"Porfirio Díaz luchó por un Estado laico: Carlos Tello Díaz"

Nunca en la historia del Premio Mazatlán de Literatura los lectores habían vivido tan intensamente la experiencia del libro galardonado. Desde el año pasado, el Instituto de Cultura de Mazatlán, a través del escritor Fernando Alarriba y Laura Medina, de librería El Caracol, convocan al escritor honrado con el premio para que tenga un acercamiento con los lectores porteños.

Este año Carlos Tello Díaz, autor de Porfirio Díaz. Su vida y su tiempo 1830-1867, llegó a Mazatlán para tener un encuentro con los lectores del texto por el que obtuvo el premio.

Se trataba de que los que leyeron el libro entablaran, a través de preguntas al autor, un diálogo que esclareciera y ampliara la información que está en el texto.

A Porfirio Díaz y a Benito Juárez les tocó construir la nación México, ellos vivieron en su infancia en un territorio dominado por guerras intestinas que impedían el desarrollo económico, el progreso a través de la educación, un Estado en el que la iglesia intervenía en las decisiones del gobierno y era dueña del 75 por ciento de las propiedades.

Ellos lucharon por un estado laico que buscara el beneficio de la sociedad en todos los sentidos, educativo, económico, legal, que permitiera la impartición de la ley desde lo humano y no lo religioso.

El primer tema que abordó Carlos Tello Díaz en la charla fue sobre el Estado laico, la fuente de donde surgió en Díaz y Juárez el interés por crearlo y lanzarse a la Guerra de Reforma, con la que cambiaron el panorama y el destino de México y pusieron las bases de un Estado moderno.

“A mí me interesaba cómo se transformó el País en la vida de Porfirio Díaz. Él nació en 1830 en un país en el que las instituciones más importantes eran la Iglesia y el Ejército. Él vivió en Oaxaca, su casa estaba en lo que era parte del Convento de la Soledad, el padrino de Díaz fue el Obispo de La Antequera”, comentó.

“La vida en aquel entonces en Oaxaca estaba dictada por los rezos, se despertaban hombres y mujeres para rezar el rosario y el día transcurría normado, estructurado por las oraciones que definían el transcurso del día a día. Este mundo tan controlado por la religión es contra lo que se levantó el Partido Liberal en Oaxaca, y Porfirio Díaz perteneció a este grupo al que se entregó con una gran convicción”.

La herencia colonial era el lastre que detenía el progreso de México.

“Los liberales querían romper con la herencia colonial y parte de eso estaba relacionado con separar a la Iglesia del Gobierno, eso era determinante para ser una nación moderna. En Oaxaca la mayoría de los pobladores eran liberales radicales o rojos y existían los moderados, generalmente los estados dedicados al comercio veían la necesidad de ser liberales y dejar la opresión del centralismo colonial”, compartió.

“Ellos pensaban que era necesario crear un Estado moderno, utilizando como modelo a Estados Unidos y rechazando lo que significaba España, que en ese momento estaba sumergida en una crisis. Veían en Estados Unidos un ejemplo. La Iglesia, al tener todos esos hospicios, conventos, monasterios que estaban poco habitados, Juárez pensaba que podían tener un uso más práctico; las haciendas también eran de la iglesia. Estaban seguros de que, al poner a trabajar esas tierras y edificios, podrían estimular y dinamizar la economía del País”.

Durante la Guerra de Reforma sucede que México llevaba muchos años de guerra y no había dinero, el gobierno de Juarez pensó en vender la Baja California y vender a Estados Unidos la libertad de transitar por el Itsmo de Tehuantepec a perpetuidad; el Senado norteamericano no aceptó, salvando la reputación de Juárez y Melchor  Ocampo.

“Para obtener dinero decidieron expropiar las propiedades de la Iglesia, esto puso las bases de la construcción de esta nación como un Estado moderno”.

La charla fluyó entre la intervención francesa, Maximiliano y Carlota como una pareja mal avenida y Napoleón Tercero. Estados Unidos estaba sumido en la Guerra de Secesión, eso le permitió a Francia intervenir en México. Sobre la honestidad de la generación de 1857, políticos y militares que estuvieron en el poder durante la Guerra de Reforma.

Habló del dictador, de la libertad de prensa en la época de Juárez y de la falta de ella en el gobierno de Díaz, entre otros temas sobre los que los lectores le preguntaron a Carlos Tello Díaz ganador del Premio Mazatlán de Literatura 2016.