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Columna

Y las ranas siguen hirviéndose

FACTOR HUMANO
01/11/2025 14:50

Sucede que una serie de cambios, al principio pequeños, se van haciendo más grandes pero la gente se acostumbra a ellos hasta que los asfixia.

El famoso experimento.

Pusieron en una olla unas ranas alimentándolas y poco a poco les subieron la temperatura del agua, sin embargo, su costumbre de nadar en el agua gradualmente más caliente les impidió saltar cuando empezó a hervir, muriendo.

Este principio explica en parte como la costumbre de la gente y sus paradigmas, les impide evitar que estalle la crisis o pararla oportunamente. Esto se aplica a las organizaciones, a las empresas y a los países. Por años nos preguntamos cómo es posible que algunas naciones ricas como Venezuela, cayeran en el comunismo y sucumbieran sin poder salir de ahí a la fecha.

Obviamente esperaron y creyeron en un mesías que les prometió lo que querían oír y desmanteló frente a sus ojos el país y la gente no se lo impidió. Ellos primero se ganaron a la gente, les mintieron y montaron un sistema para perdurar y controlarlo.

¿Cómo ha sido posible?

El comunismo cayó con la caída del Muro de Berlín, desprestigiado cambió de piel a progresismo y a populismo infiltrándose en Latinoamérica. Nos ha intrigado la perversidad y la crueldad de sus dictadores y a pesar de ello les siguen creyendo sin ver las evidencias o por mera conveniencia, “calladitos se ven más bonitos”.

Los angelitos Mao Tsé Tung y Stalin provocaron con sus hambrunas la muerte de más millones que Hitler para someter a esas regiones y eliminar a quienes se les resistían. Comentaré algo que poco se sabe, los ucranianos recibieron gustosos a las tropas alemanas en su tierra, vieron en ellos la manera de librarse de Stalin, sin embargo la idiotez y brutalidad de las SS nazis que empezaron a matar judíos les rompió el encanto.

Las promesas rotas.

Las promesas del bienestar del proletariado, de la desaparición de clases, fueron suplantadas por la realidad: emergió una “Nueva clase Social”, la de sus dirigentes en todos los niveles, Milovan Djilas lo publicó desde Yugoeslavia. Igual a la vida de príncipes del jet set que se dan un puñado de políticos y sus adorados hijos con regímenes con tintes comunistas.

Repartir miseria.

Por otro lado, el comunismo se las ingenia para repartir miseria: país que gobiernan país que empobrecen y gobiernan con mano de hierro. Esta semana calaron en la conciencia colectiva 2 sucesos que pusieron en vilo al país:

1. La protesta del Hospital Infantil de México para gente sin recursos, porque no pueden operar a la mitad de los pequeños programados por falta de anestesia, en muchos centros les urge lo más indispensable y muchos mueren por falta de tratamientos, éstas no salen en las estadísticas, pero es atroz. Una madre hace lo impensable para salvar a sus hijos.

2. Las protestas masivas de los graneros y de otros gremios. Que trae efectos cascada en las economías regionales empobreciéndolas y al país, importando más granos. El descuido al campo es un hecho, se les redujo a la mitad del total de apoyos que tenían. La pobreza permite más dependencia del gobierno y someterse a él para recibir esos apoyos cada vez más urgentes, así el estado aumenta su control. Donde quiera que gobiernan los comunistas, ahora disfrazados, no ocultan su mano férrea. El “bienestar” de la población, las promesas y las dádivas, son los anzuelos para perpetuarse.

Las nuevas calamidades.

La serie de crisis provocadas por los narcos desestabilizan, empobrecen y desincentivan las inversiones nacionales y extranjeras, el país dejó de crecer hace 8 años. Los agricultores no solo arriesgan su patrimonio, gran parte de la gente del país arriesga su vida. Pero “la vida no vale nada”, el populismo socialista se convirtió en un narco gobierno, Trump ha repetido que ellos mandan.

¿Es México comunista?

No lo es. Argentina, Perú, Ecuador y Bolivia no lo han sido pero sus regímenes anteriores tenían una manifiesta tendencia socialista. La 4t está dominado por gente con formación comunista, pero antes que todo es dirigido por gente con una voracidad económica insaciable que aprovechan como Matías que no lo tienen todos los días. Pero en términos reales ¿Qué importa más la ideología o el dinero? La ideología se manifiesta regalando petróleo y apoyos a los dirigentes de Cuba, Venezuela y a otros socialistas a cambio de su apoyo. Digamos que el dinero los incentiva, pero la ideología los une.

Gobernar se ha vuelto una vacilada.

Antes veíamos a gente muy preparada con doctorados en el extranjero o con experiencia y “colmillo” ocupando puestos clave y menores. Contrasta con el nivel de ambas cámaras, en la SCJN “indígena”, en las secretarías, en los estados, municipios, ocupados por la improvisación y la tómbola. Los buenos empresarios contratan y se asesoran de gente más capaz que ellos, huelen el talento, lo buscan y lo retienen; no les temen ni buscan controlarlos.

Los ministros no resuelven las demandas: no tienen injerencia en el presupuesto ni en las decisiones que les reclaman. Además, regionalmente los narcos mandan.

La república que conocimos dejó de existir con sus 3 poderes y el agua sigue hirviendo. Si no cambia nuestra percepción y aprendemos a hacer políticas buenas para el bien del país, seguiremos en lo mismo: se llama parálisis paradigmática.

¿Será suficiente un balde de agua fría para salir de la olla masivamente?