"Made in Mexico: la alta sociedad de la CDMX en el nuevo programa de telerrealidad de Netflix"

"El reality show muestra en la pantalla la vida de personas pertenecientes a un grupo de la población que vive con privilegios sorprendentes, en un país donde la distribución de la riqueza es muy desigual, de acuerdo con diversos estudios"
28/09/2018 11:45

LOS ÁNGELES (SinEmbargo)._ Los “fresas” (pijos, coloquialmente, en México) también lloran. Y se ríen, se enfadan, bailan, festejan y se desesperan. El día a día de la alta sociedad mexicana es la base de Made in México, el nuevo programa de telerrealidad de Netflix, que se estrenó este viernes.

Restaurantes de lujo y ranchos fabulosos sirven de escenario para este reality show en el que la élite de la Ciudad de México muestra su acomodada vida y también trata de desmentir los tópicos sobre su posición privilegiada en un país conocido tristemente por su grave desigualdad económica.

“Todo lo que pasó es real, todo lo que decimos lo sentimos. Si alguien está llorando es porque lo siente, si alguien se enoja es porque lo siente. Y eso es lo que hace a Made in Mexico diferente, opinó en Los Ángeles (EU) Columba “Colu” Díaz, una de las nueve protagonistas de este nuevo programa.

 

SIN TEMAS TABÚ

Otra de las estrellas de Made in Mexico, Kitzia Mitre, subrayó que “el factor humano fue durísimo”:

“No tuvimos temas que fueran tabú, intocables. No teníamos límites, sino al revés: creo que nos abrimos de cosas que estábamos evitando en nuestras vidas personales”, añadió

Junto a Roby Checa, también presente en la conversación, ambas matizaron que, aunque Made in Mexico muestre la vida sin preocupaciones económicas de los ricos mexicanos, se centra en otro tipo de asuntos.

“No creo que el show se enfoque a la élite sino a las emociones, los momentos, los sentimientos y la vulnerabilidad humana”, expresó Díaz.

Mitre negó que sean “mantenidos de sus papás” y recalcó que todos se esfuerzan y son “trabajadores”.

“Sí venimos de un lugar privilegiado, pero no somos unos ‘júnior’ mantenidos”, afirmó.

Ante una serie que trata los estereotipos e imagen pública de la alta sociedad, la pregunta parecía obligada: ¿se consideran “fresas” los protagonistas de Made in Mexico?

“Yo sí, un poco”, admitió Mitre, mientras que Checa rechazó un adjetivo que suele tener connotaciones negativas.

“Yo te considero ‘fresísima’. Eres el más ‘papi rey’ que existe”, le contestó, entre risas, Díaz.

Ella también reflexionó sobre el hecho de verse acompañada por un equipo de televisión en todo momento durante el rodaje de Made in Mexico.

“Como que se te olvida que están las cámaras rapidísimo (...). Te dejas ir por las emociones del momento y en serio dejas de pensar que hay cámaras”, apuntó.

“Ahí lo difícil no es cuando estás grabando sino cuando acabas de grabar, que en tu cabeza dices: ‘Acabo de decir esto, acabo de meter la pata...’. Ahí es un poquito el tema emocional de ‘me abrí de más”, indicó Checa.

Mitre mencionó que fue una experiencia tan “catártica” como “desgastante”.

“Todos tenemos en nuestra vida cosas que pones en un cajón y les das carpetazo. Y aquí fue: ‘Ahora lo sacas y lo vives”, explicó.

Con un reparto formado, en su totalidad y llamativamente, por personas blancas, los protagonistas de Made in Mexico abordaron su privilegiada posición en comparación con los millones de compatriotas mexicanos que viven en la miseria.

“Es una realidad que vivimos en el país y estamos muy conscientes de ella”, indicó Díaz, mientras que Mitre subrayó que los tres participan “muchísimo en proyectos asistencialistas” por medio, por ejemplo, de fundaciones.

“Siento que somos personas que no estamos desconectadas (de la realidad)”, añadió Mitre antes de sostener que son personas que aportan “su granito de arena” para que “ese ‘gap’ (brecha) se vaya minimizando”.

LOS DETRACTORES

Pero como toda apuesta tiene sus dos caras, por un lado los detractores del reality show ya se hicieron presentes tanto en redes sociales, como en programas televisivos.

Muchos de ellos censuran el momento histórico en el que se estrenará este primer reality show de Netflix en México, anunciado poco más de un mes después de que el país eligiera como presidente al izquierdista Andrés Manuel López Obrador, que ha arremetido contra lo que en su opinión es una élite enquistada y corrupta, comprometido a dar prioridad a los pobres.

“Basura”, “porquería”, “patético” y “clasista” son algunos de los adjetivos más utilizados por los usuarios de Twitter para describir al reality, tuiteando directamente tanto a la plataforma de streaming como a los participantes, quienes prefieren hacer oídos sordos ante la crítica.

“Creo que la gente se va a identificar más con los problemas humanos, porque los que están criticando no han visto el programa”, dijo la modelo y parte del elenco, Columba Díaz, de acuerdo a vanguardia.com.

Carlos Girón, que también es conductor de televisión, explicó que lo que se persigue en el reality es retratar formas de vida en la Ciudad de México, a través de nueve personajes, para conocerlos en su estilo de vida, glamour y hasta sus debilidades.

“Las cámaras nos siguen a todos los sitios, no llevamos un guión de por medio. Todo es real como nuestros problemas familiares, económicos, existenciales, los dramas en nuestro núcleo laboral e íntimo, a lo largo de 12 semanas”, comentó.

LOS RICOS

Entre los participantes de Made in México encuentran Pepe Díaz, un empresario en clubes nocturnos; Kitzia Mitre, diseñadora de modas; Carlos Girón, conductor de televisión; Liz Woodburn, blogger de comida; Columba Díaz, modelo; Chantal Trujillo, bloguer de moda; Shanik Aspe, conductora de televisión; Hanna Fajj, dirige la fundación Jaff Hanna, y Roby Checa.