"La 'guerra' que sí ganó don 'Poncho' Zaragoza"
Segunda de tres partes
- ¿Siempre ha tenido usted buen sentido del humor?
- No. Yo creo que el cotorreo con los proveedores aquí fue “mejorando la cosa”, porque yo era muy introvertido. A mí siempre me afectó mucho eso; fui muy penoso. Todo cambió cuando comencé a tratar con los vendedores.
Es el empresario Alfonso Gabriel Zaragoza Moreno, dueño de los “MZ”, el que habla. De su vida, la familia. De los negocios, la política, el poder, desde sus oficinas del corporativo de supermercados ubicado en la esquina de Buelna y Rubí, en el centro de Culiacán, la tarde del 24 de mayo de 2006.
Al igual que el abuelo Gaspar Zaragoza, el español que llegó en un barco en la última década del siglo 19 para probar fortuna en México, don “Poncho” incursionó en diversos giros, antes de tomar por completo las riendas de Almacenes Zaragoza, que fundara su padre Alfonso Zaragoza Maytorena, en Culiacán, el 1 de diciembre de 1943.
Primera parte: Así era 'Poncho' Zaragoza, el impulsor de 'los MZ'
Negocio al cual él se incorporó con apenas 21 años cumplidos, tras llegar de Monterrey.
Un “pleitecito de familia”, como él mismo le llama, lo llevaron a emprender su propia aventura en los negocios en la década de los 60 del siglo pasado.
“Yo me salí de esta empresa”, nos confía, “porque no estaba de acuerdo con 'equis persona' e hice una fábrica de arroz, Arrocera del Camino, y una aceitera, una de harina de maíz, Masaflor”.
La experiencia con esta última empresa, Masaflor, duró sólo cuatro años. “La gente aquí no quería más que la harina blanca”, señala. El giro no funcionó.
Luego de otros tropiezos, propios en el mundo de la Iniciativa Privada, se reincorpora al negocio familiar para empezar “de cero”. Como un “empleado más”, como se acostumbra en muchas familias de empresarios.
Esta condición, de “mirar desde abajo” le creó una imagen cercana a los trabajadores, característica que no le gustaba a Don Alfonso, su padre. Por ello, siempre se le veía bromeando, e incluso, en varias ocasiones entraba a su oficina bailando, con la música instrumental de fondo.
Uno de los cambios que implementó don “Poncho” conforme se fue adentrando en la administración de los supermercados fue aplicar la mercadotecnia.
“Yo lo abrevié de Mercados Zaragoza a 'MZ'”, relata.
- ¿Cuándo toma usted las riendas del grupo?- le pregunto.
Don Alfonso le pide a Beatriz, su asistente, que “se meta” a la computadora, y le precise la fecha. "En 1984", responde ella.

Para ese año los principales eslabones de la cadena eran las tiendas del Centro, de la Avenida Obregón (Colonia Guadalupe), el “Anaya” (Colonia Chapultepec).
Historiadores han atribuido el auge de los supermercados Zaragoza, pioneros en el comercio local, al crecimiento de la agricultura, sobre todo para exportación, lo cual se tradujo en un incremento en las ventas.
De hecho, la fama pública de los Zaragoza se fincó en la cultura del esfuerzo en Sinaloa, en el dinero limpio, lícito.
Para los años 70 del siglo 20 el corporativo había sumado otros giros, distintos a los de abarrotes. Entre otros “MZ Ganadera”, para producir carne; Construzeta, para proveer materiales para la construcción, y abarrotes al mayoreo.
Con los años don Alfonso se quedaría al frente de Almacenes Zaragoza, y Marco, su hermano, con Ganadera Zeta. Es el “pleitecito de familia” al que él alude.
La expansión en los supermercados llevaría, a la par, a incursionar asimismo en el giro de mueblerías, que se posicionaron por la calidad de sus artículos.
La idea de vender muebles, cuenta don “Poncho”, inició porque a Miguel Espinosa de los Monteros, “brazo derecho” de su papá, se le ocurrió “meter” refrigeradores a las tiendas.
“Y entramos con los Westinghouse y así fue como empezamos a vender refrigeradores, estufas, poco a poquito. Así empezamos con las mueblerías”, relata.
Más tarde los sinaloenses no sólo adquirían comestibles, muebles, cemento, varilla, sino hasta calzarían en las Zapaterías Kory, creadas por los Zaragoza.

