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Reconocimiento

Recibe Gilberto López Alanís el Premio Sinaloa de las Artes

Durante la ceremonia el historiador asegura que este galardón es necesario para quienes ponen alma, vida y corazón por la cultura del Estado

El historiador sinaloense Gilberto López Alanís recibió el Premio Sinaloa de las Artes 2021 de manos del Gobernador Rubén Rocha Moya y agradeció la nominación el rescate de este reconocimiento “tan necesario para quienes han puesto y ponen alma vida y corazón por la cultura en Sinaloa”.

Durante la ceremonia de premiación, presidida también por Juan Avilés Ochoa, director general del Instituto Sinaloense de Cultura, recordó que hace un mes era director del Archivo Histórico y al darse su relevo sus compañeros de la Corresponsalía de Culiacán del Seminario de Cultura Mexicana decidieron que merecía ser su candidato a este premio.

“Me dijeron ‘ya no eres funcionario y puedes aceptar ser nuestro candidato’ y no me negué”.

Entonces comenzó una intensa actividad sumando adhesiones y ahora, después de 32 años de servicio al gobierno del estado recibió el Premio Sinaloa de las Artes.

Compartió que nació en Guamúchil, Mocorito, hoy Salvador Alvarado, hace 77 años y se crió en un barrio proletario de Los Mochis, donde estudió desde el kínder hasta dos años de secundaria y el último en la Prevocacional de Culiacán, donde es hoy el Centro de Idiomas, donde vivió internado un año con estudiantes de todo el estado.

Luego partió a la Ciudad de México, entró al Instituto Politécnico Nacional, hasta terminar la carrera de Economista en 1968.

“En quinto año de la carrera me atrapó el movimiento estudiantil del 68, desde el 26 de julio hasta el 7 de octubre de ese año fungí como encargado de prensa del comité de lucha de la escuela superior de Economía. Nada más me convertí en militante operativo y político de una gesta juvenil que tuvo repercusiones mundiales”.

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Recordó que redactó volantes, participó en brigadas, informando de lugares estratégicos, correr ante la persecusión de los policías, huir de los agentes de seguridad, coleccionar mantas, recoger donaciones en botes, mantener la vigilancia de la escuela.

Fueron tres meses de miles de actividades de estudiantes, con repercusiones, como el voto a los 21 años.

Ante amigos, familiares, artistas, colegas y público reunido en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario, y además espectadores que siguieron la transmisión por Facebook Live, López Alanís compartió que estuvo en el centro de Tlatelolco aquel 2 de octubre.

“Vi y sentí todo aquello. Salí porque un militar le mostró la ruta de escape y no me acuerdo todavía dónde dormí. Al otro día regresé y vi cientos de zapatos, bolsas, camisetas, tirados a un lado de la plaza que ya estaban lavando los empleados del DF”.

Después de esa matanza empezó otra cacería, la policía fue atrapando a los del consejo nacional que no cayeron esa noche en el Edificio Chihuahua. Y un hermano de su padre lo localizó y lo llevó a vivir a Yucatán y en el 69 con compañeros presos en Lecumberri siguió la ceremonia de graduación.

En 1973 regresó a Sinaloa y se integró a la Escuela de Agricultura y luego lo invitaron a Economía.

Habló de su paso por la UAS, como académico, investigador de tiempo completo y entonces se adentró en la Historia y la cultura de Sinaloa. Había vivido solo con la nostalgia del terruño, confesó.

Entonces se dedicó a investigar, creó la colección Rescate, que se convirtió en uno de los activos literarios de la UAS.

Surgieron ensayos sobre el mestizaje cultural de Sinaloa, los jesuitas, entró a la Dirección de Investigación y Fomento de Cultura Regional, hoy Instituto Sinaloense de Cultura, donde siguió trabajando esta línea de investigación.

Volvió a la UAS y trabajó como director del Archivo Histórico.

Rocha Moya destacó que el texto leído por López Alanís en el que cuenta su historia, fue realmente un ensayo literario digno de publicarse.

Recordó que López Alanís es un producto de la época libertaria encabezada por la juventud de todo el mundo en los años 60 y entre esa juventud se formó el prolífico historiador con más de 30 obras propias y más de 60 en coautoría, todas sobre temas de historia regional, lo que nos lleva a la microhistoria.

“De eso sabe y ha escrito mucho López Alanís y por eso vale la pena premiarlo con este galardón que desde que se creó, en 1988”.

Graciela Domínguez Nava, presidenta del jurado, por parte de la SEPyC, destacó que se eligió por unanimidad el premio a López Alanís.

EL PREMIO

El Premio Sinaloa de las Artes consiste en medalla de oro, diploma y un estímulo económico de 150 mil pesos.

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