|
""

"La soledad y el deseo son llevados al teatro por alumnos de Centro Municipal de Artes"

"Los jóvenes presentan un fragmento de la obra “Agua, la invención del deseo”"

MAZATLÁN._ La soledad puede caer en el espejismo de que el deseo puede resolver ese estado físico y anímico; lo efímero está presente en las relaciones de pareja actuales, las redes sociales establecen contactos que crean la ilusión de lo permanente y al minuto siguiente se esfuman, ese es el tema de la obra Agua, la invención del deseo, de la que alumnos de teatro del CMA presentaron un fragmento en La Casa Haas la tarde del jueves.

La obra fue escrita por el joven dramaturgo Juan Pablo Cervantes, y fue finalista del prestigiado premio de dramaturgia joven Gerardo Mancebo del Castillo, que ha puesto en el candelero a obras que abordan la realidad que viven las nuevas generaciones, utilizando, su lenguaje, sus códigos, vivencias de una manera fresca e intensa.

La puesta en escena estuvo a cargo de cinco alumnos de la carrera técnica de arte teatral del Centro Municipal de Artes: Alejandro Careaga, Ariel Noriega, José Luna, Perla Saucedo y Ana Fernanda Urrea, que ofrecieron al público una intensa experiencia teatral.

La obra fue dirigida por Silvia Flores y la iluminación fue asesorada por Rigoberto del Valle.

La historia aborda, a través del encuentro de una joven pareja, lo efímero de las relaciones que establecen muchos jóvenes a través de las redes sociales, la facilidad de contactarse, de emparejarse, de ilusionarse y de desaparecer de la vida del otro, todo en una efímera experiencia que puede durar horas, un día, una noche, una semana.

Sobre el escenario una pareja se desdobla en otra, una representa las acciones que suceden en la realidad, la otra el discurso mental que cada uno de los personajes está ejerciendo durante la experiencia de encontrarse por primera vez en una cita concertada a través de las redes sociales.

Esto le permite al espectador introducirse completamente en la experiencia de los personajes, ser parte ellos por un momento y sentir lo que viven, esto le da a la obra un ritmo y una energía que mantiene al espectador enganchados con la acción escénica.

El deseo es otro de los personajes, merodea a la pareja, narra las emociones y las sensaciones físicas que transcurren alrededor de ellos cuando se apetecen y cómo esa energía se va convirtiendo en ansia. Los actores logran transmitir esa experiencia que muchos han vivido y por lo mismo, es fácilmente reconocida cuando se instaló en el escenario.

Un buen trabajo de teatro, es uno de los mejores ejemplos de esta disciplina que se han presentado este año en los foros de Mazatlán.

 

Periodismo ético, profesional y útil para ti.

Suscríbete y ayudanos a seguir
formando ciudadanos.


Suscríbete
Regístrate para leer nuestro artículo
Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


¡Regístrate gratis!