Marbella V. Medina desea representar y servir a todo Mazatlán
Formada entre tradiciones, música y el mar, Marbella V. Medina encuentra en su candidatura a Reina del Carnaval Internacional de Mazatlán 2026, una forma de expresar el orgullo que siente por su ciudad, pues para ella, el servir y representar a Mazatlán, es una misma ruta sostenida por valores que aprendió en el hogar y la universidad.
Con tan solo 20 años, para Marbella, quien actualmente cursa la carrera de Medicina en la Universidad Autónoma de Sinaloa, esta candidatura representa más que un certamen de tradición, pues también ve la oportunidad de dar un paso hacia un sueño que la ha acompañado desde la infancia y al mismo tiempo, reafirmar su vocación de servir que guía su presente académico y su visión de futuro.
En su historia, convergen dos elementos arraigados en la identidad mazatleca como lo son la energía de una fiesta centenaria que define al puerto y la voluntad de contribuir a la comunidad desde el trabajo responsable y cercano.
“Recuerdo que cuando yo era chiquita me emocionaba mucho el Carnaval y como toda mazatleca este es mi sueño, y para el cual, hoy tengo la suerte de contar con el apoyo de muchas personas”. comentó.
Marbella creció observando el Carnaval como uno de los momentos más importantes de la ciudad y a medida que pasaron los años, la idea de participar dejó de ser una fantasía para convertirse en una meta vinculada a su propósito, como lo es el demostrar que sus aspiraciones personales pueden convivir con un compromiso real hacia los demás.
Hoy, en pleno proceso de candidatura, vive de cerca la dimensión cultural, humana y social de una festividad que no solo celebra la belleza, sino también el esfuerzo y la identidad de quienes la representan.
“Como mazatleco sí dimensionas el Carnaval y el impacto que tiene, pero no lo tienes claro hasta qué estás del otro lado. Yo siempre supe que era la máxima fiesta y que es una parte esencial de lo que nos representa a nosotros como mazatlecos”, comentó.
“Pero creo que no lo dimensionamos hasta ahora, que estamos viviendo en este momento, cuando nos postulamos, nos avisan, y todo este proceso en general, pero el poderlo vivir es lo mejor que pude elegir”, agregó.
Marbella confesó que detrás de su camino para esta candidatura, tuvo la influencia de dos figuras que admira profundamente como lo son Carolina Ruelas y Karla Rivas, Reinas del Carnaval de Mazatlán en el 2024 y el 2019, respectivamente, las cuales lograron destacar en esta máxima fiesta al mismo tiempo que cursaba la carrera de medicina, como actualmente busca hacerlo ella.
Para la joven candidata, ambas representan la prueba de que una mujer puede desempeñar múltiples facetas sin renunciar a ninguna, lo que la llevó a comprender que no tenía por qué elegir entre su vocación profesional y su interés por ser coronada como la representante de la máxima fiesta de Mazatlán.
“Hay dos reinas en particular que han sido mi inspiración y mi ejemplo, son Carolina Ruelas y Karla Rivas, ¿por qué? Porque ambas son doctoras y el verlas no nada más destacar en la contienda, sino salir electa reina del carnaval fue una inspiración de que si se puede”, señaló.
“Puedo ser reina, puedo ser doctora, puedo ser amiga, puedo ser hija, puedo ser maestra, puedo cumplir con todas mis facetas sin apagar ninguna de las demás”, agregó.
Su formación médica le ha permitido moldear su forma de ver al mundo basada en la empatía, el autocontrol y la responsabilidad, pues el ritmo exigente de su carrera le ha enseñado a mantener la calma ante la presión y organizar sus tiempos con la disciplina que el campo de la salud demanda.
Además, Marbella considera que el apoyo que recibe de sus maestros y compañeros estudiantes ha sido fundamental para impulsarla, a través de consejos, tiempos acomodados y ánimos constantes, alimentando su confianza para afrontar cada etapa de este proceso, considerando que este acompañamiento confirma que el sueño se vuelve más firme cuando la comunidad participa en su construcción.
“El respaldo que he recibido, ha sido una gran parte de lo que me motivó, pues a pesar de que esta carrera es muy demandante, quiero ser una voz de cambio, quiero ser alguien que deje una huella positiva y ser el cambio que quiero ver”, comentó.
“Pienso que como Reina del Carnaval, de ser electa, podría tener una plataforma para lograr ese cambio que tanto anhelo”, añadió.
Como candidata, para Marbella, el vivir el Carnaval de Mazatlán desde adentro le ha ofrecido una nueva perspectiva, pues más allá de las luces y el entusiasmo del público, ha encontrado una posibilidad real de conectar con las personas, escuchar historias y de comprender lo que esta festividad significa par quienes han conservado sus tradiciones por generaciones.
“Como mazateca es un sueño ser parte del Carnaval y esta experiencia, independientemente del resultado, estoy segura que me va a cambiar la vida y pues claro, que quiero ser parte de la fiesta y disfrutar todo esto, pero también va un poco más allá”, señaló.
De esta forma, Marbella no solo se limita a aspirar a una corona, también busca utilizar la plataforma para fomentar valores como el respeto, la solidaridad y el arraigo cultural, pues considera que la realeza del Carnaval tiene un papel social importante, como el representar al puerto con dignidad, fortalecer la identidad colectiva y funcionar como un puente entre sectores.
Su intención es convertirse en una figura que escuche, se involucre y recuerde que el Carnaval de Mazatlán también es un espacio para unir a la comunidad.
“Ser reina no es escoger entre ser representante o ser persona; para mí, una reina debe ser integral. Quisiera involucrarme en la cultura, el arte, el medio ambiente, el turismo y en todo lo que fortalece a nuestro puerto”, dijo.
“Ser reina es ser una voz de todos, especialmente de quienes rara vez escuchamos por lo que deseo enaltecer a quienes más lo necesitan e impulsar a quienes tienen la capacidad de generar cambios reales”.
Por tal motivo, Marbella considera que su principal fortaleza es la capacidad de comunicarse con claridad y cercanía, para conectar con las personas, escucharlas y comprender sus historias, cualidad que la guía y desea poner al servicio de los demás.
Asimismo, reconoce que su empatía y facilidad para generar diálogo auténtico le permiten entender a quienes la rodean y proyectar una vocación de servicio que aspira a llevar consigo en cada etapa del proceso.
“Reconozco que tengo fortalezas y áreas de oportunidad, pero creo que mi mayor fortaleza es la palabra, me gusta comunicar lo que siento y considero que tengo facilidad para hacerlo. Platicar, escuchar y encontrar puntos de conexión con las personas se me da de manera natural”.
Finalmente, la candidata expresó tener una visión orientada al futuro, en donde, en caso de ganar la corona, aspira a impulsar iniciativas relacionadas con el bienestar social, el cuidado del entorno y la difusión cultural.
Marbella avanza en este proceso con una actitud tranquila y determinación prudente, sabiendo que gane o no la corona, este representa un crecimiento profundo, donde su historia encarna la esencia del sueño mazatleco, aquel que nace del orgullo por su tierra natal, se fortalece con la tradición y se proyecta hacia el futuro a través de la voluntad de servir.
PERFIL
Marbella Valenzuela Medina
20 años
Estudiante de medicina y estudiante de
Padres: Marbella Medina y Víctor Valenzuela
Pasatiempos: Estudiar, leer, cenar con amigos, yoga y danza aérea
Color de campaña: Dorado