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Literatura

‘Uno escribe para olvidar’: Gonzalo Celorio

El ganador del Premio Cervantes tuvo una charla, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en donde habló con la honestidad de un autor que no le teme a decir la verdad
01/12/2025 09:56

GUADALAJARA._ El escritor Gonzalo Celorio, séptimo mexicano en ganar el Premio Cervantes (el galardón más prestigioso de las letras en español) dice sentir una energía renovada.

Está por presentar su más reciente libro de memorias, Ese montón de espejos rotos (Tusquets), recibirá el Homenaje al Bibliófilo José Luis Martínez de la Feria Internacional del Libro, y escribió Mi amigo Hernán (Grano de Sal), un tributo al académico y escritor Hernán Lara Zavala, amigo entrañable de Gonzalo, que murió en marzo pasado. Entonces, sí: sobraban las razones para una charla con el escritor.

“Siento una energía renovada, en gran medida por el Premio Cervantes, pero también por mi más reciente libro”, en él hace un recuento personal y de su vida profesional.

“Uno escribe para olvidar”, dijo y compartió que el libro “nace de un conflicto que no se resuelve más que navegando en las páginas”. Y más que resolverse, matizó, se exorciza y se transmite. “Así, el lector es un masoquista que está buscando conflictos ajenos”, remató.

$!Gonzalo Celorio ganó este año el Premio Cervantes.
Gonzalo Celorio ganó este año el Premio Cervantes. ( )

El escritor todavía tiene un carraspeo que le impide hablar con el volumen que quisiera. Es uno de los estragos que ha enfrentado a causa de los problemas de salud que le dejó la pandemia de 2020. Sin embargo, eso no impidió que se reuniera con representantes de la prensa para responder sus preguntas.

Expresó que ese libro no tenía la intención de ser una suerte de autobiografía, sino que comenzó como una colección de textos sueltos (de ahí su título) en donde no se puso trabas para hablar de aspectos tan personales como su batalla contra el cáncer de cuerdas bucales, o su experiencia profesional.

“Yo me visto con mi desnudez”, declaró para comparar su estilo al hacer una pequeña disertación sobre la literatura mexicana que explora temas personales, como la poesía. Según su opinión, nuestra tradición literaria tiende más hacia los ensimismamientos, guardar secretos, alejarse de las confesiones.

Sus memorias, dijo, son todo lo contrario. Insertado en una familia muy numerosa, con un padre anciano y una madre que consideraba que todos sus hijos se parecían, Celorio reflexionó que su “búsqueda de la identidad ha sido a través de la palabra”.

El escritor mexicano ha dedicado su vida a las palabras, ya sea como escritor (con doce títulos en Tusquets), como académico (en la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM) o como promotor de los libros (al frente del Fondo de Cultura Económica, por ejemplo).

Su carrera como bibliófilo empezó desde su niñez. Siendo el décimo de doce hijos en un hogar que seguía los lineamientos católicos (“los hijos que Dios mande”), todo lo que tuvo en casa era herencia de sus hermanos mayores. Por eso, cuando recibió su primer sueldo en un empleo de verano, compró su primer libro: Gramática española, de Rosario Gutiérrez.

Desde entonces, su mayor obsesión ha sido la literatura española y la hispanoamericana, y cada vez que ha tenido oportunidad de viajar, su asistente se encarga de llevarse las maletas con nuevos libros para una biblioteca que sabe muy bien cuántos ejemplares posee, aunque no le gusta compartirlo.

Miembro desde hace 30 años de la Academia Mexicana de la Lengua (y desde 2023, su director), es una de las figuras asiduas de la Feria Internacional del Libro. “Los que la conocen ahora no se pueden imaginar que antes era como un tianguis de saldos”, hizo memoria de sus primeras asistencias desde 1987 y mencionó que la transformación de la Feria ha sido interesante.

“Es una Feria muy extraña porque no se parece a ninguna otra”, compartió, pues en la FIL de Guadalajara se combina la programación profesional con otra dedicada a la celebración de la literatura, abierta al público en general.