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"EMPRENDEDORES"

"NEGOCIOS Este es el nuevo concepto en tiendas de ropa que ya llegó a Culiacán"

"Consumo responsable, lo que impulsa una tienda de ropa: siempre lucir diferente, sin impactar al medio ambiente"

Diana Valenzuela es de las personas que siempre batallan para saber qué vestir cuando tiene algún evento, por eso es por lo que pensó en un lugar que ofreciera un estilo diferente para cada día, alguna prenda para salir de un apuro o tener una opción para vestir en cualquier momento, así surgió Closet Extension.

Édgar Alán Unda Quiñonez, socio fundador, reconoce que, al momento de abrir el armario, muchas personas tienen un sentimiento de necesidad por tener más prendas, incluso aunque un día antes se haya ido de compras, como una necesidad por querer siempre lucir diferente.

El proyecto lo trabajan Édgar, Diana Carolina Valenzuela León y Tania Unda Quiñonez; el motor que los mueve y motiva es el tema sustentable, dar un giro y revolución a la industria de la moda, en beneficio de todos los participantes y del medio ambiente.

“Es normal siempre quererse ver bien y en Closet Extension buscamos eso para todas las suscriptoras, motivarlas y que estén conformes consigo mismo”, señala.

Édgar explica que en la industria de la moda existe un constante cambio, siempre se están sacando nuevas temporadas y hay quienes están pendientes de lo nuevo, lo nuevo y lo nuevo.

Dijo que cuentan con cifras de que la Industria de la moda se encuentra en segundo sitio de las que más contaminan, únicamente por debajo de la industria petrolera. Se producen una inmensa cantidad de prendas y en su mayoría son desechables.

Según el manual para el consumo responsable de ropa y complementos, publicado por el Gobierno de Aragón, un consumo sostenible es consumir menos. El ciudadano puede convertir, de esta manera, su capacidad de compra en un importante instrumento de presión al ejercer la libertad de no consumir un producto, de prescindir de determinados bienes y de acabar con algunos de los comportamientos compulsivos del consumidor, implantando nuevas pautas de conducta que van a influir en el ciudadano y en las empresas productoras de los bienes y servicios.

Édgar Alán dice que les motiva mucho un concepto en donde cumplen y benefician a todos los participantes; la mayoría de las prendas que tienen son de diseñadores mexicanos, por lo que les sirve el concepto de plataforma de talentos locales.

Además, detalla que contribuyen al desarrollo de la economía local y favorecen al cliente que le brindan la opción de sentir que estrena todos los días, con el beneficio de reducir el impacto que tiene la moda.

Advierte que cuando se tiene membresía, se evitan las compras por impulso que antes se hacían, con esa reducción de consumo se reduce también el impacto que se tiene en el medio ambiente, por eso se sienten satisfechos de contribuir, al igual que todos los que participan en el proceso, que forman parte del club de moda.

“No por cumplir el sueño de verte bien y sentir que estrenas todos los días, forzosamente tienes que llevarte al medio ambiente de paso, no tienes que afectarlo para cumplir ese sueño”, destaca.

En un año y cinco meses, Closet Extension, ha ido aprendiendo de la industria, el concepto y beneficio que puede llegar a tener, convencidos entre los socios de que apenas es el inicio y podría ser, por qué no, el futuro de la moda.

 

 

Cómo funciona:

Se ofertan tres membresías para visitas ilimitadas, cada membresía ofrece cierto puntaje y cada prenda tiene cierto valor en precio, por sí se desea comprar o utilizar puntos para usarse por esa ocasión:

La membresía básica tiene un costo de 499 pesos mensual, se pueden elegir entre una a dos prendas; la membresía media cuesta 699 pesos mensual, que permite elegir entre una y cuatro prendas: la membresía completa cuesta 899 pesos mensual, con la cual se pueden elegir entre una a ocho prendas.

“Cada membresía te da puntos, para que tú vayas administrando las combinaciones de prendas que eliges en cada visita; supongamos que eliges la membresía media y te da 200 puntos, entonces optas por un vestido que está en 100 puntos y dos blusas de 50…te los llevas y ya que los utilizas, al momento que regresas esas prendas recuperas esos 200 puntos”, detalla.

Entre más puntos cueste la prenda que se desea elegir, más puntos de la membresía se gastan, el plazo máximo para devolver una prenda y recuperar los puntos de la membresía es de 10 días, en caso de dañarse, cada suscriptora tiene un límite de tres daños sin costo.

