Presenta Arturo Santamaría vivencias propias y ajenas en su obra ‘Del 68 a los 68. Memoria y Utopía’
Historias de jóvenes de diferentes ámbitos socioeconómicos que en el 68 quisieron cambiar el rumbo del País, de la revolución sexual y de otros temas de interés, se podrán encontrar en el libro “Del 68 a los 68. Memoria y Utopía”, de Arturo Santamaría.
Con la matanza de estudiantes en 1968 como impulso y recorriendo la historia de la lucha de la izquierda en México, el catedrático entra en el mundo literario nuevo para él, ya que de tener en su haber muchos ensayos, en esta ocasión “soltó” su pluma para escribir su primera novela narrativa.
En la presentación que realizó de su obra en el Patio del Museo de Arte de Mazatlán, Arturo Santamaría estuvo acompañado por el también catedrático Pedro Brito y el escritor Ariel Noriega, así como el moderador Luis Arturo Martínez.
Ahí, el autor explicó que esta narrativa hay muchas cosas reales, pero que la mitad también son historias ficticias, con la idea de darle un extra al lector, de no cansarlo con el pensamiento que por naturaleza él tiene como sociólogo.
El libro está basado en sus recuerdos y en entrevistas a sus compañeros de lucha, aquellos que se unieron en aquellos movimientos de izquierda del País.
En la velada, Ariel Noriega habló un poco sobre la novela del autor, la cual comentó que está escrita en dos tiempos, con lenguaje fluido y con hechos reales y a la vez ficticios.

“Este libro yo lo veo desde el punto de vista de un escritor de ficción, yo soy de Baja California Sur, mi relación con la matanza de los estudiantes del 68 fue muy especial, imagínense, si en este País no se hablaba de la matanza de los estudiantes durante la época del régimen priista, durante tantos años eso se mantuvo de alguna manera no oculto, pero era algo más cercano a la Ciudad de México, era como el epicentro donde ocurrió y mientras más te alejabas de la Ciudad de México menos se hablaba de la matanza, en mi primaria nunca nadie habló de eso, supongo que la mayoría de ustedes jamás lo escucharon en una escuela”, comentó Noriega.
“De manera oficial nadie hablaba de que en México habían matado a decenas, cientos, o quizás miles de estudiantes; el asunto es que yo conozco el 68 una vez viajando en un autobús de mi pequeña ciudad a la siguiente, con una revista, ¿recuerdan Impacto?, aquella revista de política, que hacía una remembranza de lo que había ocurrido aquel 2 de octubre de 1968 y me quedo paralizado, ¿ocurrió esto en México? Y ahí empiezo a investigar, tenía un tío y fue quien me puso al tanto”.
El no pertenecer a esa generación Noriega señaló que le permite ver desde otro punto de vista la novela.
“De ahí quiero que entiendan cómo funciona la novela, la novela fue escrita por alguien que vivió la izquierda, por alguien que participó directamente, pero al mismo tiempo su personaje principal va a vivir todos estos acontecimientos”, aseguró.
“Si fuéramos melodramáticos, lo primero que diríamos es que es grandioso que tengamos esta gente aquí, porque pudo no haber estado aquí, simplemente por la persecución que vivieron, muchos de los amigos y conocidos de Santamaría, de Brito, simplemente no existen, porque el Gobierno de aquella época decidió que no existieran, mucha gente desapareció, ahora lo vemos como algo tangible, imposible de entender, comprender, pero eso sucedió, la guerra sucia de aquella época”.
Comentó que la estructura de la novela es sencilla, y que la historia comienza con un personaje de Arturo Santamaría muy joven, y que empieza a entender el conflicto a la vez de que es testigo de la matanza del 68, ahí señaló que algunos pudiéramos creer que empezó la izquierda, pero que el 68 es el resultado de una lucha.
“Ahí en el 68 cuando asesinan a estudiantes, la generación de Arturo despertó a la política y entonces decidieron luchar por el País del que no estaban de acuerdo, es interesante porque el 68 se convierte en una raya histórica, ahí termina una era para muchos, pero también comienza otra”, apuntó.
Por su parte, Pedro Brito comentó que la historia está hecha con un eje central: la vida de Arturo.
“Para mí la sorpresa es que un autor como Arturo Santamaría, que tiene pasión por la escritura, tiene 25 libros publicados, y que tiene un récord extraordinario, ya que es un hombre que lee mucho, pero que también escribe mucho, estamos hablando de un hombre de letras, pero la sorpresa para todos es que es una novela, pero al mismo tiempo para mí es una historia novelada, y entonces ahí puede jugar, la historia como tal en buena medida es real y el estilo de narrar como si fuera una novela, es el aporte literario del libro”, comentó Brito.

“El eje de este libro es la vida de Arturo Santamaría, es en realidad cómo ha sido el autor del libro testigo, a lo largo de una temporalidad, ahí lo dice del 68 a los 68, o sea, a los 68 tenía 15 años, y bajo esa modalidad es un recorrido temporal, de una especie de cuéntanos tu vida Arturo, claro que tiene que meter ficción para no comprometer demasiado las cosas, porque tiene que contar la historia para todos, pero creo yo que aquí lo que gana Arturo y lo que pueden ganar los lectores es que hoy estamos conociendo a un escritor”.
Por su parte, el autor se mostró muy complacido de poder plasmar su historia en este libro, el cual trató de escribir por primera vez más narrativo.
“Cuando yo narró también están otros en mí, pero incorporó experiencias de otros, no todo lo que está escrito en primera persona es lo que yo he vivido, escribí otras vidas en mí”, comentó Santamaría.
“No quise escribir como normalmente escribo, decidí ir soltando la pluma y meter algunas expresiones populares, solté un poco, y ahora decidí narrar, escribir sin explicar, pero al mismo tiempo tengo pensamientos sociológicos, es un vicio, hasta mi hija me dice papá no me hables como sociólogo, háblame como papá; cuando escribo siempre me estoy haciendo preguntas antes de escribir, pero decidí en esta ocasión narrar, hay cosas como este encuentro entre dos jóvenes, qué era hablar de la revolución sexual, pero lo digo entre un encuentro entre jóvenes y no propiamente así, ahí lo describo mucho mejor”, comentó.

Al final, los expositores invitaron a los presentes a leer el libro y a vivir la experiencia de leer una historia que jamás fue expuesta como es debido, pero que puede ser vista desde el punto de vista de una persona que la vivió en su juventud.