"Juanita Tolosa Esquivel deja un gran legado de sabor"

¿Soñaría la joven Juanita Tolosa Esquivel que un día llegaría a conquistar el paladar de miles de personas? Quizá cuando empezó a elaborar bolis para venderlos en el abarrote de su padre, solo quería ayudar al gasto familiar y tener sus ingresos propios para comprar lo que cualquier joven de su edad deseaba.

Pero al paso de los años, de vender bolis en San Javier, logró consolidar una sólida empresa que distribuye los Helados del Pueblo en mil 600 puntos de venta en todo el noroeste del País, y, para 2015, ya estaban penetrando los mercados en la CDMX, y se colocaban en tiendas Oxxo.

Juanita Tolosa Esquivel nació en el pintoresco poblado de San Javier en septiembre de 1947, desde ahí endulzó los paladares hasta el 11 de agosto de 2020, día en que falleció, unos días antes de cumplir 73 años de edad.

A pesar del éxito de su negocio y de que cada vez tenían más puntos de venta, Juanita y su familia decidieron que la fábrica de helados no saliera de San Javier, pues de esa manera se mantendría el apoyo laboral a los habitantes del pueblo, pero también decidieron crecer.

En la fábrica se elaboran helados de 27 distintos sabores de manera normal, pero se incluyen algunos de frutas de temporada como la pitahaya o la lichi.

En información publicada en 2015 en Noroeste, se habla del proyecto de gran visión de Helados del Pueblo 2025, que contempla fortalecer la zona noroeste y tener presencia en la zona norte del país, en los estados de la Unión Americana de California, Arizona y Nueva México.

Además de la construcción de una nueva planta de producción para 500 mil piezas diarias, para pasar de 12 a 57 rutas y dar atención a más de 6 mil 500 puntos de venta lo que implica una inversión de 53 millones de pesos, con ello se generarán 120 nuevos plazas de empleos tanto en fábrica como en la distribución.

La joven que un día vendió bolis quedó atrás para dar a una mujer con visión empresarial. Hoy, Juanita Tolosa Esquivel vivirá en el recuerdo de sus familiares y en el paladar de quienes día a día disfrutan los Helados del Pueblo.