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"MÚSICA"

"ORQUESTANDO: El debut de Roberto Carlos Juárez Valenzuela"

"El percusionista de 12 años tocará esta noche con la OSSLA"
20/04/2016 17:18

Guianeya Roman


Seguramente será una noche memorable la de hoy. A las 8 de la noche en el teatro Pablo de Villavicencio la OSSLA se vestirá de gala, encabezada por su director titular el maestro Campbell. El motivo de la alegría será el debut con orquesta profesional del joven percusionista
El solista se inició en la música a los 5 años de edad con el maestro Fernando Correa principal de percusiones de la orquesta; esto fue en su escuela, en el Instituto Chapultepec que fue la primera institución del estado en ofrecer clases de música con maestros de la orquesta.
Roberto Carlos se enamoró de las percusiones y su vocación se ha ido fortaleciendo con el tiempo. Desde 2013 ha formado parte de la Orquesta Sinfónica Infantil de México, integrada por los mejores estudiantes de música del país. El proceso de entrada a esta orquesta no es sencillo, es similar al que se sigue para formar parte de una orquesta profesional, debe hacer una solicitud, preparar sus partes y realizar las audiciones correspondientes. No hay permanencia indefinida, cada año el trámite se repite para mantener el espacio.
La OSIM funciona durante el verano, reciben clases, preparan sus conciertos y después realizan una gira por distintos estados y se presentan en prestigiadas salas del Distrito Federal.
Ustedes recordarán que el año pasado debutó con la OSSLA el joven Fernando Ramos de 13 años de edad, también percusionista alumno del maestro Edmundo Langer quien da clases en la Orquesta Azteca. Después de dicho concierto, el maestro Fernando Correa habló con el maestro Campbell diciéndole que él también tenía un alumno avanzado que podía ser solista.
El debut profesional de Roberto Carlos Juárez Valenzuela fue en el teatro Ángela Peralta el pasado 14 de febrero en la temporada de la Camerata Campbell; se presentó junto al cuarteto de percusiones que encabeza su maestro. Roberto Carlos recibió una estruendosa ovación de pie que duró varios minutos y que lo obligó a un encore tan brillante como la ejecución de la primera obra.
Hoy le escucharemos el Concierto para violín en La menor BWV 1041 de Bach interpretado en xilófono, este instrumento es similar a una marimba, pero de metal y tiene las seis octavas de un piano. El Concierto se integra por tres movimientos y es una de las joyas del repertorio barroco.
Lo primero que escucharemos de la OSSLA será la Obertura Leonora no.3 op 72b de Beethoven. Esta pieza es una de las que el compositor realizó para la única opera de su autoría Fidelio en la que trabajó por muchos años sin quedar satisfecho; de hecho el primer estreno fue en 1805, y después de revisar la partitura por un año reescribió la obertura que hoy escucharemos; para 1814 dio a conocer nuevas modificaciones y otra obertura, en total hizo cuatro distintas.  La Obertura Leonora no.3 op 72b se distingue de las otras por su tratamiento sinfónico, tanto que en la ópera le robaba atención al primer acto.
Después del intermedio la velada concluirá con la magia de Scherezade op. 35 de Korsakov; volaremos con el hechizo de sus cuatro movimientos; el primero dedicado a Simbad el marino, el segundo al príncipe Kalendar, el tercero a los amores del príncipe y la princesa, para finalizar con una fiesta en Baghdad.
La suite sinfónica fue concluida en 1888, está llena de movimiento, colorido y personajes, los cadenciosos solos del violín y arpa es la presencia seductora de la muy inteligente Scherezada que procura mantener la atención del sultán Shahriar y así prolongar su vida. Después escuchamos la voz del imponente sultán que transita de la condescendencia cortes al vivo interés por los relatos de la joven, para finalmente caer rendido de amor y perdonarle la vida.
Korsakov se negaba a identificar a los personajes, sin embargo la orquestación está realizada con tal maestría que al oírla sentimos como claramente se forman las imágenes de las historias que relata, escuchamos el mar está construido con las cuerdas que inician con el balance suave de la brisa, poco a poco cobran furor hasta estallar tempestuosas esos acentos los dan los metales, vemos con qué valor y pericia lo atraviesa Simbad, hasta volver a la calma inicial.
Conocemos al príncipe Kalendar por el sonido solitario de los instrumentos de madera, el joven buscando la sabiduría se disfraza de mendigo para recorrer su pueblo y conocer a sus súbditos; aquí la orquesta se transforma en una ciudad con mercaderes, limosneros, mujeres comprando, hasta solos testigos de una pelea de bar.
Apreciamos la exuberancia del palacio en el que habitan los príncipes, el apuesto es representado por la cuerda, la dulzura y belleza de ella se refleja en los solos de flauta. Recordemos que en las Mil y una noches, Scherezada distrae al monarca para que no la mate, así que crea usted que el sultán Shahriar no está siempre muy de buenas; había publicado un edicto el cual cada mañana se desposaba con una doncella y después de la noche de bodas la ejecutaba para casarse con otra.
Shahriar sí se entretiene con la bella cuentista, pero… no fue tan fácil alejarlo de sus propósitos, por ello en el cuarto movimiento el sultán se desespera, y manda a llamar al verdugo, es interesante cómo se refleja esto musicalmente, escuchamos a la dulce Scherezada nuevamente atraerlo al relato; así es como llegamos a la fiesta de Baghdad. Al final los temas del sultán y la joven se mezclan hasta llegar a la felicidad completa representados en el cadencioso violín.


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