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Lanzamiento

Gobierno vio a Avándaro como una chispa que podía encender la llama de una revolución: Luis de Llano Macedo

A 50 años del gran encuentro juvenil, el productor musical Luis de Llano Macedo publica el libro documental ‘Avándaro. Cuando el rock mexicano perdió la inocencia’, en un evento que se realiza este sábado 11 de septiembre en el Estado de México, donde todo ocurrió
10/09/2021 18:07

Con el subtítulo “50 años, cuando el rock mexicano perdió la inocencia” y publicado por Ediciones del Lirio, Avándaro es una edición que se publica este sábado con la intención de dar a conocer el encuentro de música y rock, que reunió a carca de 300 mil jóvenes en el Valle del Estado de México, el 11 de septiembre de 1971.

La cabeza detrás de la organización del Festival Rock y Ruedas en Avándaro en 1971 y autor del libro y documental que se presentan este sábado, Luis de Llano Macedo dijo en una entrevista para medios de difusión nacional que el Gobierno vio a Avándaro una chispa que podía encender la llama de una revolución.

“Avándaro fue una reunión de más de 250 mil jóvenes por razones no políticas, y lo increíble fue que no pasó ¡nada!, no hubo accidentes, no hubo una violación, no pasó nada más que el escándalo, pero el error que yo cometí fue haber invitado a la prensa de espectáculos y no a la prensa de primera sección o nota roja”, explicó el productor musical para una entrevista con la periodista Carmen Aristegui.

“Llego a México y éramos ya los niños malos del mundo porque ‘habíamos hecho una orgía de drogas, sexo...’ y al rock lo castigaron horriblemente por 10 años, cosa que fue injusta porque el poder de convocatoria que generó Avándaro fue visto por el gobierno como una chispa que podía encender la llama de una revolución”.

Recordó el entonces organizador del evento, que el país venía de vivir momentos difíciles tras la matanza de Tlatelolco en 1968, y que por ello la juventud necesitaba un escape.

“Y veníamos también de vivir el rock and roll, que era el más fresa del mundo (...) y cuando el rock empieza a perder su apellido y se vuelve el rock, cambia la historia completamente”, dijo.

Después de este festival las opiniones críticas provenientes de la Iglesia y el Estado no se hicieron esperar, existiendo posturas divididas a favor y en contra del evento.

“Después de que terminó el concierto, nos cayó encima todo el poder de la liga de las buenas costumbres, el poder gubernamental y la opinión pública y los medios sensacionalistas. Todos, menos los jóvenes, nos hicieron pedazos”, describió De Llano.

Entre las críticas, la del presidente de México en ese sexenio, Luis Echeverría sobresalió, quien no promovió acciones legales, pero sí dejó en claro que no se permitiría otro evento igual.

“Que no haya más Avándaros en la República”, dijo el ex presidente.

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Luis de Llano Macedo es productor de telenovelas, series, obras de teatro y hasta de grupos de “plástico”, como él mismo los llama, entre los que están Timbiriche, Microchips y Garibaldi, pero pocos saben que también fue uno de lo organizadores del mítico Festival de Rock y Ruedas de Avándaro que está cumpliendo 50 años.

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El festival de rock de Avándaro, a decir de Luis de Llano Macedo fue una experiencia única de comunicación y de verdadero aliviane. “Aliviane en el mejor sentido de esta palabra que horroriza a los diccionarios, despojamiento de poses, despojamiento de la agresividad de siglos, de las barreras sociales, del tono de la piel, de la marca del carro, del diploma de la escuela, del miedo, de los complejos, del estigma del subdesarrollo real o mental”, dijo.

“Avándaro fue el reventón, la sorpresa, la identificación, el reconocimiento de todos los que lo hicieron. La música, el rock fue un pretexto, la golosina. Fue el rechazo a la cantina del sábado, a la diversión programada, al paseo donjuanesco de la avenida Juárez, al eterno café insípido de Sanborns, a la cacería sabatina en la Zona Rosa. Fue el rechazo a la costumbre, al Manual de buenos modales de Carreño, al Selecciones del Readers, a la página de sociales. Fue un hueco en el tiempo que dejó ver otra realidad”.

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El libro consta en el Preámbulo este nuevo título que está integrado por 13 capítulos con los temas “Armando y desarmando Avándaro”, “Memoria fotográfica #1”, “Orígenes paisajes y panoramas del rock and roll y sus tiempos”, “Los motores del cambio”, “La música al ritmo de los tiempos”, “Rebeldes con y sin causa”, “La revolución mundial del rock and roll”, “El México rocanrolero de los sesenta”, “Woodstock, el festival que transformó al planeta”, “La década decadente”, “Un México ‘de onda’”.

Asimismo, aludiendo al libro incluye “Mi tragedia musical en cuatro movimientos” con “Primer movimiento: Preludio y Sonata”, “Segundo movimiento: Allegro”, “Tercer movimiento: tocata”, “Cuarto movimiento: adagio y fuga”; además de “Memoria fotográfica 2”, “Crimen y castigo: las secuelas del avandarazo”, “Ríos de tinta negra, roja, blanca y amarilla”, “Testimonios de leyenda”, “Los hijos de Avándaro”, “Rock y rejas”, “Los archivos perdidos de Avándaro 71”, “Avándaro 50 años, redescubriendo el mito” y “Posdata”.

Luis de Llano Macedo compartirá más sobre Avándaro durante la presentación que, con Ediciones del Lirio, se realiza el 11 de septiembre en el Estado de México, donde todo ocurrió.

¿Por qué fue tan famoso el Festival de Avándaro?

El Festival de Rock y Ruedas de Avándaro, el primer festival multitudinario de este género que se celebraba en el país, acabó siendo una enorme explosión de juventud que escandalizó a la prensa más conservadora del momento.

Aquel 11 y 12 de septiembre de 1971, cuando una inesperada multitud acabó por convertir en mítico un festival que en un principio, solo iba a servir como antesala de una carrera automovilística.

Lo que iba a ser una principalmente una carrera terminó en un festival musical que mucha gente compara con el mundialmente famoso Festival de Música y Arte de Woodstock.

Se contabiliza que originalmente asistirían 15 mil personas, pero al final la cifra superó las 250 mil. Las bandas que se presentaron también aumentaron de lo planeado, incluyendo a grupos como Los Dug Dugs, La División del Norte, Peace and Love, Three Souls in my Mind, El Ritual, Bandida, El Amor y varias otras.

La carrera finalmente se canceló, ya que la música terminó por opacar al automovilismo. A pesar de la intensa lluvia, durante los dos días que duró el evento la gente disfrutaba al máximo el momento.

Fue transmitido a nivel nacional por radio en vivo, aunque tuvo varios cortes debido a la censura de groserías y frases polémicas. A pesar de lo que realmente ocurrió, hubo gran polémica por la reunión de tantas personas actuando de forma desenfrenada.

Se aludió al evento con frases como “orgía hippie”, “infierno” y “encueramiento, mariguaniza, degenere sexual, mugre, pelos, sangre y muerte”. Las autoridades políticas, prensa y otros grupos mencionaron que quienes organizaron el festival actuaron con dolo y contra la moral y buenas costumbres.

La década de los 70 fue un tiempo perdido en la escena musical mexicana para el rock. Una ola musical que venía avanzando fuertemente fue cortada de tajo, sin embargo, consiguió revivir para llegar hasta nuestros días.

vándaro es un ejemplo de lo importante que es la música para la juventud, especialmente en una que busca cambiar radicalmente su entorno.