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Marcela Eugenia Baeza Güereña

Le dijo adiós a su ‘Mariposa’

Hoy 10 de mayo, la joven mamá recuerda al angelito que tiene en el cielo, Angie; festejará aquí en compañía de su hija, Maly Michelle
04/05/2021 15:04

El 10 de mayo es un día para celebrar y llenar de cariño a la “Reina del hogar”, es expresar el agradecimiento por haber dado la vida, pero sobre todo, por el amor que esas mujeres brindan a sus hijos todos los días.

Para algunas mujeres es un día lleno de emociones y sorpresas... pero para muchas otras es un día doloroso, debido a la pérdida de un ser amado.

Para Marcela Eugenia Baeza Güereña, es un día de contrastes, ya que por muchos años festejó grandemente el tener a su madre a su lado; ya adulta, festejó el ser madre de dos lindas niñas, Maly Michelle y Ángela María León Baeza.

Su vida dio un vuelco en el año 2013, cuando sufrió la pérdida de una de sus amadas hijas, Ángela María, su Angie, la que hoy es su ángel en el cielo y quien para ella se convirtió en una linda mariposa que tuvo que volar, luego de vivir con ella por alrededor de 15 años.

Angie, como cariñosamente le decían, nació el 12 de septiembre de 1998; previo a su nacimiento, le diagnosticaron hidrocefalia, una acumulación de líquido dentro de las cavidades profundas del cerebro.

Pese al diagnóstico, Marcela decidió continuar con su embarazo y recibir en sus brazos a la pequeña que Dios le había mandado.

“El día 10 de mayo, al principio, era un día muy feliz para mí, con mis hijas y con mi mamá, pero a raíz de que falleció mi niña, para mí es un día muy triste, no lo festejo, quisiera pasármela dormida todo el día, es muy difícil, porque recuerdas siempre los festivales de las escuelas que te hacían, el regalito”, dice.

“Mis amigas hacían reuniones con sus hijos, yo me separé un tiempo de ellas porque me ponía muy triste, porque las veía con sus hijos y yo no soportaba eso, a lo mejor es un poco egoísta de mi parte, pero era mi dolor, yo quería que mi hija estuviera conmigo, pero poco a poco entendí que tengo que disfrutarlo, que tengo otra hija, que ya tengo dos nietos y afortunadamente tengo a mi mamá conmigo, sí es difícil, muy difícil, pero creo que Dios me ha dado la sabiduría para poder sobrellevar esto y con el tiempo, más que nada, poder darme un poco de alivio, de entendimiento, para que mi dolor sea un poquito más llevadero”, explica.

$!Marcela Eugenia Baeza Güereña camina por la vida, con la alegría de haberle dado una excelente calidad de vida a su pequeña Angie.
Marcela Eugenia Baeza Güereña camina por la vida, con la alegría de haberle dado una excelente calidad de vida a su pequeña Angie. ( )

Su decisión

Cuando ella salió embarazada, recuerda, el ginecólogo le informó sobre la enfermedad de la pequeña, pero aun así decidió continuar con su proceso.

“El 28 de junio cumple 8 años que se fue y todo este tiempo siempre la he recordado, ella iba a cumplir 15 años, le faltaban 3 meses para cumplirlos; ella nació con hidrocefalia, de hecho, a los 6 meses de embarazo me dijo el ginecólogo que me la podía sacar porque venía mal la niña”, dice.

$!Marcela Eugenia junto a su hija, Maly Michelle León Baeza, y sus nietos, Héctor y Ana Paula Moreno León.
Marcela Eugenia junto a su hija, Maly Michelle León Baeza, y sus nietos, Héctor y Ana Paula Moreno León. ( )

Su embarazo, recuerda, fue de mucho cuidado.

“Yo en vez de llevar un embarazo normal, fui adelgazando muchísimo y tenían miedo de que se me muriera adentro, por eso querían sacármela y que estaba a 24 horas”.

“Dije no, cómo voy a matarla si se me mueve, si ya está viva y pues pensé que me dure lo que Dios quiera, yo no la voy a matar, yo no voy a decidir eso, si va a durar 24 horas o una hora, o lo que sea, solo Dios sabe cuánto va a durar y decidí llegar al término del embarazo y la tuve por cesárea”, recuerda.

Antes de que saliera del hospital, Marcela bautizó a la pequeña Angie.

“Estuvo en la incubadora, le daban alimentación por medio de sonda porque no sabía mamar, así duró 15 días en el hospital y no se atrevían a dármela porque era por medio de sonda su alimentación y yo no sabía darle alimento por sonda”.

