‘Vuelan alto’ en Guamúchil con la música
La música hizo 'volar alto' los corazones de Guamúchil que latieron fuerte con una jubilosa gala que incluyó arias de ópera, zarzuela, opereta y música popular mexicana, con la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes, el tenor Andrés Carrillo, la soprano Laura Leyva y la mezzosoprano Oralia Castro, dirigidos por el maestro Enrique Patrón de Rueda.
A la puerta de la Catedral, con un numeroso público asistente, el concierto 'Vuela alto', organizado por el Instituto Sinaloense de Cultura y el Ayuntamiento de Salvador Alvarado, contó con la participación del Coro de Ópera de Sinaloa, que dirige Marco Antonio Rodríguez Badillo.
Al dar la bienvenida al concierto, Papik Ramírez Bernal, director del Isic, señaló que esta es la mejor manera de conmemorar a quienes han fallecido en esta pandemia.
“En especial a Carlo Mario Ortiz, un persistente promotor cultural, el mejor promotor cultural que tenía Guamúchil, y quien en seis ocasiones, mientras ocupaba cargos en el área de cultura, tuvo la oportunidad de traer a la Orquesta a esta localidad”.
El concierto comenzó con fragmentos de óperas.
Primer musicalmente, con la obertura de la ópera “Carmen”, de Bizet, con OSSLA, luego con “Habanera”, de esa misma ópera, en la voz de Oralia Castro, y “Nessum dorma”, de “Turandot”, de Puccini , con Andrés Carrillo.
Luego siguieron con “Intermezzo”, de “Cavalleria rusticana”, de Pietro Mascagni, una pieza que Patrón de Rueda describió como llena de inspiración y misticismo.
“Intermezzo es un momento muy religioso, de gran inspiración y misticismo, va para la memoria de todos los que hemos perdido por el Covid, por estos tiempos difíciles que hemos pasado. Elevense con esta música maravillosa”.
Al presentar el aria “O mio babbino caro”, de “Gianni Schichi”, de Puccini, el director de orquesta preguntó al público que a quién se la querían cantar, para luego compartirla con la voz de la soprano Laura Leyva.
Luego, ella hizo un dúo con Andrés Carrillo en la opereta “Lippen schweigen”, más o “Vals de la Viuda Alegre”, de Franz Lehar.
Posteriormente a “La boda de Luis Alonso”, de Gerónimo Giménez, empezaron con la zarzuela.
“La tarántula es un bicho que no se mata ni con miel ni con pan y que se mete por todos los rincones...”, comentó Oralia Castro, para luego interpretar “La tarántula” de “La tempranica” de G. Giménez y dar espacio a Laura Leyva y Andrés Carrillo con la “Mazurka de las sombrillas”, de Federico Moreno Torroba, una pieza que a varios invitó a bailar.
Y llegó el espacio para la música mexicana.
“Esta pieza es un homenaje a nuestro país, nuestro México lleno de colores, lleno de música, un homenaje a la música de mariachi, se llama Sones de Mariachi, y recoge todos los sones, todos los ritmos de mariachi”, explicó Patrón de Rueda.
“Al final les voy a pedir que todos griten, Viva México y que lo escuchen los que vienen en el nuevo gobierno, y que apoyen para que seamos un mejor México, un mejor guamúchil y un mejor Sinaloa. Hago votos para que el nuevo gobierno de Guamúchil siga apoyando su orquesta juvenil, su orquesta de niño y tengan muchos conciertos aunque no venga yo”.
Así interpretaron “Sones de mariachi”, de Blas Galindo, a cargo de la Orquesta, a la que le siguió el grito de “¡Viva México!”, del público.
Después de “El triste”, de Roberto Cantoral, con la que recordaron a José José, en la voz de Andrés Carrillo; “Paloma negra” y “Cucurrucucú paloma”, de Tomás Méndez, por Oralia Castro, en honor a Lola Beltrán; “Yo no fui”, de Consuelo Velásquez, en recuerdo de Pedro Infante, con Andrés Carrillo; y un popurrí de canciones de José Alfredo Jiménez, con los tres solistas, “Ella”, “El rey” y “Si nos dejan”, culminó el concierto.
Pero la gente pedía más. “Otra, otra, otra...”
Y entonces el maestro Enrique Patrón de Rueda puso una condición: ¿y van a cantar?
“Sí”, gritaron los asistentes al unísono.
El concierto finalmente cerró con “El sinaloense”, de Severiano Briseño, que cantaron todo juntos, coro, solistas y público.
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