Sinaloa se adaptará ante el arancel de tomate; ‘esencia agrícola siempre la tendremos’, dice AARC
El nuevo arancel del 17.09 por ciento impuesto por Estados Unidos a las exportaciones mexicanas de tomate podría debilitar el liderazgo de Sinaloa como principal productor del país, advirtió Roberto Bazúa Campaña, dirigente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán.
Aunque históricamente Sinaloa ha sido el referente nacional en la producción de esta hortaliza, el dirigente reconoció que el escenario podría cambiar.
“En un evento futuro pudiera ser [que se pierda el liderazgo], porque ya hay tecnología y producción en muchos estados de la República... antes, en aquellos tiempos solo se producía tomate en Sinaloa, ahorita ya hay tomate en Jalisco, Coahuila, Sonora, Baja California, el Bajío”, dijo.
“De que va a haber un impacto, va a haber, pero yo creo que la esencia agrícola de Sinaloa, siempre la vamos a tener”, defendió.
El representante del sector agrícola señaló que con la entrada en vigor del arancel y el fin del acuerdo de suspensión, el negocio del tomate se vuelve más complicado y menos rentable.
La consecuencia inmediata será una reducción en los programas de siembra, lo que impactará directamente en la generación de empleo rural, la derrama económica y el volumen de exportación.
“Definitivamente con el término del acuerdo de suspensión y la imposición ahora de la nueva cuota compensatoria, o arancel, del 17.09 va a estar más complicado el negocio del tomate”.
“Definitivamente habrá una reducción en los programas de siembra por lo tal, una disminución de empleo y una disminución de derrama económica”, destacó.
Actualmente, señaló, Sinaloa exporta entre 350 y 400 mil toneladas anuales a Estados Unidos, lo que equivale a cerca de 30 millones de bultos y solo los agremiados de la AARC colocan entre 12 y 13 millones de cajas en el mercado internacional, con una derrama de aproximadamente 3 mil 500 millones de dólares.
Sin embargo, indicó, muchas de estas operaciones se sostienen con capital estadounidense, lo que podría verse comprometido ante las nuevas condiciones.
Además de afectar la rentabilidad de los productores, el dirigente advirtió que el tomate que ya no se exporte probablemente se destine al mercado nacional, lo cual podría aumentar la oferta interna y encarecer el precio para los consumidores.
“La plantación del tomate inicia el 1 de septiembre. Ahí es cuando se pudiera ver reflejado la disminución de los programas de siempre y por lo tanto la menor afluencia de contratación de trabajadores del campo. Es hasta septiembre cuando se puede sentir el impacto realmente”, explicó.
Agregó que se espera tener un panorama más claro en agosto, cuando se definan cantidades y superficie a sembrar.

Frente a la incertidumbre, algunos agricultores ya están optando por otros cultivos como pepino, chile morrón o berenjena, mientras que las autoridades federales, continúan negociando con el Departamento de Comercio de Estados Unidos, aunque sin avances hasta ahora.
“En este momento muchos productores van a optar por algunos otros cultivos, hay otras opciones: hay pepinos, hay berenjenas, chiles morrones entonces se tienen que acomodar las cosas de esa forma”, apuntó.
“Es impredecible la reacción o la forma actual del Gobierno de Estados Unidos, todavía es muy pronto para decirlo, pero se va a seguir intentando llegar a una negociación”, dijo.
Pese a todo, el dirigente defendió la fortaleza del campo sinaloense.
“Culiacán y Sinaloa es un invernadero natural en invierno... difícilmente vamos a perder esa posición.”, afirmó.