¡Nosotros pagamos bien los impuestos!
El bullicio del personal en la tercera planta del corporativo (que llegó a emplear a 3 mil 500 familias de Sinaloa) se “cuela” hasta la oficina de Don Alfonso.
“Es un mundo de gente”, dice.
- ¿A qué empresarios admira usted? ¿Quiénes le han guiado, orientado?
- Los que son de admirarse son los de Bimbo. Lorenzo Zambrano, y Roberto, su hermano.
- ¿Le sigue generando satisfacción cortar listones cada vez que se inaugura “un MZ”?
- Fíjate que últimamente hacemos mal. No debería salir ya al frente, ni yo, ni mi hijo.
- ¿Por qué?
- Por seguridad. A mi hijo le pusieron hace cinco años dos metralletas dentro de su casa, enseguida de la casa, y desde entonces traemos chaperones (escoltas). ¡¿Qué friega tener chaperón todo el tiempo, no?¡ Traigo “chaperón” siempre.
- ¿Y antes no era así?
- No, andaba uno solo. ¡Es muy incómodo!
Ya no se puede en Culiacán, bromea, ni hacerle piropos a una muchacha en la calle.
“Que pase una muchacha y le 'eches una flor', ya no puedes ni hacer eso (carcajadas). Sale eso y me mata mi mujer, la 'Schiller' (Alma, su esposa) (risas de nuevo)”.
- Oiga, ¿Pero sí le sigue emocionando cortar un listón de una nueva tienda, o ya no es lo mismo?
- No, aunque no creas que todas las tiendas son de nosotros. Muchas son rentadas. Nosotros las rentamos, les ponemos el equipo y todo lo demás que se necesita para que opere la tienda. Yo he hecho algunas poquitas, en fin.
- Pero ésta ha sido una empresa exitosa...
- Ahí va, sí. ¡Pagamos bien los impuestos! (carcajada). No somos tan productivos por eso.
- ¿No evade impuestos, nunca ha pedido favores al Gobierno?
- No, que yo sepa no.
Empresarios de convicciones
Si algo distinguió a esta familia de empresarios fue su imagen ante la sociedad local. Y es que la pareja Alfonso Zaragoza Maytorena-Matilde Moreno, “Doña Maty”, dejaron huella en la ciudad. Participaban en cuanta acción de beneficiencia había, para construir o fortalecer instituciones, como la Cruz Roja, el Leprosario, hospitales, Ciudad Universitaria, el Tec de Monterrey.
Combinaron, en suma, empresa con obra social y humana.
Lurio, don Alfonso nos enseña reconocimientos a su padre, éste de octubre de 1954, “por haber contribuido a una de las primeras campañas contra la lepra en Sinaloa”.
- ¿Qué siente por el hecho de que “los MZ” sean parte de la vida de muchos sinaloenses?
- Te gusta, te sientes agusto. Aunque con la apertura comercial con Estados Unidos ya se está poniendo difícil la cosa.
Las claves del éxito
Si una “guerra” empezó a librar don “Poncho” fue justamente la de la apertura comercial. Y la cual trajo consigo la irrupción en el mercado local de gigantes como Walmart, que empezó a vender mercancías a bajos costos, por sus estrategias con los proveedores.
En varias ocasiones trascendieron ofertas al empresario de comprarle las tiendas, por parte de Walmart. Rafael Morgan Ríos, quien fuera por décadas contador de sus empresas, llegó a revelar que Zaragoza Moreno rechazó esa tentación. Y es que le preocupaba el destino de las familias que dependían de “los MZ”.
Hasta antes de la llegada de Walmart, Sams, Aurrerá, Soriana y otras cadenas, la competencia se daba entre dos: Ley y MZ. Ambas, de casa.
Don “Poncho” no sucumbió ante esas “guerras”.
- ¿Qué le sigue en la vida, qué le falta por hacer?
- Ver cómo podría dejar más estable esta empresa. Buscarle por ese lado. Porque está muy dura la competencia, con los Walmart. ¡Son una cosa tremenda! Es un dineral el que tienen esas gentes. Y con ese poder que tienen de compra, están ahorcando a todo el mundo.
- ¿Pero MZ ha crecido mucho?
- Sí, pero muy duro. Ha crecido, de rentar tiendas.
- ¿Cuál es el éxito de una empresa como ésta?¿De qué ha dependido su éxito?
- De todo un poco. Lo importante es el precio, pues para lograr precio necesitaríamos comprar más. Pero también seguimos creciendo. Tenemos tiendas limpias. Buenos precios en muchas cosas, muy buena calidad en la carne. Lo mismo en frutas y verduras. Cuidamos la presentación, la calidad. Luchamos a diario con precios y calidad.
- ¿Es una “guerra diaria”, ésta, la de los supermercados?
- Sí, es una guerra diaria. Entonces nosotros sí hemos tenido como política tener lo máximo. Que puedas escoger toda la fruta y la verdura. Comprar una buena carne.
- ¿Hay una competencia histórica o no, con Ley?
- Sí, porque ellos se asociaron con Safeway (una poderosa cadena de supermercados en Estados Unidos). Entonces tuvieron mucho dinero para crecer.
- ¿Cómo visualiza el negocio de los supermercados?
- Muy difícil, pero ahí vamos.
- ¿Cómo se gana una “guerra”, en esta competencia entre trasnacionales?
- Dando buen servicio, buscando mejores precios.
Después de esta charla con Noroeste en la primavera de 2006, Zaragoza Moreno se retiraría por completo de los negocios, dejando al frente del corporativo a su hijo, Alfonso Zaragoza Schiller.
Bajo el mando de éste la cadena siguió creciendo en la siguiente década, en medio de la cruenta “guerra” comercial. Esa, que todavía don “Poncho” alcanzó a librar.
(Fue hasta 2017, ya con don Alfonso retirado, cuando una noticia sorprendió, y dolió a los sinaloenses: el cierre de “los MZ”).

La “receta” de la carne
¿Por qué la carne de “los MZ” era tan famosa?
Don Alfonso nos reveló así la “receta”
“Yo tuve un amigo, Alfredo Camacho, que fue un carnicero americano que vivía en Tucson; su padre era de Hermosillo, su madre, de cerca de Navolato. Él se retiró. Y entonces yo lo conocí a través de un hermano mío. Lo invitamos a venir. Y él venía. Se pasaba dos semanas, seis veces al año, y entrenó muy bien a la gente de la carnicería”.
