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Reconoce la influencia de la escritora sinaloense

Rosina Conde recibe el Premio Bellas Artes de Literatura ‘Inés Arredondo’

El acto lo presidió Juan Avilés Ochoa, director general del Isic y se llevó a cabo en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario

La escritora Rosina Conde, pionera de la literatura fronteriza del norte de México con perspectivas de género, ganó el Premio Bellas Artes de Literatura Inés Arredondo.

Al recibirlo de manos de Juan Avilés Ochoa, director general del Isic, la autora originaria de Mexicali, destacó la influencia que la escritora sinaloense Inés Arredondo ha tenido en su trayectoria y la importancia que tiene Sinaloa en su vida.

Reconoció que desde hace más de cuatro décadas es admiradora de la literatura de Inés Arredondo, con quien tuvo la fortuna de conversar en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM en los años 70.

“La admiro y respeto porque la considero honestamente la mejor cuentista mexicana entre todos los escritores de México y de su generación, considero que ella es la mejor”, compartió ante el público que acudió al Centro Sinaloa de las Artes Centenario donde se llevó a cabo la ceremonia de entrega, donde además estuvo Ernestina Yépiz, directora de Literatura.

“Sinaloa es la tierra de mis raíces, de mis padres, aun cuando yo haya nacido y crecido en Baja California, la familia paterna es originaria de Cosalá, Sinaloa, y por parte de mi madre, la familia de mi abuela, Los Valdez, son originarios de este estado y andan por Guasave, El Fuerte, Los Mochis, Culiacán y Mazatlán”.

Compartió que se nutrió en gran medida por las historias de su padre cuando les platicaba sobre su infancia y adolescencia en Cosalá y Los Mochis.

“Me nutrí además con los mangos del huerto del tío Manuel y con las nieves que nos hacía mi tía Felisa, en una gran batea, todos los veranos cuando veníamos a pasar las vacaciones con mi padre”.

La autora propuesta por la Academia de Creación Literaria de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, de la cual es fundadora, les agradeció ese gesto, así como al jurado que calificó su obra como disruptiva, fronteriza e inesperada.

Sus padres, compartió, fueron músicos, su abuela dirigía un coro en la iglesia de Cosalá, su padre fue compositor, y fue quien los educó en la música y la composición.

“Y, bueno, como yo fui su seguidora, la que andaba con él para todos lados, desde muy pequeña me enseñó a versificar y además de todas las historias que nos contaba, yo también empecé a darle rienda a la imaginación”.

La escritora agradeció de nuevo el reconocimiento y añadió que para ella Inés Arredondo fue una autora impresionante.

“Yo había leído muchísima literatura, pero casi todo lo que se leía en los años 60, 70, era literatura escrita por hombres y los personajes protagónicos eran hombres. Las mujeres casi no aparecían por ningún lado en las obras literarias y cuando llegábamos a aparecer, o éramos unas ojetes, causantes de todos los males del mundo, o éramos simple y sencillamente objetos de uso y de servicio, o las brujas malditas o las que andaban por ahí rondando en la cocina”, apuntó.

“Y lo que me llamó la atención al leer a Inés Arredondo en los años 70, fue precisamente descubrir a estos personajes femeninos fuertes, que hablaban en sinaloense y destacaban todos estos paisajes con los que yo había crecido cuando venían mis viajes en los veranos”.

Los personajes de la escritora culiacanense, subrayó, eran mujeres fuertes, autosuficientes, con carácter, con el mismo carácter que ella veía en su madre, sus tías y sus abuelas.

“Gracias a Inés yo dije ‘bueno, si ella escribe en sinaloense y Cortázar escribe en argentino, ¿por qué yo no puedo escribir en tijuanense?’ y eso me motivó para que yo tratara de crear una literatura regional en la que mis compañeras pudieran reconocer sus pasos pues en las avenidas, las calles y los edificios de Tijuana y en el lenguaje local”..

Su propósito, confesó, no era tener una proyección internacional, pero curiosamente el tratamiento del lenguaje fue lo que la llevó al escenario internacional y propició que empezaran a estudiar su obra en Estados Unidos y mucho después en México.

Agradeció a la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, el Instituto de Cultura por otorgarle el premio.

Ernestina Yépiz, directora de literatura del ISIC, comentó que este es un premio muy bello y muy significativo para el instituto y para y para la literatura sinaloense pues lleva el nombre de nuestra escritora más reconocida nacional e internacionalmente.

“Inés Arredondo es creadora de una prosa que se mantiene viva, vigente, una prosa que palpita mucho todavía y es un gusto que se haya premiado a la maestra Rosina Conde, quien tiene vínculos con Sinaloa durante hace mucho tiempo, ella también es premio Gilberto Owen y ojalá que este premio sirva de incentivo para que nos siga visitando en próximas ocasiones y venga a compartir su discurso literario con nosotros”.

Consideró que es necesario conocer la propuesta estética de cada autor ganador de estos premios.

Al leer el acta del jurado integrado por Carmen Boullosa, Gabriela Jáuregui y Yendi Ramos, destacó que después de una larga deliberación, decidieron otorgar el premio a Rosina Conde “por la fidelidad de su obra, quien tiene una singular búsqueda estética, por la honestidad del proyecto artístico personal que abarca un amplio espectro de géneros, la maestra Rosina Conde trabaja todos los géneros literarios, poesía, teatro, narrativa, ensayo, no hay género que se le resista, hace performance, graba audiolibros con su voz, es una un artista muy polifacética y eso es muy interesante, dialogar desde la literatura con todas esas expresiones artísticas es muy significativo y meritorio”.

Luego de felicitar a la autora, añadió que Conde es pionera de la literatura fronteriza del Norte de México con perspectivas de género, así como de varios proyectos académicos y culturales, autora de 32 libros publicados en todos los géneros.

“Tiene un sinfín de reconocimientos nacionales e internacionales, entre ellos el premio nacional de literatura Gilberto Owen, el premio nacional de literatura Carlos Monsiváis, es Creadora Emérita de California, tiene la medalla al mérito literario Abigael Bojórquez, la medalla Leona Vidrio, entre muchos reconocimientos y a todos ellos suma pues el Precio Bellas Artes de Literatura Inés Arredondo que esperamos sirva para establecer vínculos con Sinaloa”

Karen Villeda, coordinadora de literatura del INBAL estuvo presente mediante un video en el que expresó que fue en 2018 cuando crearon este premio con el objetivo de destacar la presencia de las mujeres en la literatura, y hacer honor la figura de Inés Arredondo, se instauró en el marco de su 90 aniversario de su nacimiento, y para valorar la trascendencia de las letras de autoras mayores de 55 años, en español o lenguas indígenas nacionales.

Lo han ganado Beatriz Espejo, Pura López Colomé, Tedi López Mills, Cristina Pacheco y Carmen Boullosa, cada una de ellas junto con Conde tienen gran prestigio y son las máximas exponentes,.

Al final, Juan Avilés Ochoa, director general del ISIC, en representación del gobernador Rubén Rocha Moya, agradeció su presencia y destacó que este es uno de los premios más importantes con el que se reconoce a escritoras, así como el Owen, que ganó hace alrededor de 10 años.

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