"La música es la aliada de La Pata Salada"
Carlos Hernández
A finales de los años 90, Hugo González, Enrique Martínez, Aldo Fragoso, Hiram González y Sergio Ávila del Real eran los mejores amigos, compartían sueños, vagancias, ilusiones y su más grande pasión: la música.
Así le dieron vida La Pata Salada, la agrupación mazatleca que rompió esquemas y que revolucionó la escena local con un sonido muy fresco, lleno de ritmo y fusiones, que mostraba en todo su esplendor su energía y talento musical.
La agrupación conquistó a la juventud porteña e inició un camino por la escena roquera del país, presentándose en foros como las Fiestas de Octubre de Guadalajara o Las Fiestas del Sol de Mexicali. Además, fue la primera banda porteña en participar en un disco de una disquera trasnacional junto a artistas como Jaguares, La Maldita Vecindad y Café Tacvba.
Fueron años de mucha diversión, de fiesta, de viajar, de conocer lugares, pero también de mucho aprendizaje y de madurez, que concluyeron en 2008, cuando terminó el ciclo de La Pata Salada y cada uno de sus integrantes tomó caminos diferentes.
Hoy, a ocho años de ese “fin”, los músicos se reencontraron para ofrecer un concierto en Mazatlán. Lo hicieron sin más expectativas que volver a estar juntos y divertirse tocando, recordar sus años de juventud, reforzar su amistad y revivir una época que para ellos fue única.
“Esto del reencuentro es como un pensamiento colectivo, desde hace mucho ya teníamos las ganas de que se diera y las circunstancias se dieron hasta ahora”, dice Hugo.
“Primero fue la emoción de vernos todos juntos y luego de tocar... es la primera vez que estamos juntos en un escenario desde hace ocho años”.
En la historia roquera porteña
En sus ocho años de vida, La Pata Salada marcó la historia del rock mazatleco, grabó dos discos, se presentó en programas de televisión como Otro Rollo, Big Brother y No Manches y ofreció tocadas en Los Cabos, Cancún, Tijuana y Guadalajara, ciudad que fue su base durante muchos años.
“Vivimos como ocho años juntos, desde que nos formamos como grupo, éramos como una familia, nos separamos porque se dieron así las cosas... crecimos, pero siempre tuvimos la amistad y siempre existió ese gusanito de volver a estar juntos”, agrega Hugo.
“Nosotros ganamos el concurso XX Lager aquí en Mazatlán y de ahí nos prendimos. La oda de salir a tocar y quedarnos fuera de Mazatlán fue como un accidente, llegamos a Guadalajara y nos topamos con que habían clausurado el bar donde íbamos a tocar y así fue como nos quedamos”.
Su música llegó a los oídos del cantante Pepe Aguilar, quien los apoyó para la realización de su primer disco, La Banda de Los Monos Bichis,
“Manuel Cázarez, que es arreglista, nos lo presentó, nos dijo que estaba montando un estudio y una casa disquera. Pepe nos escuchó, le latió lo que hacíamos y nos apoyó en el disco. Tardamos un poco en sacarlo porque nos tocó toda la situación de las disqueras que estaban tronando”, recuerda Hugo.
“A final de cuentas, el disco salió independiente, porque ninguna compañía iba a invertir en alguien desconocido en ese momento. Ya con el disco tocamos en las Fiestas de Octubre de Guadalajara, en las Fiestas del Sol en Mexicali, en el Cervantino, en el Hard Rock de Guadalajara... en ese entonces le habríamos los conciertos a Julieta Venegas”.
La evolución de la industria
A La Pata Salada le tocó la transformación que vivió la industria musical, cuando las disqueras empezaron a desaparecer.
“La industria musical cambió, también el rock, ahora dependes de ti mismo para crecer, el artista es el que hace todo. Antes no era así, había un departamento de marketing y la disquera te movía”, expresa Aldo.
Después de La Banda de los Monos Bichis, el grupo lanzó el disco Ruido, pero debido a los tiempos que se vivían, que cada vez se tornaban más difíciles, los músicos tuvieron que ver por su futuro y fue así como decidieron terminar el grupo en 2008.
“Todos seguimos en la escena musical, cada quien tiene proyectos, en Guadalajara, Mazatlán, Los Cabos, en los lugares en donde vivimos”, comenta Aldo.
La moneda está en el aire, ellos no saben si este concierto de reencuentro servirá para reactivar a la agrupación o si sólo quedará como una bonita experiencia.
La música sigue siendo su mejor aliada y así como los unió de jóvenes, ahora puede volver a juntar sus caminos. Ellos se lo dejan al destino.
“Después de este concierto, así como cada quien tiene otros proyectos, a lo mejor La Pata Salada se vuelve otra vez un proyecto dentro de nuestras vidas, no lo sabemos”, asegura Enrique.
“Es algo que todos tenemos en la cabeza, en su momento fue nuestro proyecto de vida, ahorita está la emoción de volver a juntarnos... ahora con las redes sociales, con toda la facilidad que hay para promocionarte, sería realmente más fácil para nosotros y claro que está la posibilidad”.
INTEGRANTES
Hugo González
Es el vocalista.
Vive en Mazatlán, donde es integrante de La Regadera Eléctrica.
Enrique Martínez
Toca la batería.
Vive en Cabo San Lucas, toca en un grupo de cóvers y tiene un estudio de grabación.
Aldo Fragoso
Toca la guitarra.
Vive en Guadalajara, donde es integrante de un grupo de hard rock que se llama Metode.
Sergio Ávila del Real
Toca el sax y los teclados.
Vive en Mazatlán donde tiene su proyecto solista La Magia del Sax.
Hiram González
Toca el bajo.
Vive en Guadalajara, donde toca con los grupos La Silla y Cuarto Menguante.
EN CORTO
La Pata Salada surgió a finales de los años 90.
Lanzó en el año 2002 su primer disco oficial, ”La Banda de los Monos Bichis”.
Se presentó en programas de televisión como “Otro Rollo”, “Big Brother”, “No Manches”, en los Premios Las Lunas, entre otros.
Ofreció tocadas en Los Cabos, Cancún, Tijuana y Guadalajara, ciudad que fue su base durante muchos años.
Participó en el disco “Viva Tintan”, tributo al comediante mexicano “Tintan”, con la canción “Cavermango”, junto a agrupaciones como Jaguares, Maldita Vecindad, Café Tacvba y Moderatto.