"Cultura Profética regresa a la raíz del reggae en Mazatlán"
MAZATLÁN._ Ante un público ávido de sus canciones armadas con letras que reflexionan sobre temas como el amor, la libertad, la igualdad de género y la conservación de la naturaleza, Cultura Profética entregó una noche a ritmo de reggae en la Semana Internacional de la Moto Mazatlán 2020.
Con matices de jazz, funk, bossa nova y hip hop, Cultura Profética se va a las raíces del reggae para mostrar la riqueza de un ritmo que ha sido empobrecido en los últimos años con las propuestas de cantantes y grupos de reggaetón.
Los seguidores mazatlecos del grupo puertorriqueño, que surgió en la escena musical en 1996, llegaron a la cita en la Plaza de la Moto para disfrutar de un concierto que arrancó con uno de sus éxitos, Sobrevolando, una canción que habla de la fuerza que tiene una sociedad cuando se une. En uno de sus estribillos dice “Somos más y no tenemos miedo”, que es el principio para que una comunidad rompa con la represión física y moral.
El público seguía el ritmo de la guitarra, las trompetas y las percusiones, sobre todo la batería, que marcaron el compás que motivó a la masa de cuerpos a moverse con lentitud y sincronía.

Siguieron con la letra y la música de La complicidad, con la que hablaron del combate a la contaminación y la libertad soñada, ambas conseguidas por una complicidad generada entre dos en los que titila la luz de la esperanza alimentada por el amor de pareja.
Hablaron también sobre pasar por encima del boicot que la manada hace contra una persona y cargarse de esperanza y elevar la autoestima adquiriendo experiencia; la pieza Ten valor habla de la libertad de conciencia que permite al individuo desafanarse de la opresión de la maledicencia y los prejuicios sociales.
El grupo Cultura Profética también le canta al amor, ese escudo que protege de un mundo cada vez más agresivo; el antídoto es la pareja amorosa, el último reducto de un espacio sentimental reconfortante.

A lo largo de la noche, sus integrantes desgranaron buena parte de su exitoso repertorio: se les escuchó Herida mortal, Baja la tensión, Hasta la noche y Love and happiness.
La agrupación intentó despedirse con las canciones Caracoles y Nadie se atreve, pero los asistentes no los dejaron, jugaron al intercambio de palabras y frases hechas como “otra” y los músicos, sobre todo el solista, dieron una salida en falso para que la gente gritara más fuerte.
Al final, como siempre sucede, se quedaron en el foro a cantar algunas piezas más. En esta ocasión fueron Inspiración, Ritmo que pesa y Saca, prende y sorprende, con la que el concierto finalizó en medio de aplausos y caras de satisfacción por parte del público.
