento, el libro apareció como el tercero más vendido en Argentina, en la revista Primera Plana de ese país. Sorpresivamente, en el siguiente número, la portada fue dedicada a Cien años de soledad. Hasta esa memorable edición, después de estar dos semanas en el mercado, se habían vendido alrededor de 2 mil ejemplares de la novela, una cifra excepcional tratándose de un escritor que no era tan conocido.

A la fecha, la novela ha sido traducida a más de 48 idiomas, se ha convertido en un referente de la literatura hispanoamericana a nivel mundial, ha inspirado canciones, historias y un sinfín de homenajes.