Presenta Antonio Ramos la historia de Efraín con su novela literaria ‘Salvajes’
La desesperanza que proviene de una realidad de pobreza, pero con deseos de superación personal, se plasma en la obra literaria Salvajes, del escritor regiomontano Antonio Ramos Revillas.
El escritor acompañado por los también escritores Luis Antonio Martínez Peña y Geovanni Osuna, y el joven Roberto Loera, presentó su obra en la Galería Ángela Peralta, esto como parte del programa de Jueves Literarios, promovido por el Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán.
Ante un público selecto, el escritor explica sobre el libro para jóvenes recientemente editada por el Fondo de Cultura Económica.
En palabras del autor, quien viajó al puerto para realizar la presentación de la novela, explicó la dura situada que se vive en las calles de Monterrey, donde fiel a su estilo narra lo que acontece en los llamados barrios bravos.
Su protagonista, Efraín, vive en lo alto del cerro, allá donde nadie quiere subir, y desde donde se pueden observar las luces de la ciudad. Él envuelto en una vida complicada y con carencias, avanza impasible, hasta que un día, violentamente, la policía se lleva a su mamá. Él y sus hermanos, Fredy y Marcos, deberán buscar todas las maneras posibles para liberarla en un sistema salvaje que los etiqueta y discrimina.
Efraín intentando construir un futuro para su familia, tendrán que cuidarse de no pedir ayuda a la gente equivocada, pues cualquier paso en falso podría comprometerlos con los carteles de su colonia. Con el apoyo del Lik, su abogado, Efraín agotará hasta la última vía para rescatar a su mamá de una vida en prisión.
“Esta obra muestra las contradicciones de la naturaleza humana, y muestra demasiadas cosas; este libro es un eje en el cual se van entrelazando muchas aristas, y muchas de esta historia es porque yo vengo de una colonia brava, yo vengo de la colonia Moderna, de Monterrey, y también había pandillas, y también narcotráfico, pero no como ahorita de otras maneras, ahí se peleaban los pandilleros, se peleaban las personas, había robos, por supuesto, había rondines de patrullas, etcétera”, explica.
“Así que es un mundo que yo me conozco, es un mundo que nadie me contó, y si me preguntan que tanto investigue, les diría que no investigue nada, o sea, vengo de ese espacio, vengo de ese lenguaje, aunque luego he crecido y le he olvidado, pero vengo también de ese lenguaje, por eso cuando escribí la novela no me fue tan difícil, si no traté de recuperar las palabras que yo utilizaba, pero más que eso, es la voz, porque no es otra cosa que la traducción de esa voz”, dice.
En su intervención, Giovanni Osuna, habló sobre las notables crónicas que hay en el impreso, así como las atractivas frases que el autor le imprimió en las más de 120 páginas que tiene esta obra, la cual se suma a los 12 libros en los cuales el autor ha destacado a partir del año 2005.
Por su parte, el catedrático Luis Antonio Martínez Peña destacó que el contexto que envuelve a la historia es atípico a todos los que ha leído, y sobresale el lenguaje florido típico de los regiomontanos en cada uno de las hojas. En donde se encuentra la gastronomía propia de la región regia, entre otros destalles.La velada concluyó con aplausos para los ponentes y la entrega de un reconocimiento al autor por parte del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán.
