"María Elena Rodríguez de Pérez, adiós a una Reina de los Juegos Florales y fundadora de Anspac Mazatlán"

MAZATLÁN._ Amante de conversar, pero sobre todo de participar en la comunidad, María Elena Rodríguez de Pérez no será olvidada por la sociedad mazatleca con la que convivió.

Su legado quedará en Anspac Mazatlán, del que fue fundadora, pero también dejó huella como Reina de los Juegos Florales del Carnaval de 1965.

Ayer falleció, luego de siete años de altibajos en su salud, pero siete años en los que dio lucha y fortaleza al cáncer que la aquejaba.

Apenas el pasado 1 de mayo, su esposo Alejandro Pérez y sus hijas María Elena Pérez de Llausás y Maricarmen Pérez de Méndez, así como sus nietos, le festejaron su cumpleaños 74 en su casa, en la intimidad de su familia, debido a la contingencia sanitaria.

Distinguida y fina, amiguera y amable, son algunos de los calificativos que se le podrían dar, pero son pocos comparados con la alegría y generosidad que siempre irradiaba a su alrededor.

Fue hija de don Abel Rodríguez, maestro cervecero de la Cervecería del Pacífico y doña Lili Montiel, quien fue una de las fundadoras de las Damas Voluntarias del Hospital General de Mazatlán.

Con su herencia de ayuda a la comunidad, en el año 2003, la señora María Elena fundó la sede en Mazatlán de la Asociación Nacional Pro Superación Personal A.C., para ayudar a mujeres en su desarrollo humano y moral.

Junto con Rosy Fuentes de Ordaz, Imelda Morales de Chicuate, Magdalena de Ramírez, Rayito Arias de Rodríguez, Yoya Reynaud de Guzmán y Graciela Sarabia, trajeron al puerto la organización de esta asociación católico-empresarial cuya sede principal está en Monterrey.

Hoy, Anspac Mazatlán cuenta con 30 unidades Mujer y 18 de Joven en empresas, parroquias y escuelas del puerto, apoyando en su formación a cientos de personas y familias.

María Elena fue su presidenta en el período 2007-2009, y los años posteriores, ocupó un lugar como consejera. Siempre impartiendo clases y ayudando en la organización.

No solo en Anspac plasmó su ayuda a la comunidad mazatleca, también en el Voluntariado del Hospital General y junto con su esposo en el Club Rotario.

También será recordada porque fueron ella y su esposo quienes convencieron a los miembros del Club Rotario Mazatlán que aportaran lo necesario para la construcción del albergue para madres lactante y familiares de los enfermos internados en el Hospital General, un espacio que palió las necesidades y sufrimiento de muchas personas.

En 2015, ya aquejada por el cáncer, participó en el Carnaval de Mazatlán para su homenaje de 50 años como Reina de los Juegos Florales.

En 1965 fue la primera Reina del Carnaval en acudir a Televicentro, en la Ciudad de México, para promover el evento, y en su coronación nació el Premio Mazatlán de Literatura, que ese año se entregó a José Gorostiza.

“Hizo honor en vida, a su lema de campaña, María Elena, mujer de mar y arena, así fue, fuerte y generosa”, recuerda Raúl Rico, ex director del Instituto de Cultura de Mazatlán.

Descanse en paz, la señora María Elena Rodríguez de Pérez

Así la despiden sus amigas de Anspac

“Buen viaje, mi querida madre, regresas a casa, a los brazos de Dios, porque siempre ese fue tu hogar. Gracias por tu gran legado de amor y tu gran ejemplo de fortaleza y alegría para disfrutar la vida. Tu cariño se queda siempre conmigo, no te digo adiós, sino hasta pronto, hermosa guerrera, nos diste tiempo de asimilarlo, de disfrutarte, pero Dios te ama tanto que ya quiso que descansaras en paz. Hasta siempre”.

Imelda Morales de Chicuate

“Ya se fue nuestra querida María Elena, la Reina dorada; se va, pero se queda en nuestros corazones”.

Magdalena de Ramírez

“Ni así perdía su ánimo, su entusiasmo y su actitud positiva para todo. Vivía feliz. Sabía la gravedad de su mal, pero nunca perdía el paso”.

Yoya Reynaud de Guzmán

“Un abrazo al cielo para María Elena, ejemplo de amor y belleza en toda la extensión de la palabra. ¡Deja un vacío muy grande! Dios la tenga en su gloria. Elevemos nuestras oraciones para ella, su familia y sus grandes amigas de Anspac”.

Liz Benítez de Sarabia