"Un antídoto contra los prejuicios en Escena Mazatlán"
Con el pie derecho arrancó Escena Mazatlán, que tuvo este año a un invitado de lujo para inaugurar el festival de arte dramático, la compañía Cuartoymitad, de España.
Una reflexión profunda y divertida sobre la identidad se estableció en el foro de Teatro Ángela Peralta en la obra Escriba su nombre aquí.
El montaje muestra una serie de escenas. En un primer momento desconcierta la fragmentación, pero en la tercera queda claro el hilo conductor que las une. La identidad es el tema que todas abordan en medio de situaciones absurdas que arrancan risas.
La risa es una sabia herramienta para hacer reflexionar, para que la neurona revise el “disco duro” que crea, dibuja y define lo que es una persona.
Su idioma, nacionalidad, gustos, color de piel, preferencia sexual, todo entra en este divertido “coctel” escenificado por un grupo de actores profesionales que consiguió seducir al público porteño por el dominio del escenario y su capacidad de iluminar a los espectadores con ideas que buscan un camino para crear una sociedad tolerante, sin ignorancia y sin prejuicios.
La ventanilla de servicio al cliente ofrece escoger para los hijos recién nacidos no solamente la nacionalidad o el color de ojos, también los talentos, las preferencias sexuales, el equipo de futbol y hasta la fecha de su muerte.
En este absurdo se evidencia la debilidad de las certezas que supuestamente la identidad le da a los individuos y muestra una reflexión de la libertad, que ofrece hacer una introspección para definir qué es lo que realmente le gusta de lo que son a las personas y cómo existen cosas en las que están sin que les guste.
Es una invitación a deshacerse de prejuicios a ser honestos consigo mismos y definirse a partir de la realidad de su emociones; es un llamado a la tolerancia y a la inclusión.
Poder cambiar para aceptar lo diferente
La vida se sube al escenario con toda su intensidad para crear un espejo en el que se refleja cada individuo que forma parte del público.
Escriba su nombre aquí logró crear ese vínculo con la mayor parte de los espectadores que asistieron al montaje de la compañía Cuartoymitad, dirigida por María Prado y Fernando de Retes.
“Nuestra idea es hablar sobre las etiquetas que se generan con la identidad en muchos aspectos de la vida de las personas y sobre cómo es posible generar otro concepto de identidad, formas diferentes de definirnos a nosotros mismos”, expresó Prado.
“Las personas vamos por la vida narrándonos, contando cómo somos a los demás, lo repiten tantas veces que terminan creyendo que no pueden modificar eso, y sí podemos cambiar nuestra forma de narrarnos”.
La intensidad de los actores generada por la adrenalina que provoca estar en escena sigue iluminando el rostro de Fernando de Retes.
“Si la identidad es algo estático te vuelves rígido y podrías ser intolerante, pero si te permites modificarlo seríamos menos intolerantes, porque cuando piensas: 'no soy, sino qué estoy siendo', te queda claro que no todo es tan fijo como se plantea desde posiciones muy intolerantes”, compartió.
“Realmente pensar que la identidad es algo variable y modificable lleva a la tolerancia y a entender que hay otras formas de vivir y entender que tu manera de ver la vida no es la única y que incluso tu manera de ver la vida puede modificarse, eso le abre la posibilidad a las personas de entender otras formas de ver la vida, como puede ser los matrimonios igualitarios”.
Prado hizo un master sobre Teoría y crítica de la cultura, en donde trabajó en el tema de la teoría y critica de la identidad.
A partir de ahí planteó al grupo de teatro imaginar escenas absurdas sobre las contradicciones que vivimos las sociedades todo el tiempo en cuestiones de nacionalidad, genero, sexualidad.
“Les propuse ponerla en relieve y generar una comedia con eso y así distanciarnos y generar un ambiente lúdico para hablar de ello de una manera mas fácil, sin tanta pasión como crean esos temas y provocar que la gente cuando salga del teatro discutan dialoguen sobre esos temas y se planteen diferentes cosas”.
La obra plantea a la identidad como mucho más que la patria, música o banderas.
“Creamos una narración de lo que somos, nos contamos a nosotros mismos, hay ciertas cosas que elegimos, pero muchas otras se nos imponen por inercia, cada persona se puede contar de tantas maneras, nos habituamos a contarnos siempre con las misma etiquetas y se trata que puedas tener la libertad de ir cambiando la forma de contarte ante los otros, ante ti mismo”, comento Fernando de Retes.
“Con qué cosas del cotidiano realmente te quedas en tu interior, tiene que ver con ser honesto con uno mismo y entender que eso puede variar, y si cambiar de una manera fluida es mucho mejor, sin tantos frenos sin tanto compromiso de ser”.
PARA SABER
El grupo completo de Cuartoymitad, en colaboración con Teatro Defondo, trabajó en improvisaciones y laboratorio para crear una lluvia de ideas de donde surgió la estructura de la obra que el público vio en la inauguración de Escena Mazatlán.