El futuro pasa por las renovables

Los largos años de uso intensivo de combustibles fósiles han llegado a situarnos en un punto de conflicto con nuestro planeta. El impacto medioambiental es cada vez más notorio, provocando terribles fenómenos meteorológicos como lluvias, ciclones y sequías intensas que derivan a su vez en la muerte y desaparición de numerosas especies animales.

La realidad es que la energía mueve el mundo y no es posible prescindir de ella, pero la evidencia de la necesidad urgente de llevar a cabo un cambio drástico en el modo de obtenerla y hacerlo de manera sostenible, ecológica y limpia ha derivado en una veloz carrera hacia la transformación verde. Grandes corporaciones ya han cambiado de dirección y se esfuerzan en lograr una transición hacia energías limpias realizando todos los cambios e inversiones necesarios para no quedarse a la zaga en este nuevo y apasionante rumbo.

Inversión en renovables. Un sector al alza.

La industria de la energía renovable está revolucionando el sector y puesto que la demanda de soluciones renovables es cada vez más alta, la inversión en energía limpia se encuentra en plena efervescencia y puede suponer una interesante oportunidad para los inversores, según muestran la previsión de crecimiento para los próximos años y los datos con los que la Agencia Internacional de Energía anunció un avance del 45% en cuanto a la capacidad mundial de energía renovable durante el pasado 2020, siendo las renovables las únicas que experimentaron un incremento de demanda en detrimento de otros combustibles.

La plataforma de trading online Plus500 ofrece a sus clientes la posibilidad de negociar mediante derivados financieros como los CFDs en este sector que se prevé alcance para el 2025 la cifra de 1.512,3 billones de dólares de ingresos. La mayoría de las naciones están de acuerdo y legislan a favor de la inversión en energías limpias y sostenibles por lo que se trata de un sector al alza con potencial, en el que los inversores pueden decidirse bien a exponerse en el mercado de las renovables con estos derivados financieros, haciendo trading y asumiendo la complejidad y el riesgo que conlleva el trading con apalancamiento, o bien decidirse a comprar acciones a modo tradicional.

El reto del hidrógeno verde.

Una de las energías que más interés ha despertado y que se ha convertido en una de las mayores apuestas a nivel internacional es el hidrógeno verde, surgiendo un gran número de iniciativas con el objetivo de fomentarla, siendo uno de los mayores desafíos conseguir que el proceso de producción resulte competitivo en relación al resto de energías renovables.

En Europa ya se diseñan planes de acción generosamente respaldados económicamente y está previsto que el valor de esta industria supere el billón de dólares en el 2050.

Y es en este sentido y gracias a su excelente potencial en cuanto a generación de energía renovable, pues goza de un gran nivel de radiación y viento que resulta fundamental para el proceso de electrólisis, que México se postula como el país idóneo para la producción de hidrógeno verde aunque para ello debe primero perfilar un plan para su generación y consumo.

Una de las ventajas del hidrógeno es que puede ser utilizado en versiones modificadas de centrales eléctricas y maquinaria fabricadas para funcionar con gas, carbón y petróleo, lo que permite reutilizar activos ya existentes mientras se avanza en un nuevo modelo energético.

Además gozará de un mayor peso a largo plazo y supone la principal apuesta para conseguir descarbonizar importantes sectores económicos como la industria química, transporte aéreo y marítimo o fertilizantes -puesto que resulta difícil conseguir el objetivo de cero emisiones contando únicamente con energía solar y eólica- teniendo en cuenta que el transporte tiene un papel esencial en la reducción de las emisiones contaminantes, puesto que el 45% de las emisiones mundiales de carbono proceden del transporte y la industria y las energías renovables, en estos sectores, no han sido capaces de reducir las emisiones más allá de un 8%.

A pesar de la dificultad y lejos de darse por vencidas, algunas compañías toman impulso, como es el caso de Airbus quien en su programa ZEROe ha desarrollado un prototipo de avión de hidrógeno que podría llegar a ser el primero en volar con cero emisiones gracias a los seis propulsores bajo sus alas cuyo funcionamiento es totalmente independiente.

Aunque hoy en día es una tecnología con un alto coste y que depende de la disponibilidad de gran cantidad de electricidad renovable y económica, las evidencias parecen dirigirse a considerar el hidrógeno verde como una apuesta segura que formará parte del cambio de los sistemas energéticos, siendo un elemento clave para paliar el cambio climático.

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