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Fotorreportaje

De piel oscura, la infinita resistencia

Este portafolio muestra al grupo de personas migrantes más vulnerables que llegan a este país, las que por su afrodescendencia son asediadas por las autoridades y maltratadas por la sociedad; cocineros, artistas, estudiantes, hombres y mujeres que recorren un territorio tras otro en busca de la oportunidad de tener una vida mejor

Texto y Fotos: Duilio Rodríguez

CIUDAD DE MÉXICO._ Decenas de miles de personas llegan a México con la esperanza de encontrar un mejor lugar para vivir. La mayoría de ellas busca llegar a Estados Unidos de Norteamérica pero hay muchas otras que se han quedado en nuestro país para empezar una vida mejor que la que tenían en su lugar de origen.

Ya sea de forma temporal o definitiva, su presencia es notoria en algunas ciudades mexicanas. La forma de hablar, la música, la cocina, los negocios, la forma de vestir son algunos ejemplos de cómo estos grupos de personas migrantes enriquecen a nuestra sociedad de formas diversas.

Este portafolio muestra al grupo de personas más vulnerables, las que por su color de piel oscura son asediadas por las autoridades y maltratadas por la sociedad.

Un grupo fácilmente identificable en un país racista, personas a las que se les detiene arbitrariamente, a las que se les orilla a vivir hacinadas en cuartos diminutos (cuarterías) y sin posibilidades reales de encontrar un trabajo.

Es difícil comprender un país que dice acoger a personas por razones humanitarias mientras existen numerosos intentos gubernamentales por impedir a cualquier persona que lo desee, vivir y crecer en México o transitar por su territorio.

A Tapachula, ciudad fronteriza al sur del país, ya se le conoce como “ciudad cárcel”. Y es que las personas migrantes pueden transitar en las calles pero no pueden salir de la urbe sin un documento, que en el mejor de los casos, el Instituto Nacional de Migración se los expide tras varios meses.

Pero la mayoría de personas que logran llegar al norte del país lo hacen de formas inimaginables, a expensas de extorsionadores y bandas del crimen organizado. Las historias de abusos se repiten y se repiten en las zonas fronterizas con Estados Unidos.

Es el caso de Joy, Betty, Elena, Djingo, Flerend, Julien, personas que llegaron de África o de Haití, que son estudiantes, profesionistas, artistas, cocineros, hombres y mujeres que tienen una vida increíble por su resistencia y perseverancia infinita a pesar de toda la adversidad.

Estas fotografías son una recopilación de la serie de reportajes sobre migración humana titulada, “Bajo la Bota”.

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