"Tiene la banda un sabor a jazz"

Fernando Espinoza

MAZATLÁN._ Canciones como “Cinco de a chicle” o “Tecateando” evidencian la presencia del jazz en el repertorio que toca la banda de música sinaloense, asegura el músico Samuel Antonio Chiquete, autor del libro “Influencia del jazz en la tambora sinaloense”, que fue presentado en el Centro Cultural Multiversidad en compañía de la maestra de teatro musical Ana Iracheta.

Siete años le tomó al músico egresado del Centro Municipal de Artes realizar el libro “Influencia del jazz en la tambora sinaloense”, donde plasmó las inquietudes que lo llevaron a realizar investigación de campo con músicos precursores de la banda sinaloense, esto sin ser escritor y/o investigador, pero siendo un buen músico lo consiguió.

Chiquete señaló que este libro es una especie de acto de enmienda, ya que un momento se dedicó a explorar y practicar el jazz y la música cubana, dejando de lado la música sinaloense.

“Tenía muchos datos en mi cabeza, acerca de música clásica, de la música cubana, del jazz, pero me di cuanta que poco sabía hacer de la música de mi entorno, fue por eso que decidí hacer esta investigación, sin saber cómo hacer una, primero tuve que estudiar para aprender cómo investigar y luego hacer la investigación”, dijo Chiquete.

El autor junto a la maestra Iracheta describieron el libro como un concentrado de datos interesantes, resultado de la investigación, que tomó forma literaria gracias a la experiencia de Olga María Enciso, quien fue una de las guías de Samuel en la construcción de este primer libro.

El autor comentó que el libro fue una ocurrencia, una sugerencia de sus amigos que le hicieron en una charla mientras tomaban unas cervezas, pero que le dejó plantada una “espinita” que le llevó algunos años sacarse.

Ana Iracheta dijo que para entender la música e interpretarla correctamente primero se debe investigar el contexto sociocultural de donde se creó.

Puntualizó que en “Influencia del Jazz en la tambora sinaloense” encontró muchos datos que desconocía que le parecieron de absoluta relevancia.

“Cuando yo monto una obra de teatro musical, por ejemplo cuando monté el Violinista en el tejado, batallé mucho con mis alumnos, y les insistía en que tenían que investigar el contexto sociocultural de la obra para entenderla y poder interpretarla de manera correcta, lo mismo pasa con música sinaloense, para poder entenderla tenemos que conocer el contexto en el que se creó”, dijo Ana Iracheta.

El autor recalcó que su única intención es contribuir a preservar el patrimonio cultural de Sinaloa y espera que el público vea en este trabajo una oportunidad para entrar en contacto con un legado profundo que orgullosamente conocieron y continuaron gigantes de la banda como Don Cruz Lizárraga, fundador de Banda El Recodo.