“Los puntos te permiten variar entre los diferentes modelos de prendas, todo está a la venta, en el caso de las suscriptoras tienen un 15 por ciento de descuento permanente en todas las prendas que tenemos aquí, sucede mucho que se llevan una prenda y les gusta tanto como les quedo que terminan comprándose”, señala.

El socio fundador señala que, aunque el proyecto va comenzando y hay muchos retos y dificultades, con la esencia del proyecto se tiene mucha más satisfacción personal. La utilidad o ganancia es el aprendizaje, ver qué se tiene que mejorar como persona para que el proyecto avance.

 

 

Proyección de un nuevo concepto de moda

La manera de pensar de un empleado tradicional a un emprendedor es muy diferente, específicamente en la cuestión financiera, pues para dar el salto de emprendedor se tiene que aprender sobre finanzas personales, asegura Edgar.

Dice que estar al frente de un negocio forma carácter, disciplina y hábitos, que, al momento de ser un emprendedor con pasión, dejan de ser opción y pasan a ser una obligación

“Yo comencé con una liquidación que me sirvió para arrancar y estar tres meses, pero ya después fue picar piedra, sufrirle, y todavía está el reto bien interesante; esa transición es mucho de mentalizarte, de disfrutar el proceso, no concentrarte en hacer las cosas porque en algún momento quieres disfrutar de los frutos, sino realmente aprender a disfrutar la evolución y estando feliz”, explica.

No son las metas ni proyección lo que motiva a Closet Extension, sino ver a los diseñadores que crecen y se favorecen con su concepto, ver la reducción de emisiones de carbono, la satisfacción de los clientes y ver cómo cada uno de manera personal van creciendo.

“Anímense, como los conquistadores, llega a algo totalmente desconocido y quema los barcos compadre, aviéntate de cabeza a la alberca, con propósito, pasión, disciplina y acciones diarias, aunque sean chiquitas, pero cuando no lo esperes, de repente, esto va a salir adelante, tus sueños ahí están al alcance”, sugiere.

La idea que tienen es ubicarse en las principales ciudades del país, para después abarcar en un plano internacional, con la finalidad que las suscriptoras que tienen membresía en Culiacán y viajan a otra ciudad puedan hacerlo sin maleta.

“Tengo aquí mis prendas, me voy para allá y cambio las prendas, elijo más, las que voy a utilizar durante las vacaciones y así se vaya promoviendo esto. Imagínate que en las casas ya no existan los armarios impresionantes, donde solo almacenamos muchísimas cosas que al final, el 80 por ciento terminan en la basura, casi nuevas, o bien regaladas”, ejemplifica.

Reconoce que han tenido una buena aceptación, que cuando platican la idea a gente nueva, se ven reacciones positivas, lo que es como otro motor que los mantiene en la lucha, pues comenzar con un concepto nuevo y llegar al mercado donde se hacen pruebas, investigación, no es nada como arrancar y probar si la idea es funcional.

“Hay mucha diferencia entre lo que planeas y lo que sucede, por lo que el principal reto es eso, aprender y conocer de manera real al mercado, sus necesidades y adaptar nuestro concepto a la demanda y al mercado local”, señala.

Actualmente cuentan con un promedio de 45 a 50 suscriptoras, con la idea de ir aumentando la base de usuarios, pues hay momentos en que se inscriben más, pero otras pausan la membresía, por eso hay una variación, sin embargo, la proyección es cerrar el año con el doble.

“Después de un año y medio voltear atrás y ver que ya evolucionaste muchísimo y aprendiste muchísimas cosas, que ya tomas en cuenta…tienes un crecimiento profesional muy grande”, señala.

“La gente está reaccionando, el querer apoyar talentos locales y reducir el impacto, promover un consumo más ético y responsable, nos ha ayudado mucho, y vemos que hay gente que en verdad se preocupa”.

Su satisfacción, cuenta Édgar es ver el gozo de las suscriptoras con un proyecto nuevo que se está intentando promover. Trabajan con una calculadora que les indica el impacto de CO2 que se evita generar al momento de reutilizar una prenda.

“Al momento de ver eso que tú ya contribuiste durante un año para disminuir las emisiones de carbono, que es algo que está ayudando a construir un mejor futuro, ahí están las verdaderas satisfacciones”, advierte.

 

 

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