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Homenaje luctuoso

Recuerdan al violinista Héctor Olvera a un año de su muerte

El maestro, que en vida fue director de Orquesta Sinfónica Juvenil de Mazatlán, falleció víctima del coronavirus; y en su primer aniversario luctuoso fue recordado con un concierto de violines

A un año de su partida, fue recordado el maestro Héctor Olvera, quien falleció el 4 de agosto del año pasado víctima del coronavirus y su hija, la también violinista Martha Olvera, organizó un concierto donde los violines fueron los protagonistas.

Héctor Olvera nació en Ameca, Jalisco, pero fue mazatleco por adopción, en este puerto vivió su infancia, y aquí regresó para desarrollarse como violinista hasta ser director de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Mazatlán, y finalmente morir.

Su hija Martha Olvera no encontró mejor manera que honrar su legado que con un concierto de violines, instrumento que aprendió a tocar casi por obligación de su padre.

En el evento estuvo acompañada por la contrabajista Dora Calderón y los violinistas Samuel Murillo e Ireneuz Adam Kepka.

“Mi papá violinista, mi mamá violinista, ¿qué iba a ser yo?, pues violinista, me dijeron a los seis años, ‘vas a estudiar violín y piano quieras o no’, y hasta los 15 (años), no había nada que yo pudiera hacer, y cuando tenía 14 y medio yo decía ya voy a dejar el violín, me imaginé cantidad de veces el violín volando por la ventana del estudio, el piano me gustaba más, cuatro meses antes de cumplir 15 mi papá me convenció de entrar a la orquesta del conservatorio, y entré al primer ensayo y para mí fue ‘wow’, por supuesto que sonábamos de la cachetada, pero quedé encantada”, recordó Martha Olvera, hija del fallecido maestro.

El concierto, que se ejecutó frente a una fotografía de Héctor Olvera, comenzó con una breve charla de Abraham Cobos, quien fue amigo íntimo del maestro y recordó lo apasionado que fue en vida, entre algunas anécdotas que vivieron juntos o él le contó. Como el momento en el que le regaló uno de sus violines a su hija, como premio por ganarse un solo de Scheherezade, muy importante dentro de una orquesta.

El concierto que tuvo lugar en Casa Haas y que fue para un público muy reducido, solo amigos y familiares cercanos al músico, comenzó con Dos violines de Bach, luego interpretaron un de las piezas favoritas de Olvera, Cuarteto de Puccini, el concierto siguió con Intermezzo de Mascagni.

Una a una fuero llegando las melodías hasta cerrar con El andante cantabile de Tchaikovsky, Panis Angelicus, Meditación de 'Thais' y Adiós de Carrazco.

Martha agradeció la asistencia y el cariño que sus amigos le han mostrado a su padre, incluso ya fallecido, y aseveró que seguirá honrando el legado musical que dejó su papá, y a los amigos y alumnos que dejó en 84 años de vida.

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