|
"CINE"

"VÉRTIGO"

"Cinema Botánico: 'Ex Machina'"
16/03/2016 14:46

 

Misterios de la distribución fílmica en México. Mientras en las salas de todo el país abunda la basura cinematográfica, muchas propuestas interesantes y valiosas nunca llegan a exhibirse comercialmente. Y conste: no me refiero aquí a películas “oscuras”, “vanguardistas”, “festivaleras” –por anotar alguna adjetivo “sospechoso” para el cinéfilo común y corriente que va al cine cada fin de semana-, sino a cintas de género, razonablemente comerciales e, incluso, ganadoras de algún Oscar.

Es el caso de Ex Machina (Ídem, GB, 2015), opera prima del notable guionista especializado en cine de género Alex Garland (Exterminio/Boyle/2002, Sunshine: Alerta solar/Boyle/2007, Nunca me abandones/Romanek/2012), ganador del premio al Mejor Director Debutante del Sindicato de Directores de Estados Unidos.

El guion, nominado al Oscar 2016 y escrito por el propio cineasta, nos ubica en un futuro cercano. El excéntrico multimillonario Nathan Bateman (Oscar Isaac, muy en su papel), un genio que a los 13 años escribió un código para crear el buscador más popular de Internet, invita a uno de sus empleados, el tímido buena-onda Caleb (el ubicuo Domhall Gleeson) a su mansión enclavada en algún bosque de Alaska. Aparentemente, Caleb ganó ese honor por sorteo, pero muy pronto se da cuenta que no es así: Nathan lo ha mandado llamar para que participe en la “prueba Turing” de Ava (Alicia Vikander), el más reciente modelo de androide femenino que el inventor ha creado.

La prueba Turing –inventada por el famoso matemático Alan Turing, ya biografiado en la reciente El Código Enigma/Tyldum/2014- consiste en tener conversaciones con una computadora para descubrir si la máquina puede empezar a pensar por sí misma. Es decir, si la máquina tiene realmente una conciencia.

El tema es tan antiguo como la novela gótica clásica Frankenstein o el Moderno Prometeo (1818) y, en el cine ha sido tratado una y otra vez, la última ocasión en la melancólica cinta de ciencia ficción Ella (Jonze, 2013) en la que, para variar, un pobre diablo, solitario y alienado, se enamora de la voz de su sistema operativo. 

En Ex Machina, Caleb va cayendo poco a poco bajo el encanto de Ava, que tiene el bello rostro de la Vikander, sus manos delicadas, sus pies perfectos, pero el resto del cuerpo es una máquina… de la que Caleb, inevitablemente, se enamorará.

No anotaré lo que sucede en la segunda parte del filme: baste señalar que restan muchas sorpresas para Caleb –incluso para el megalomaníaco Nathan- y, por supuesto, para el propio espectador. 

Garland ha dado el salto del solitario escritorio de guionista a la silla de director y lo ha hecho bien: todos sus actores son irreprochables –la Vikander debió haber ganado el Óscar por esta cinta y no por el churrito La chica danesa (Hooper, 2015)- y, por lo demás, la cinta avanza sin mayores obstáculos, manteniendo el suspenso constante, desafiando nuestras predicciones y cerrando todo con una sonora advertencia que, sospecho, no estamos dispuestos a aceptar.

 

 

*****

 

Ex Machina se exhibe hoy jueves a las 20:00 horas y el domingo a las 18:00 horas en el auditorio Deutsche Bank del Jardín Botánico.

 

*****

Comentarios: en el blog cinevertigo.blogspot.mx, con actualizaciones diarias, en la cuenta de twitter @Diezmartinez y en el correo electrónico ernesto.diezmartinez@gmail.com.