"Recuerdan a José Limón en la Escuela de Artes"

El nombre de José Limón, el coreógrafo y bailarín excepcional precursor de la danza moderna lo han honrado desde que se formaron como escuela de arte. Ahora le dedicaron un altar.

La Escuela de Artes José Limón dedicó al bailarín que vivió su infancia en Culiacán y que en 1915 emigró a Estados Unidos y se convirtió en uno de los creadores más destacados de su época, su ofrenda de Día de Muertos.

En el marco de la Celebración del Día de Muertos, que organiza el Corredor Cultural Centro Histórico y a su vez del Festival Cultural Puro Sinaloa, que organiza el Gobierno del Estado, alumnos de los talleres libres compartieron diversos trabajos.

El altar lo instalaron en la Sala de Usos Múltiples de la escuela, donde Papik Ramírez Bernal, director general del Isic, inauguró la actividad, acompañado por Judith Zazueta, directora de Formación y Capacitación, así como los maestros de los talleres de artes.

Zazueta destacó que el día de muertos es una de las fiestas tradicionales más arraigadas y a la escuela toca fomentarla entre las nuevas generaciones.

"Hoy celebramos a uno de los más grandes exponentes del arte en el mundo, un culichi ejemplar, José Limón, bailarín, docente, coreógrafo y promotor, un referente imprescindible en la historia de la danza, que hizo extraordinarias coregrafías", destacó.

"Y con su especial estilo técnica fusionó con una visión innovadora de la danza de mediados del siglo pasado con sus raíces mexicanas y quedaron como legado para las presentes y futuras generaciones".

El Taller de Danza Folclórica que dirige Gabriel Uriarte ofreció la danza Bendición Del Altar, al estilo yoreme, y a manera de ritual esparció en la sala incienso de copal.

Luego, el público se trasladó al ágora Rosario Castellanos, donde los alumnos del Taller de Guitarra Popular, que dirige Mariano Martínez, interpretaron El twist del esqueleto; el coro infantil y los alumnos de Iniciación Musical de la Escuela Superior de Música, que dirige Mario Velarde, interpretaron La calaca flaca.

El Taller de Danza Contemporánea Juvenil interpretó El despertar de mis recuerdos, bajo la coordinación de Mario Edén Cázarez, y alumnos Edylin Zatarain, escenificaron el poema de Jaime Sabines, Algo sobre la muerte del mayor Sabines.

Al final los alumnos Sandra Vargas participaron, los de segundo interpretaron Flor de veinte pétalos, los de cuarto ofrecieron la pieza Alebrijes y los de tercero Interrupción.

Hubo danzas, canciones, gastronomía y danza.