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Inmunización

Las vacunas llegan tarde y mal a Centroamérica y sur de México

Cada país negocia con farmacéuticas y donantes por su cuenta. Las vacunas son un termómetro de la desigualdad y desunión de la región. Negociaciones opacas; vacunas que llegan a cuentagotas a pesar de haber pagado por ellas; falta de información transparente y fiable

Javier Sancho Mas | Otras Miradas*

NICARAGUA.- La región centroamericana no consigue inmunizarse satisfactoriamente, tras más de un año de pandemia. Dependiente de las donaciones y de las negociaciones bilaterales, los países de la región se desgastan en acuerdos que suponen costes millonarios y, una vez más, cada uno va por su cuenta.

Las deficiencias no sólo están a la hora de las negociaciones y gestiones para conseguir más vacunas, sino también a la hora de distribuirlas y lograr inmunizar a las poblaciones más vulnerables.

Hacemos un recorrido por la región y por las entrañas de un proceso plagado de desafíos y de irregularidades. Los medios que participan en este especial de la alianza de periodismo colaborativo Otras Miradas reportan desde sus zonas de cobertura (Chiapas, en México, Guatemala, El Salvador) las causas de esta respuesta tardía a la necesidad de inmunización equitativa.

Desde las opacas negociaciones que Guatemala entabló con Rusia para conseguir la Sputnik V, y la incapacidad de producción y entrega de este último, hasta la falta de comunicación con las poblaciones indígenas de Chiapas, que rechazan la vacuna, o el incomprensible olvido de las personas con cáncer o VIH que no fueron priorizadas en El Salvador.

Nuevamente, como ha sido común en la historia de la región, un enfoque excesivamente nacionalista, ha desgastado a los países en la búsqueda individual de vacunas.

La mayor dificultad para hacer este especial ha sido el acceso a la información. A veces, se trata del bloqueo por parte de las autoridades gubernamentales. Y otras veces, como en el caso de Chiapas, la información sobre las vacunas elaborada por las autoridades de Salud no ha estado a la altura de las necesidades y la realidad de la población en zonas indígenas. Pero, sobre todo, hay que destacar que, nuevamente, muchas fuentes consultadas entre el personal de salud están sometidas a gran presión y miedo por las posibles represalias, lo que es ya peligrosamente habitual a la hora de contrastar cualquier información oficial en países como El Salvador, Guatemala, o Nicaragua.

En un informe del consultor en salud global e investigador de la Escuela T.H. Chan de Salud Pública, de la universidad de Harvard, Johnattan García Ruiz, elaborada para Oxfam, en marzo del presente año, se analizó la ruta de las vacunas en varios países de América Latina, dividiéndolas en tres etapas: adquisición y negociación; distribución y priorización de la población a vacunar; acceso a información sobre vacunas.

La única alternativa que se le ha ofrecido a los países de la región mediante la negociación multilateral ha sido a través del mecanismo Covax, liderado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Pero este mecanismo, como señala el consultor de Oxfam, apenas cubre una parte muy pequeña de la población de Centroamérica, insuficiente para las metas de vacunación universal: al menos un 70 por ciento de la población con el esquema completo (2 dosis o 1 en el caso de las monodosis). Por el contrario, a través de Covax los países pueden llegar a inmunizar al 20 por ciento de su población únicamente.

Todo depende de las negociaciones bilaterales y de las donaciones. Estas últimas también representan una porción muy pequeña de lo que se necesita, con lo que el grueso de las vacunas depende de la capacidad negociadora de los países, de la capacidad de producción efectiva de las empresas en los países que las desarrollan, así como de su buena distribución local.

Para que las vacunas lleguen a todos se debe contar con un plan claro y eficaz que priorice a los sectores más vulnerables. Hay países en la región que han tomado decisiones mediante el uso partidario de las vacunas, como en el caso de Nicaragua, donde, por ejemplo, se relegó incomprensiblemente al personal sanitario, que era uno de los más expuestos al virus. En El Salvador, algunos pacientes crónicos con VIH o cáncer no estuvieron entre los grupos prioritarios para una primera dosis, al contrario, por ejemplo, de los militares.

En relación a otros sectores, como las poblaciones indígenas o las poblaciones migrantes, hay países que no han explicado bien sus planes y no han podido dar la cobertura necesaria, dejando a millones de personas atrás.

Tres propuestas sencillas:

Tanto en la adquisición, como en la distribución e información, la región presenta fuertes inequidades. Es algo que se puede observar igualmente en la evolución de los datos de afectados y mortalidad de la pandemia. En Costa Rica y Panamá, contamos con más información que en el resto de la región. En otros países, como el triángulo norte de la región, no se observan tantos casos como en esos dos países del sur. Por su parte, en Nicaragua, a pesar de contar con muy poca información fiable, la tasa de mortalidad estimada supera con creces al resto, según se muestra en la publicación elaborada por investigadores de INCAE y la universidad de Nueva York para Journal of Global Health.

La situación en cuanto al proceso de vacunación podría ser diferente. Johnattan García Ruiz, quien es además profesor de Derecho y Salud Global en la universidad colombiana de Los Andes, señala algunas propuestas para subsanar los inconvenientes que aquí se muestran: fomentar las negociaciones en bloque como región, y no individuales como países, para conseguir mejores precios, como ya han hecho en otras zonas del mundo; incluir entre las prioridades a la población migrante y en ruta, especialmente si cumple con los criterios de edad o condición establecidos para la población local; y por último, mejorar la información de las campañas de vacunación, pues no basta saber cuántas vacunas se han distribuido, sino también saber si han llegado a todos por igual, o aún quedan poblaciones relegadas como veremos en estos reportajes. Centroamérica carece de inmunidad y de información.

* Este trabajo es parte del especial periodístico Las vacunas llegan tarde y mal a Centroamérica y sur de México realizado por medios que son parte de la alianza Otras Miradas. Aquí puedes consultar la publicación original de Chiapas Paralelo, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie.

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