"Un adiós al empresario Alfonso Zaragoza"
Un hombre de familia, solidario con las causas nobles, amante del deporte, alegre y jovial, ahorrador y visionario en los negocios, fue Alfonso Zaragoza Moreno, quien falleció ayer a los 85 años de edad.
Hijo de Alfonso Zaragoza Maytorena y Matilde Moreno Almada, nació en Guaymas, Sonora, el 24 de marzo de 1933, fue el segundo de cuatro hijos, la primera fue Matilde y le siguieron Marco Antonio y María de Lourdes.
Reconocido empresario de la ciudad, se incorporó a Mercados Zaragoza, que fundaron su padre y abuelo en Sonora y Sinaloa, en su juventud.
Comenzó la preparatoria en Estados Unidos, pero se "escapó" junto con otros primos suyos, y finalmente la terminó en el Tec de Monterrey, en la ciudad de Monterrey.
En Culiacán conoció a Manuel Clouthier del Rincón, "El Maquío" y Enrique Murillo, con quienes creó fuertes lazos de amistad.
También conoció a Alma Carlota Schiller Astorga, porque eran vecinos cuando vivían por Rubí y Malecón, cada uno enfrente de sus casas, de quien se enamoró y contrajeron nupcias el 23 de abril de 1957.
David Cota Schiller, sobrino de la pareja, cuenta que hay una anécdota de cuando se iban a casar sus tíos.
"Mis tíos son de la misma edad, pero mi tía cumple años en noviembre, y decidió casarse en abril para parecer más chica que él... porque son del mismo año, él de marzo y ella de noviembre".
Padre de Alma Patricia y Alfonso Zaragoza Schiller, fue abuelo de nueve nietos, Ángela Patricia, Melisa, Héctor Daniel, Michelle y Pablo Alfonso Buelna Zaragoza, y Tania, Priscila, Isabella y Elsa María Zaragoza Lauktien, a quienes les decía "primitos" y les pidió que le llamaran igual, nunca abuelo, ni tata.
Le gustaba ser puntual a la hora de comer, a las 13:30 en punto, ya estaban todos a la mesa. Le encantaba el ambiente familiar, las comidas, las reuniones y las fiestas navideñas.
El valor de la amistad
Amante de los deportes, aficionado del futbol y beisbol, pero lo que más jugaba en su juventud era el basquetbol y futbol americano. Afición que compartía con sus amigos.
Pero también compartía las fiestas. En los años 40-50, crearon el Club Gremio, se reunían una vez por semana. Jóvenes nacidos en los años 30 hacían bailes, fiestas, tardeadas en el Casino y actividades de apoyo social con una causa.
"Hasta hace como dos años se juntaban todavía los que quedaban, algunos ya no están, y otros no están bien de salud, es complicado reencontrarse. Pero las mujeres del Club Gremio sí tienen más relación, y cuando se llegan a encontrar bromean mucho de aquella época", cuenta Cota Schiller.
Muchos fueron los viajes a Europa que hicieron juntos, con las esposas y los compadres, Enrique Murillo, Clouthier del Rincón y Zaragoza, y se les sumó Jorge del Rincón.
"Mi tío se divertía mucho con don Enrique Murillo, luego formó parte del grupo Los Caminantes del Campestre".
UNA EMPRESA FAMILIAR
En 1943 nació Almacenes Zaragoza, MZ. Alfonso Zaragoza Maytorena y Gaspar Zaragoza lo fundaron juntos en Sonora con la visión de hacer una cadena en Sinaloa.
En Culiacán, el primer punto fue en el cruce de Buelna y Rubí, donde están las oficinas.
Inquieto por el mundo de los negocios, estudió Administración y Finanzas y a finales de los años 50, principios de los 60, creó la arrocera MASAFLOR, que duró poco tiempo. Ya en los años 70 se incorporó a trabajar con su padre.
Y comenzó desde abajo: cargaba, surtía, era un empleado más. Pero se ganó la simpatía de los trabajadores.
"En aquellos tiempos hacía torneos de box con los empleados y aunque el papá le llamaba la atención, le decía que no se llevara tanto y de esa manera con los empleados, los hacía clandestinos y él mismo participaba", comenta Cota Schiller.
"Siempre ha estado muy al pendiente de los trabajadores, es muy justo, y antes peleaba mucho porque el salario mínimo se elevara".
El supermercado MZ lo iniciaron en Sonora, el papá de don Alfonso se vino a Culiacán a expandirlo y allá comenzaron las mueblerías.
"En Culiacán las mueblerías abrieron finales de los 80, principios de los 90, porque antes en los almacenes ya había lo básico de mueblería. También vendían baños, pisos, lo que es Construzeta, que nació junto con la mueblería".
Entonces la empresa creció en cuatro áreas: super MZ, Construzeta, Zaragoza Muebles y Zapatería Kori.
Tenía la costumbre ahorrar y lo movió ese deseo de que a sus nietos no les faltara nada.
Dormía poco o no dormía, asegura su sobrino, por estrés, por trabajo, pero ante todo privilegiaba el sentido de la responsabilidad.
Pero también solía reconocer a sus trabajadores. En el negocio contrataba a muchos egresados de la UAS, hablaba muy bien de la universidad y si tenía alguna visita, se acercaba a alguien de los colaboradores y lo presumía por alguno de sus logros académicos, como haber sido mención honorífica en su tiempo de estudiantes.
Una vez retirado, solía ir los domingos a recorrer los súper mercados, saludar a los vigilantes, las cajeras, al personal de mostrador y de bodega, con quienes les gustaba bromear.
Como también le gustaba la ganadería, abrió la Ganadera Alfonso Zaragoza, de donde surtían las carnes Qualli, y creó una línea exclusiva de cortes llamada en honor a él.