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"COLUMNA"

"VÉRTIGO: Paddington 2"

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15/06/2018 12:47

La exhibición de cine en esta ciudad va de mal en peor. Además de la sempiterna pobreza de la cartelera cada fin de semana –de todos los filmes que se han estrenado hasta este momento en la Ciudad de México, solo se ha exhibido en Culiacán alrededor de un 60%-, ahora hay que agregar que la cantidad de funciones dobladas al español ha ido subiendo exponencialmente en el 2018. De hecho, hay películas –y no me refiero a las animadas y/o infantiles- que han llegado a este rancho grande sin una sola copia en su idioma original. Una verdadera desgracia.

    Por esto mismo me salté, en el momento del estreno, Paddington 2 (Ídem, GB-EU-Francia, 2017), tercer largometraje de Paul King y secuela de la encantadora Paddington (2014). Por supuesto, se dirá que como es una película familiar, es lógico que la cinta se estrenara ¡y a nivel nacional! solo en versión doblada al español, pero hay que recordar que el filme combina personajes animados –el oso Paddington y sus tíos peruanos- con muy conocidos actores de carne y hueso, sin mencionar que al protagonista Paddington le presta su voz nada menos que Ben Wishaw.

Dicho de otra manera, no dudo del talento vocal de los actores nacionales de doblaje, pero en el caso de filmes como Paddington, prefiero ver y escuchar las voces de, digamos, Wishaw, Sally Hawkins, Imelda Staunton, Julie Walters, Jim Broadbent, Brendan Gleeson y, por supuesto, Hugh Grant, que las de los sustitutos mexicanos.

    Valga toda la explicación anterior para subrayar que hace apenas unos días vi finalmente Paddington 2, que ha salido a la venta en el infaltable DVD de importación. Esta segunda parte nos muestra a Paddington (voz original de Wishaw) viviendo sin mayor problema con los Brown, su generosa familia adoptiva y extrañando a su anciana tía Lucy (voz original de Staunton), quien ha enviudado y vive sola en las selvas de Perú. Como la santa señora –digo, santa osa- es una anglofílica irredenta, Paddington piensa enviarle de regalo de cumpleaños un antiquísimo libro pop-up sobre Londres, por lo que, como todo buen inmigrante chambeador, el noble oso empieza a lavar las ventanas de todo el barrio con el fin de poder comprar el libro de marras.

El problema es que ese objeto esconde las claves para encontrar un cuantioso tesoro, por lo que el egocéntrico actor venido a menos Phoenix Buchanan (Hugh Grant, hilarante en tono de franca autoparodia) roba el susodicho libro –y de paso, la película- y logra echarle la culpa a nuestro inocente Paddington, quien termina con todo y su peluda figura en la cárcel.

    Como en la primera cinta, Paddington echa mano de su inexpugnable mantra –“Si eres bueno y amable, el mundo será mejor”- para salir avante en todo momento, sin importar que se encuentre prisionero entre cuatro paredes y rodeado de criminales peligrosos. Basta que Paddington los contagie de su buena voluntad, de su amor por la mermelada y por los pastelillos –en general, por los recuerdos familiares y la buena comida- para que el mundo de ellos –la cárcel, pues- sea un paraíso: el lugar en el que un firme y sonriente alcaide les lea cuentos antes de dormir.

    Además, al igual que en la primera película, el director King y su equipo no solo han montado grandes secuencias animadas –la del libro pop up, por ejemplo-, sino también emocionantes escenas de acción –la del tren-, regocijantes running gags –el del desafortunado juez interpretado por Tom Conti- y hasta un delirante número musical final protagonizado por un desatado Hugh Grant.

    En suma, se trata de una película que hay que ver en su versión original y, si se quiere, también doblada al español, para los niños más pequeños. Pero hay que verla. La amabilidad nunca estará de más en este mundo matraca, y menos cuando es personificada por el oso antiBrexit Paddington.

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