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Danza

Marion Sperger y Alan Fuentes Guerra, un organismo para enseñar danza

Los coreógrafos imparten un taller a los estudiantes de la Escuela Profesional de Danza Mazatlán

Ellos son dos en uno, son pareja, son coreógrafos, son profesores, pero son uno cuando danzan y cuando enseñan.

Alan Fuentes, nacido en Mazatlán, es egresado de la XI generación de la Escuela Profesional de Danza de Mazatlán y se fue a recibir educación en Berlín, encontró en su vida a Marion Sperger quien nació en Italia, pero se fue a vivir a Alemania, ella es bailarina, coreógrafa y profesora en Berlín.

Ambos imparten el taller Shared Levitation Parthering a los alumnos de la EPDM del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Artes de Mazatlán, el taller tiene como objetivo realizar una búsqueda que conduzca a escuchar, seguir y dirigir el movimiento a través del espacio como un mismo organismo, adaptándose cada vez que se cambia de compañero y universo en el contexto dancístico.

Marion Sperger considera que los estudiantes de la EPDM tienen muchas habilidades y tienen muy buenos maestros que los han dirigido muy bien en la filosofía del contacto y de estar relajados en su estructura, tienen alegría y un gran compañerismo, factores que son indispensables para crear las condiciones de aprendizaje, y tienen la gran cualidad de no frustrarse como les ocurre en algunas escuelas de Europa.

“Dar atención es el principal factor que debe brindar un profesor en el mundo de la danza, y actualmente el estudiante y el egresado deben auto conocerse, encontrar y objetivar perfectamente sus potenciales para encontrar la esencia que los hace únicos, esos potenciales pueden ser la creatividad, la expresión, la plástica o lo polifacético, hoy en día se mezcla mucho los modos de expresión”, dijo Sperger.

Alan Fuentes expresa que la construcción de su metodología está basada en ampliar y encontrar nuevos caminos para ponerlos en práctica.

“Todos los elementos que aparecen en la búsqueda son para explorarlos y saber si se pueden utilizar e integrarlos a la danza como es el caso de las artes marciales en donde también hay estética, una estética distinta a la que estamos acostumbrados”, comentó.

Como bailarín formado en la EPDM, Fuentes externó su emoción por o regresar y compartir.

“Ese fue el ejemplo que tuve como estudiante, el de generar un lugar para que siempre exista y contribuir para que se mantenga”.

Marion Sperger quiere dejar como legado a los estudiantes de la EPDM, que siempre estén abiertos a nuevas ideas, y que revisen el pasado para hacer un check in y descubran lo que tenían antes y qué es lo que tienen hoy.

“Lo que tienen hasta ahora, nadie se los va a quitar y es una fortuna de poder unirse cada día para trabajar con el cuerpo y la mente y seguir avanzando juntos”, dijo.

“Venimos a la EPDM a compartir, a retornar y a enseñar lo que hacemos, a compartir lo valioso que hemos encontrado en nuestro camino, a ver que están disfrutando su labor de danzar”, agregó Fuentes.

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