“Antes de sacarla del hospital la bauticé ahí, adentro, y después fue por gotero o jeringa como la alimentaba ya en casa”.

$!Marcela agradece a Dios el ser madre de dos bellas niñas Maly Michelle y Ángela María León Baeza, y disfrutar hoy en día a sus nietos.
Marcela agradece a Dios el ser madre de dos bellas niñas Maly Michelle y Ángela María León Baeza, y disfrutar hoy en día a sus nietos. ( )

Su amor por Angie

Desde los 6 meses, la pequeña tomó terapias de todo, en las cuales era acompañada de su madre, lo importante era ayudarla en su desarrollo.

“Así empezó todo, la llevé a terapias, al Teletón, al Hospital Shriners para Niños en la Ciudad de México porque tenía una columna de 8 grados, por una escoliosis, a donde me decían que la llevara, yo la llevaba, lo que me decían que le pusiera yo le ponía para que caminará, lo que decían que le hiciera le hacía”.

“Fueron 15 años los que la disfruté, no me quedo con nada, de ese ‘me hubiera gustado’, no, nada, le di toda la calidad de vida que pude haberle dado y me siento muy orgullosa por haberle dado lo que yo pude, nunca la tuve aparte, no, nada, siempre estuvo presente, conmigo”.

Sus padres, su fortaleza

Marcela se enorgullece de la ayuda que recibió en este proceso de sus padres, Marcela Güereña y José Baeza.

“Angie, desde los 6 meses, tuvo que tomar terapias físicas, de lenguaje e ir ya más grande a escuelas especiales como al CAM 23 y al CAM 50; fue a un kínder regular, tuvo sombras, una fui yo, después fueron dos chicas más y una de ellas le dedicó su título a mi hija”.

“Mis papás me ayudaron mucho, de hecho, como Angie sufría de ataques epilépticos, mi mamá se quedaba en la escuela todo el día con ella, mientras yo trabajaba, porque tomaba medicamento y muchos maestros no le querían dar el medicamento porque tenía miedo de que tuviera un ataque y no poderla atender como se debía, y ella se quedaba, me ayudaron mucho”.

$!Marcela festejará este 10 de mayo junto a los suyos.
Marcela festejará este 10 de mayo junto a los suyos. ( )

Muy amorosa

Marcela se distingue por ser siempre alegre, aunque su alegría por algunos años se esfumó, pero ahora, poco a poco ha recuperado, a medida que asimila la partida de Angie.

“Angie era una niña muy amorosa, no porque era mi hija lo digo, ella se entregaba, era muy amiguera, me imagino que como todos los niños especiales, que son inocentes, ellos entregan el corazón incondicionalmente”.

Pese a su pena, hoy en día Marcela ha aprendido a ser feliz y después de varios años, actualmente, está entregada a su hija, Maly Michelle, y a sus dos nietos, Héctor y Ana Paula, quienes se han convertido en la luz de sus días.

“Yo soy feliz de haber tenido una niña con discapacidad, solo Dios sabe por qué me la mando a mí, yo nunca reniego, ni cuando me la mandó Dios, nunca renegué de por qué a mí, para algo me la mandó, yo creo que para darme cuenta de otras cosas, no sé, pero la disfruté siempre al máximo, sí es muy doloroso y creo que toda la vida me va a dolor”.

“Siento que el año pasado y más hoy, siento que ya he aprendido a sobrellevar el que no esté, creo que es el hecho de que mis nietos ya están conmigo, ya veo un poco diferente esta fecha, siempre he sido alegre y feliz, y sé que poco a poco disfrutaré este día”.

$!Angie, en uno de sus cumpleaños, su mamá fue la botarga de “Mimí”.
Angie, en uno de sus cumpleaños, su mamá fue la botarga de “Mimí”. ( )

Siempre será su ‘Mariposa’

Marcela señala que su casa está llena de figuras de mariposas, porque su hija voló como una de ellas.

“Estoy tranquila, llena de paz, pensando que mi hija está feliz, que esta con Dios, pienso que ella es una mariposa, cuando ella estuvo aquí fue un capullito, que se convirtió en mariposa y tuvo que volar, aunque siento que me sigue haciendo travesuras en mi casa, a mí y a mi pareja, Víctor, a quien vio como si fuera su papá, sé que siempre estará conmigo”, dice.

Perfil

Marcela Eugenia Baeza Güereña

Hijas: Maly Michelle y Ángela María León Baeza

Nietos: Héctor y Ana Paula Moreno León

Papás: Marcela Güereña y José Baeza