Ya está en Amazon ‘Los Tigres del Norte: Historias que contar’

La vida de los Tigres del Norte, desde que partieron como migrantes a California, el trabajo duro y su increíble ascenso hasta convertirlos en uno de los grupos de música regional más importantes de México y Estados Unidos, ya está contada en Amazon.

Se trata del documental Los Tigres del Norte: Historias que contar, en el que se narra, desde su propia voz, la historia de más de 50 años del grupo formado en Rosa Morada, Sinaloa, en 1968.

Inspirado en el disco de 2006 Historias que contar, los músicos cuentan de propia voz muchas de las anécdotas que vivieron desde que salieron del rancho sinaloense y no para ser famosos sino para ayudar a sus padres hasta que llegaron a la cima del éxito.

En él, recuerdan a su padre que les decía, ‘la escuela primero pero también tienes que trabajar’, cuando recibió su papá un balazo, cuando salieron del rancho para ayudar.

Y empezaron cantando de restaurant el restaurant, bares y donde los dejaban. Pero sus canciones no pegaban y habían tomado la decisión de que si las cosas no funcionaban, dejarían la música.

Pero llegaron a las estaciones de radio, surgieron las rocolas y empezaron a sonar.

Además, también narran las situaciones complejas o difíciles, como cuando recibieron la noticia del fallecimiento de su papá y tener que subir al escenario a dar un concierto.

Es el aspecto humano, detrás de la fama.

El documental es dirigido por Carlos Pérez Osorio, producción de José Nacif Gobera y una producción de Amazon Prime Video.

La historia

La historia de Los Tigres del Norte se inicia en Rosa Morada, sindicatura del municipio de Mocorito, Sinaloa, en 1968, cuando Jorge, el mayor de la familia Hernández Angulo, convenció a sus hermanos Raúl, Hernán y a su primo Óscar para formar un grupo.

Jorge sólo tenía 14 años y la situación económica de la familia obligaba a todos a contribuir.

Encontraron sus primeros trabajos en Los Mochis, tocando en restaurantes. Tiempo después se trasladaron a Mexicali, Baja California.

Cuando Jorge tenía ya 22 años, los contrataron para tocar en San José, California, durante las celebraciones del 5 de mayo. Fue su primer viaje a los Estados Unidos.

Al cruzar la frontera, un agente de inmigración les preguntó por el nombre del grupo, el cual aún no existía; el oficial, al verlos tan jovencitos, los llamó: little tigers (“tigrillos”), pero luego les dijo que crecerían, así que los bautizó como Los Tigres del Norte.

Ya en San José un inglés llamado Arthur Walker los escuchó y, a pesar de no hablar español, les dio la oportunidad de grabar un disco. Les compró instrumentos y les proporcionó clases de música. Ese mismo año grabaron su primer disco, por lo que decidieron fijar su residencia en San José, hasta el día de hoy. Este disco fue conocido como Juana La traicionera / Por el amor a mis hijos, el primer disco que editaron Los Tigres Del Norte.

Pero el éxito no llegó repentinamente. Grabaron cuatro discos sin mayor éxito; antes de grabar el quinto, en 1973, Contrabando y traición, que los llevaría a la fama.

Durante sus más de 44 años de carrera han grabado más de 55 álbumes, con más de 700 canciones, han vendido más de 30 millones de copias, con 140 discos de platino, 135 de oro y 1 de diamante. Además, han participado en más de 16 películas, han sido nominados 15 veces a los premios Grammy, que ganaron en 1987 por su grabación América sin fronteras, y han participado con distintos músicos de muy variados géneros, tal como es el caso en 2002, donde colaboraron junto con Jaguares en la grabación del tema Detrás de los cerros, para su álbum El primer instinto. En 1993 lograron un récord de asistencia cuando lograron congregar a más de 200 mil personas en un concierto realizado en la Arena Deportiva de Los Ángeles.

Paralelo a sus actividades musicales, el grupo creó la Fundación Los Tigres del Norte, cuyas oficinas centrales están en el campus de la Universidad de California en Los Ángeles, destinada a contribuir en la conservación y la defensa de la herencia y tradición mexicana en los Estados Unidos. Por su labor social han sido merecedores de diversos premios.