Taylor Hawkins tuvo dolor en el pecho, pero no pudo ser reanimado, afirman autoridades colombianas

A través de un comunicado, Alcaldía de Bogotá explica que el baterista de Foo Fighters, que murió la noche de este viernes en esa ciudad, estaba en la habitación del hotel, mientras la banda estadounidense tenía previsto presentarse en el Festival Estéreo Picnic

El baterista a de Foo Fighters, Taylor Hawkins, falleció este viernes y la mañana de este sábado se dieron algunos detalles de lo sucedido; presentó un dolor el pecho cuando se encontraba en su habitación de hotel y fue atendido de inmediato por personal de salud, pero ya no pudo ser reanimado y se declaró su muerte, informó este sábado la Alcaldía de Bogotá.

A través de un comunicado, la autoridad colombiana precisó que el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias de la ciudad recibió el reporte sobre un paciente con dolor en el pecho en un hotel ubicado al norte de Bogotá. Posteriormente se enviaron unidades de emergencia al lugar.

Al llegar al hotel, añadió la dependencia, “la profesional de salud que atendió la emergencia indicó que realizó las respectivas maniobras de reanimación, sin embargo, no hubo respuesta y el paciente se declaró fallecido”.

La Alcaldía de Bogotá detalló que las autoridades encargadas realizaron el levantamiento del cadáver y adelantaron las indagaciones requeridas para este tipo de casos.

Taylor Hawkins, baterista de Foo Fighters y quien era el mejor amigo de su líder, Dave Grohl, falleció a los 50 años.

Foo Fighters tenía programada una actuación en un festival en Bogotá, Colombia, el viernes en la noche, pero fue cancelado debido a lo sucedido. El último concierto de Hawkins fue el domingo en otro festival en San Isidro, Argentina.

“Su espíritu musical y su risa contagiosa vivirán con todos nosotros para siempre”, señaló la banda en un mensaje en su cuenta oficial de Twitter que fue enviado también por correo electrónico a reporteros. “Nuestros corazones están con su esposa, sus hijos y su familia”.

Después de Grohl, Hawkins era el miembro más reconocible de la banda y aparecía junto al cantante en entrevistas, además de asumir un rol destacado, normalmente cómico, en los memorables videos del grupo y en su reciente película de terror cómico Studio 666.

Hawkins era el baterista de las giras de Alanis Morrissette hasta que se unió a Foo Fighters en 1997. Participó en los discos más destacados de la banda, incluyendo “One by One” y “On Your Honor”, y en éxitos como “My Hero” y “Best of You”.

En su libro de 2021, The Storyteller, Grohl dice de Hawkins que es su “hermano de otra madre, mi mejor amigo, un hombre por que el recibiría una bala”.

Las redes sociales se llenaron de homenajes a Hawkins el viernes en la noche.

“Que Dios te bendiga Taylor Hawkins”, escribió Tom Morello, guitarrista de Rage Against The Machine, en Twitter junto a una foto en la que aparece junto a Hawkins y al cantante de Jane’s Addiction, Perry Ferrell. “Me encantaba tu espíritu y tu imparable fuerza rockera”.

“Qué talento tan increíble, que no necesitaba ser también amable y generoso y genial, pero que de todos modos lo era”, tuiteó Finneas, compositor, productor y hermano de la cantante Billie Eilish. “El mundo ha sido muy afortunado de tener tus dones por el tiempo que lo hizo”.


Una vida en la música

Nacido con el nombre de Oliver Taylor Hawkins en Fort Worth, Texas, en 1972, Hawkins se crió en Laguna Beach, California. Tocó con Sylvia, un pequeño del sur de California, antes de conseguir su primer gran trabajo como baterista de la cantante canadiense Sass Jordan.

Cuando a mediados de la década de 1990 pasó dos años en la banda de Morrissette, se inspiró principalmente en la forma de tocar de Stephen Perkins, de Jane’s Addiction.

Él y Grohl se conocieron entre bambalinas en un concierto cuando Hawkins aún estaba con Morrissette. Poco después, la banda de Grohl tuvo una vacante por la marcha de William Goldsmith. Este lo llamó y Hawkins, quien era una gran fan de Foo Fighters, aceptó de inmediato.

La primera aparición de Hawkins con el grupo fue en 1997, en el video de su canción más popular, “Everlong”. Aunque no participó en la grabación original, hizo cientos de versiones épicas de ella en el clímax de los conciertos de la banda.

En otro de los momentos álgidos de sus espectáculos en vivo, Grohl se sentaba a la batería y Hawkins tomaba el micro para cantar una versión del éxito de Queen “Somebody to Love”.

A Hawkins le sobreviven su esposa Alison y sus tres hijos.

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