"La Fórmula de la Felicidad: El poder de una llamada"
Estoy cerrando una conversación telefónica con un gran amigo al que le ha costado mantenerse tranquilo en esta etapa de distanciamiento físico. Los espacios de abandono emocional lo llevan a una profunda nostalgia, y más porque su pasatiempo favorito es la calle, como dicen en mi pueblo.
Mi madre decía que no es lo mismo estar solo a sentirse solo, hoy más que nunca toma fuerza este refrán, porque el reto más grande del distanciamiento físico esta en ese sentimiento de soledad que nos invade y hace sentir muy mal, más a los que tendemos a buscar en los espacios exteriores un alto relacionamiento social.
Sentí también un sentimiento de frustración por ese nivel de expectativa que acostumbramos los humanos a empoderar cuando esperamos mucho de los demás, en lugar de dejarnos sorprender por lo que llega sin aviso. Es un hecho que, muchas veces, aquellas personas de las que no esperas nada son las que te generan maravillosas sorpresas llenas de emociones positivas, y las que se dicen cercanas pareciera que no les mereces ni un simple like en Facebook.
En una actitud con enfoque a lo positivo, lo mejor es premiar y celebrar los nuevos descubrimientos de relaciones y soltar sin dolor las altas expectativas de los que no cumplen con nuestro concepto de amistad. No engancharnos es maravilloso, porque te brinda una mirada más óptima de la toma de decisiones que debes hacer.
Casualmente, preparándome para un nuevo enlace virtual, sobre mi cerro de libros de psicología, positiva, descubro el documento que contiene la investigación realizada por la Universidad de Harvard que ha durado ni más ni menos que 80 años, y que ha pretendido saber qué elementos son la clave de la felicidad. Los resultados los pueden consultar en el libro de George Vaillant publicado en el 2012, él es el psiquiatra que dirigió la investigación desde 1972 hasta 2004, También puedes buscar sus videos en las redes sociales.
Me quiero enfocar en esta columna a dos de los hallazgos más relevantes. El primero, la importancia de las relaciones significativas y nuestra capacidad de generar más y mejores conexiones. Los hallazgos validan lo que otras muchas investigaciones afirman acerca de la amistad, la familia y su impacto en los niveles de bienestar.
Hoy que nos fuimos a trabajar en home office, nos reta la creatividad para mantener la sana convivencia virtual con nuestros compañeros de trabajo. Hay evidencia científica que afirma que la buena relación con los compañeros de trabajo tiene un efecto positivo a la hora de reducir el estrés, lo que se conoce como factor protector para el manejo correcto de las presiones típicas del día a día.
¿Cómo explicarle a mi amigo en crisis que conectar es disfrutar?, y que si una amistad no le genera satisfacción solo debe soltar, dejarla ir y no aferrarse, porque también la otra persona es libre de decidir con quién quiere interactuar y con quién no. ¿Cuántas veces vivimos aferrados a relaciones que no nos hacen sentir bien? ¿Será la costumbre o esa necesidad dañina de victimizarnos?
Me saca de mis reflexiones una llamada altamente sorpresiva, es una prima que no veo desde hace más de 25 años, una compañera entrañable de la época de juventud, de aventuras de vacaciones en Disney descubriendo la maravilla de reír sin límites, disfrutar y asombrarnos hasta de los más pequeños detalles. Una conversación de tan solo quince minutos, pero como si el tiempo no hubiera pasado, muchas emociones y recuerdos poderosos con tan solo una llamada.
Te reto a hacer un ejercicio muy poderoso de relaciones y conexiones positivas: selecciona a cinco personas con las que hace más de un año no has generado un contacto directo. No es Facebook, no es por WhatsApp, debe ser una llamada, es sentir y escuchar la voz de la otra persona. Cuando termines cada llamada, anota en una libreta las emociones que te regaló hablar con ese amigo o familiar. Estoy seguro que te sorprenderás de cómo cambia tu emocionalidad. Hacer conciencia del poder de una llamada, ¡cómo ayudaría a mi amigo a enfocarse en lo positivo en lugar de extrañar a quienes no tienen la intención de llamar!
Y tú, ¿a cuántas personas vives enganchado esperando que se dignen hablar y preguntarte cómo te sientes?
La próxima semana conversaremos de los beneficios de las emociones positivas aún en el confinamiento. Seguro es que seguirás en distancia física por cuestiones de la contingencia, pero experimentando conexiones emocionales poderosas, aprendiendo a utilizar otros medios y seleccionando muy bien a tu red de apoyo.
Mañana nos escuchamos en nuestra reunión por internet para aprender a generar emociones positivas óptimas, con expertos de talla internacional. Recuerda, 11:30 am tiempo del Pacífico, desde mi página @LicOscarGarciaCoach.