"Muestra el INAH el Pectoral de Teacapán"
Por el tipo de material, la riqueza, diversidad, complejidad del diseño y el trabajo vertido, el Pectoral de Teacapán fue dedicado a un personaje de una posición destacada, de élite sacerdotal, guerrera, dirigentes, consejero o un anciano, aseguró Francisco Ríos Avendaño, delegado del INAH Sinaloa.
La pieza, que se exhibe en las instalaciones del INAH Sinaloa, fue recuperada como un conjunto de mil 922 piezas, a través del programa de Restitución, por el cronista de Escuinapa, Gilberto López Rodríguez, en julio de 2016, las analizó y armó el pectoral con base en investigaciones.
"El pectoral es importante para poder destacar la presencia de una organización social compleja, el uso de materiales exportados porque no todos los elementos son de la región, nos permite deducir que había relaciones amplias con otras regiones del país, quizá del continente, a través de acciones sociales, comerciales, bélicas, que nos permite inferir que había estratos sociales", apuntó.
Por la riqueza y complejidad del diseño, agregó, deducen que la pieza fue dedicada a un personaje de una posición destacada entre los años 1100 hasta 1531 después de Cristo.
"Podemos especular que era de élite sacerdotal, guerrera, dirigentes, un consejero o un anciano y seguramente fue usado en actos ceremoniales, muy especializados, lo cual nos reitera o conforma la percepción de una organización social destacable".
Este encuentro con las piezas, dijo, se tuvo a partir de un plan piloto, en el que el INAH lleva a cabo registro de acervo de los bienes que están en posesión de particulares.
"El INAH tiene un registro de qué existe, quién lo tiene y dónde. Pueden tener piezas en el marco de la ley, se solicita un registro, el arqueólogo va al sitio, lleva la ficha y la información se sube a un sistema único nacional de registro arqueológico y emite un título de concesión de uso. Se puede conservar pero en el marco de la ley y exhibirlo en tu casa, oficina, con la cédula informativa pertinente, apoyado en la asesoría de arqueólogos".
En 2013, hicieron un plan piloto en Escuinapa, y tuvieron conocimiento de estas 1922 piezas, que estaban en posesión del cronista Gilberto López Rodríguez, quién después de algunos encuentros decidió restituir a la nación.
Ríos Avendaño agregó que como las piezas estaban en conjunto y en diversas bolsas de plástico, el armado fue hipotético, con base en investigaciones de evidencias de en culturas de occidente y noroeste de México, como las Bajas, Sonora, Jalisco y colima que portan pectorales.
"Hacemos inferencia de la malla, por el contacto con el mar, tuvieron que haber desarrollado el uso de redes y el eje de este armado es en alusión a la red".
La pieza como tal está en exhibición en el INAH Sinaloa y podrán apreciarla hasta el 15 de febrero, en un horario de 9:00 a 18:00 horas. Luego se irá de manera permanente al Museo Arqueológico de Mazatlán. Se prevén algunas exposiciones temporales en museos del occidente del país.
PARA DESTACAR
* La investigación arqueológica y bibliográfica del Doctor Luis Alfonso Grave Tirado llevó a la conclusión de las piezas formaban parte de un mismo conjunto y se optó por desarrollar un armado hipotético.
* Se elaboraron diseños y propuestas para el armado del pectoral tomando en cuenta la geometría de las piezas y cómo podían embonar una con otra, trabajo hecho por el arqueólogo Gibrán de la Torre.
* El arqueólogo Joel de Jesús Aguilar Barajas, que también es artesano, partió de las propuestas de armado hipotético y tomó en consideración la diversidad de diámetros, curvaturas y longitudes de todas las piezas.
