El Sábado Santo se celebra la Vigilia Pascual

En el Sábado de Gloria se suele recordar el dolor, la valentía y la esperanza de la Virgen María, en que su hijo Jesús resucite.

La Iglesia católica menciona que en el Sábado de Gloria, Jesús entregó su cuerpo y derramó su sangre para el perdón de los pecados y para la salvación de los hombres.

El Sábado Santo es el tercer día del Triduo Pascual, que concluye con las primeras vísperas del Domingo de Resurrección, culminando así para los cristianos la Semana Santa.

Tras conmemorar el día anterior la muerte de Cristo en la cruz, hoy la Iglesia católica medita la Pasión y Muerte del Señor, así como su descenso a los infiernos y en ayuno, su Resurrección.

Es un día de luto, pues se trata de un día de silencio, de meditación, no hay celebración eucarística.

Una vez que ha anochecido, tiene lugar la principal celebración cristiana del año: la Vigilia Pascual.

Esta fecha representa la fiesta más grande para los católicos, pues es cuando Jesucristo vence a la muerte y resucita.

Durante la ceremonia se realizan actos importantes, en la celebración, el sacerdote bendice el fuego y enciende el cirio pascual. Durante este acto se entona el Pregón Pascual, que es un poema escrito cerca del año 300, que proclama que Jesús es el fuego nuevo.

Se bendice el agua y se da también la liturgia de la Palabra, donde se leen siete lecturas, desde la creación hasta la resurrección. En este momento, la lectura del libro del Éxodo es la más importante, porque narra el paso de los israelitas por el Mar Rojo, cuando ellos huían de las tropas egipcias y fueron salvados por Dios.

De la misma manera recuerda que Dios esta noche nos salva por su Hijo.

El Sábado Santo queda para los católicos más como un día de espera, es de expectación por la gran celebración que tendrá lugar unas horas más tarde con el Domingo de Gloria.