Crowdfunding inmobiliario, la modalidad de inversión que marca tendencia

El crowdfunding nació con la intención de democratizar el acceso a los inversores, gracias a esta filosofía, ha logrado generar un impacto colosal en los principales sectores de la economía.

Esta modalidad de inversión se caracteriza por prescindir de la necesidad de invertir grandes cantidades de dinero para comenzar a operar. Asimismo, las transacciones se realizan a través de una plataforma digital de financiamiento participativo, lo que elimina gran parte de las barreras que imponen la banca pública y privada.

¿Qué es el crowdfunding inmobiliario?

Básicamente, es un tipo de financiamiento mediante el cual, un grupo de personas aportan capital con el objetivo de adquirir una propiedad o tener participación en el desarrollo de los proyectos que ofrecen los promotores inmobiliarios.

Aunque a simple vista puede parecer una modalidad crediticia tradicional, la diferencia radica dos aspectos básicos: por un lado, no existen límites en lo que concierne al número de inversores y, por el otro, cada persona elige el porcentaje que desea invertir.

En este sentido, el valor de la propiedad queda dividido en función de la cantidad de inversores, por ende, sus ganancias dependen del capital aportado, el cual proviene de la rentabilidad, bien sea por concepto de alquiler, intereses o la revalorización del inmueble en caso de venta.

¿Por qué el crowdfunding inmobiliario es la mejor opción?

Actualmente, no solo es más sencillo invertir en inmobiliario gracias al crowdfunding, la modalidad trae consigo una serie de ventajas que benefician a ambas partes. Mientras las constructoras e inmobiliarias pueden disfrutar de mayores facilidades al momento de buscar fuentes de financiación, los inversores disfrutan de accesibilidad e inmediatez.

Por lo general, las plataformas de financiamiento participativo permiten adquirir pequeñas partes de los activos, de esta forma, es posible distribuir el capital entre varias propiedades, o tipos de activos, y crear una cartera diversificada.

Teniendo en cuenta que un grupo de expertos se encarga de la gestión de las operaciones, quedan eliminadas las preocupaciones relacionadas con la falta de experiencia y la necesidad de destinar tiempo tanto a la administración de las propiedades, como a los procedimientos legales vinculados a los procesos de compra.