Muestra ‘El Cojo de Inishmaan’ el lado más aberrante del ser humano: Fernando Bonilla

Una joya del humor negro, una obra que de principio a fin brindará al espectador múltiples matices que lo llevarán de la ira, la crueldad, a la risa, la desesperanza o incluso a la reflexión, es lo que podrá experimentar este lunes y martes con la obra de teatro El cojo de Inishmaan, de Martin McDonagh, que por primera vez se presenta en Culiacán, dentro de la temporada SAS-ISIC 2023.

La obra que se presentará en el Teatro Pablo de Villavicencio, ha generado gran impacto, pues lo mismo puede perturbar o incomodar al espectador, es dirigida por el actor, productor, y escritor Fernando Bonilla, quien manifestó que estar al frente de esta ha sido toda una aventura, la cual se dio gracias a la invitación que recibió por parte de la sociedad artística sinaloense para para dirigir la obra, representando esto un honor y un sueño cumplido, dado que él es un admirador del autor Martin McDonagh.

“Tuve la oportunidad de actuar en la primera obra de teatro de McDonald’s que ser montó en México en 2004 y desde entonces, pues quedé muy impresionado por su enorme talento, sintiendo mucha afinidad con su sentido del humor y pues esperaba que se diera la oportunidad eventualmente de dirigir una obra suya y pues la SAS me brindó esta oportunidad, no solamente de dirigir una obra de él, sino además de tener el enorme privilegio de estrenarla en México”

Destacó que El Cojo de Inishmann, previo a su llegada a Culiacán, tuvo una temporada en la Ciudad de México durante el mes de septiembre para culminar el 4 de noviembre, dando también una función especial a beneficio de los afectados en Acapulco por el Huracán Otis.

Bonilla resaltó que desde su debut, la obra ha tenido un gran impacto en el público, principalmente por ser una puesta en escena peliaguda que pretende incomoda, descolocar a la audiencia.

“El cojo de Inishmaan es una comedia en la que la gente se ríe mucho pero, es una comedia muy ácida, con un sentido del humor negro, es decir, verán situaciones muy dolorosas, injustas, desalmadas, las cuales el autor está provocando a carcajadas, por lo que habrá gente que se sacará de onda por lo que está viendo, dado que también tiene expresiones de odio, machistas, homofóbicas, racistas, discriminatorias en general”.

Aclaró que si bien estas expresiones se pueden percibir en el escenario, la obra no está alentando dichas acciones, sino que se está mofando de quienes emiten esa violencia, provocando la risa de la estrechés de la mente de estas personas y de la miseria que les está empujando a conducirse de esa manera.

Bonilla detalló también que esta no es la primera vez que dirige una puesta en escena, contando ya con más de 20 años de trayectoria haciendo teatro, cine y televisión, experiencia que lo llevó a tomar la decisión de llevar esta puesta en escena al teatro y traerla a Culiacán, considerando además, que cualquier obra de Martin McDonagh vale la pena, por ser uno de los escritores de teatro que existen hoy en día.

La obra, dijo, está llenas de sorpresas, es interesante y compleja por como son los personajes por su estructura coral, y donde realmente el protagonista es esta isla y cada uno de los personajes, que aunque parezcan muy pequeños se vuelven entrañables, a pesar de que al principio son unos monstruos con acciones atroces, razón de más para que Bonilla, decidiera estar al frente de ella.

Si bien él realizó la adaptación de la obra, dejó claro que no realizó ningún cambio estructural, sin embargo, sí trabajó mucho en la elección del lenguaje, en la elección de la palabra para expresar cada una de las ideas, particularmente en las más ofensivas, puesto que está claro que el autor pretende que la obra sea violenta, donde la violencia casi en su totalidad está depositada en la palabra.

“Los personajes de esta obra viven en una isla de de 100 habitantes en 1934, muy pocos tienen educación, por lo que son analfabetas funcionales, por lo que me preocupé mucho en la manera en cómo se iban a comunicar estos personajes, cómo hablarían, y esto no sería bonito, si caer en tropicalizar, ni meter guiños explícitos a México, pero sí enfaticé situaciones, ideas, que hagan que el espectador si haga un puente y piense que si solo cambiamos los nombres y lugares, podría ser una historia que perfectamente podría suceder en México”.

En la obra, detalló, Billy es un chico discapacitado, huérfano, y quien desconoce la circunstancias en las que murieron sus padres, o si lo abandonaron, creciendo al lado de dos mujeres que lo acogieron, quien con estas características se convierte en el eslabón más débil de esta isla tan hostil, donde los personajes se violentan permanentemente de manera verbal o física.

“En este mundo, Billy es el receptáculo de toda esa violencia, un chico sensible, vulnerable y que emocionalmente se siente perdido, es decir, no encuentra su lugar. Todo está trabajado para que suceda así, Billy es el el bicho raro de este universo, y lo único que desea es huir, largarse a donde sea, a cómo de lugar de de esta patria suya tan rabiosa”

El elenco de esta obra está compuesto por Sofía Álvarez en el papel de Eileen Ousbourne, Gabriela Murray, como Kate Ousbourne, Sergio Zurita, como Johnny Peteenmike, David Juan Olguín, como Billy “El cojo”, Demetrio Bonilla, en el papel de Bartley McCormick, Meraqui Pradis, como Helen McCormick, Aldo Escalante, como Babbybobby Bennett, Juan Carlos Bayer, como Doctor McSharry y Tina French, en el papel de Mammy O’Dougal.

“Billy es considerado como el fenómeno, el monstruo de la isla y todos los demás son más monstruosos que él, solo que a ellos no se les nota por afuera, eso fue un poco la premisa como para empezar a dibujarlos, mi idea siempre ha sido presentar a la audiencia un poco un espejo como de feria, aberrante, distorsionado, pero que aún así nos está reflejando”.

Respecto a si obra llama a una reflexión, el director dejó claro que, lo hace de manera permanente, sobre todo porque toca temas bastante duros desde la comedia, apreciando a un joven con discapacidad que es tratado como el “estúpido” del pueblo, una chica violenta que reacciona a los golpes, y que fue abusada por un sacerdote, una mujer alcohólica de 90 años, un hijo que está tratando de matar a su madre con alcohol, entre otros, donde se vivirá un zigzagueo de emociones entre la esperanza y desesperanza en una obra que nadie se puede perder.

La cita es en el Teatro Pablo de Villavicencio este lunes 13 noviembre a las 20:30 horas y martes 14 de noviembre con dos funciones, a las 17:00 horas y 20:30 horas.